Capítulo 4

La historia no terminó allí sino que apenas había comenzado y ya estábamos por terminar la secundaria.

James y yo vivimos en todo ese tiempo una bonita amistad, como de seis meses hasta que empezamos a salir, tuvimos muchas citas y poco a poco me fui enamorando.

Creo que para él no fue fácil, ya que siempre le ponía trabas al asunto del noviazgo e incluso de una amistad, para mí no era sencillo poder dejarlo entrar en mi corazón.

Pero poco a poco comencé a ceder y a darle un espacio en mi vida, aunque seis meses no era nada, yo decidí darle una oportunidad y sí mi corazón salía herido, decidiría cerrarlo para siempre.

Paso el tiempo y nos volvimos dos tontos adolescentes enamorados, pero a pesar de eso, ya sabíamos que eramos uno para el otro.

Hemos pasado por muchos baches en esta aventura, como los celos, sí por ejemplo.

No soy una persona celopata, pero uff, eran muchos los momentos donde sólo quería decir: ¡¡Sueltalo él es mio!!.

Sin embargo mantenía la compostura  y una cara de fingimiento, mostraba una sonrisa que sólo decía el mal rato que estaba pasando.

Pero no me juzguen por ello, ya se que lo estan haciendo, no deberían, ponganse en mi puesto.

James es un chico rubio, de tez blanca y de ojos azules, atlético, al menos con los años ha pronunciado más la musculatura de su cuerpo, es empático, extremadamente atractivo y no por que sea mi chico lo digo. Su apariencia le da el típico chico malo y mujeriego que todas admiramos aunques solamente sea de lejos, pero eso se lo dejo a Max, quien asumiría perfectamente ese puesto.

Mi oji-azul es un perfecto galán, pero siempre ha mantenido la distancia con muchas chicas por que ya conoce sus intenciones.

Por eso la confianza entre los dos a crecido gradualmente, por que nos contamos todo por mas mínimo que sea y eso me ha hecho quererlo aún más.

Su paciencia y su constancia me han hecho darme cuenta que no todos los hombres son iguales y el que es infiel, es por que quiere.

Muchas veces juzgamos a las personas sin conocerlas, sólo le damos un negativo al mirar su apariencia externa, pero al ver su personalidad nos daremos cuenta de la verdad y su trasfondo.

A pesar de las constantes burlas de mis compañeros, sobre todo de Max y Stacy, que solo presumen de su dinero y de su gran superioridad por encima de los demás. Después de la llegada de James al instituto, mi vida cambió muchísimo, cuando intentaban burlarse de mi o incluso hacerme daño, simpre me defendía.

Aunque me sentía mal por no saber defenderme o de responderles, porque siempre me sentía intimidada por ellos, pero él me demostró que yo era muy valiente al no pagarles con lo mismo.

Y sólo me había quedado claro, que aunque existían personas como Stacy y Max que son egoístas y crueles, también podían existir personas como James y su grupo de amigos que eran comprensivos y muy empáticos, aunque eran populares.

Tambien en todo este tiempo he entendido, que no hay nada más bonito que tener una relación con alguien que te deje ir al nivel que tu puedes, ese es mi Cielo, una persona que me deja crecer y que en cada uno de mis pasos esta allí para ayudarme.

Mi madre aunque al principio se mostró muy incómoda por mi cambio de idea hacia los hombres, poco a poco me fue dando acceso a vivir una vida normal, como la de toda adolecente.

Cada paso que daba, todo se lo consultaba a ella, le decía como me sentía y eso la alegraba mucho, hasta le gusto mi cambio con respecto a mi ropa, ya que me vestía poco femenina, no me gustaba maquillarme ni peinar mi cabello.

Claro, nunca he mostrado más de la cuenta, me gusta vestirme femenina, pero sin tener que enseñar nada, sobretodo lo hago por respeto a James y a mi misma, aunque de por sí es el estilo con el cual me siento más  cómoda.

Han existido esos momentos que me provocaban llorar como cuándo se burlaban de mí al no estar James, donde han aprovechado el momento oportuno y me lastiman con sus palabras.

