Soy Elena Maldonado Quintero, hija de Alejandra Quintero y Luis Felipe Delmoral por cuestiones del destino, termine siendo Elena Maldonado Quintero, hija reconocida de Sebastián Maldonado, quien se casó con mi madre y me dio su apellido, mi padre desde hace 50 años.
Desde mi infancia supe quien era mi padre biológico, y mantuve contacto con él, aunque mi madre jamás se enteró, supongo que en una etapa de rebeldía que todos llevamos dentro o solamente yo, bueno, lo cierto es que eventualmente viajaba a la ciudad donde él vivía porque allí viven parte de mi familia y mi madre es de esa zona, al igual que yo, nací ahí; en algunas conversaciones de adultos, que escuchaba a escondidas, pude conocer parte de los hechos que debían ser secretos para mí, así es que a la edad de 9 años ya conocía que mi padre biológico se llamaba Luis Felipe Delmoral...,
Como toda niña traviesa y muy perspicaz montaba trampas verbales para ir sacando información a propios y allegados cada vez que visitaba a mis familiares, tendría la edad de 12 años aproximadamente cuando junto a un primo decidí la aventura de conocerlo, y allí inició toda una serie de charlas amenas, él desde un principio sabía que era su hija, nunca hubo una queja, me decía que me amaba, que por situaciones de la vida no estaba con él, y poco a poco se convirtió en mi amigo, no mi padre, mi padre era y es Sebastián,.
Así transcurrieron los años, en cada visita descubría nuevos hechos que mi mente iba uniendo con otros ya conocidos y que a veces le pedía me explicará con la verdad, solo lo que sucedió, nunca exigí nada, siempre recibí lo que me ofrecía hasta que cumplí 16 años ya había terminado la secundaria y me preparaba para entrar a la universidad, allí surgió el problema que nos separó, ahora sé, que para siempre.
Me había enterado en ese entonces, que hubo una lucha por mi custodia estando recién nacida, que perjudicaba a mi madre, por unas mentiras que había dicho su esposa,¡ah!, porque no les había dicho que el Señor estaba casado cuando estuvo con mi madre, casadísimo, es más tenía dos hijos, es decir, tengo dos hermanos mayores, y uno prácticamente dos o tres meses mayor que yo, bueno el hecho es, que descubrí una historia terrorífica de esos años, y por supuesto yo quería solamente la verdad, el señor es un cínico mentiroso, .
Nos citamos en una pequeña refresquería en un centro comercial al que asistíamos frecuentemente cuando estaba allí, ese día recuerdo estaba muy a la defensiva y comencé mi ataque verbal, él