Pero más eran esos momentos alegres donde podía estar con él, comiendo, hablando sobre nuestro futuro, compartiendo con sus amigos, mirarlos pelear por cosas tan estupidas y que no tienen sentido.

Me alegra mirar la escena y poder estar allí en silencio disfrutando cada detalle que nos depara la vida, no todo es llorar o sufrir, también existen esos momentos donde puedes reir de todo un poco sin tener que lamentarte luego.

En este momento sonría al mirar la cara de Albert, siempre estaba serio, aunque al principio me costo entablar una amistad con él, al final me di cuenta que solo era su forma de ser, que bueno... ¿tal vez oculte sus emociones por cosas que le han pasado? mmm... Suele pasar.

Sin embargo miraba la relación entre mi novio y él, entonces allí me di cuenta de lo buena persona que era, así que le di una oportunidad a nuestra amistad.

Aunque al principio me costo llegarle al moreno, ya que había hecho un fuerte muro contra mí, pero al tiempo cedió. Nunca lo veía sonreír o al menos en público, cuando compartíamos solo los chicos y yo, él si mostraba su lado oculto y eso daba mucha risa.

—Auch — Murmura Ángel fulminando con la mirada a Albert.

—Pues, te lo merecías, por estupido— habla Albert borrando la sonrisa de hace rato.

— Vaya... no sabía que estabas del lado de la Rubia— Ángel mira a Albert ya enfadado, indicando que tal vez esto se ponga rudo.

— Yo no estoy de parte de nadie socarrón, no debiste decirle nada, luego nos metes en problemas a todos con tus salidas de tono.— miro a Albert, esta enfadado aun más de la cuenta, al principio estaba jugando y echándole broma a James pero cuando llegó Ángel su mirada dejaba entrever lo furioso que estaba con el castaño.

— Pues no es culpa mía que esta chica diabólica se fuera de lenguas, ya me tiene ¡JARTO!

—¡Auch! ¿por qué me das? — me mira exasperado.

—Es HARTO, bruto, harto —Le digo molesta, pero solo para tratar de disimular las ganas de reirme por su mal vocabulario.

Rueda los ojos y responde —Ya lo sé, sólo lo dije para aligerar la atmósfera.

Miro a James y me indica con los ojos que es tiempo de retirarnos a clases.

—Es tiempo de irnos, los dejamos chicos. — me levanto y me despido con las manos, mientras nos alejamos.

—Creo que esos dos no se hablarán en días si siguen peleando por nimiedades —James sabe lo que pasa, aunque yo escuche un poco, aún sigo un poco fuera de contexto.

—Mmm... son amigos lo resolverán—Le calmo mientras cojo su mano para entrelazarla con la mía.

Él solo besa mi frente mientras caminamos hacia el aula.

Tal vez mi vida no es perfecta pero podría decir que es llevadera, al menos mamá, James y sus amigos me la hacen más feliz, ellos dibujan un paisaje que no puedo descifrar del todo, pero que hacen que la angustia y dolor se vayan.

Esto me da satisfacción, mirarlo a los ojos cuando tiene la vista perdida en algún otro lugar, sentir su calidad mano entrelazada con la mía y cuando voltea a mirarme, su mirada se traduce en ternura y amor.

Esta es mi historia, soy feliz porque soy protagonista de ella o al menos lo creó así, mi decisión es quedarme a su lado y sólo tener un felices para siempre, aunque pase por pruebas este romance, por que sé que no es un cuento de hadas, sólo espero que no se rompa lo que nos ha unido.

Deseo que esta conexión que tenemos no la sienta nunca con nadie más y que él tampoco, sólo quiero quedarme atrapada en su piel y en lo que él me trasmite.

Mientras estamos en clases, nuestros asientos estan pegados uno al lado del otro, mientras escuchamos y escribimos nuestras manos estan entrelazadas, es la ventaja de uno ser zurdo mientras el otro es derecho.

Suspiró mirando a la pizarra, pensando en mi historia de amor....

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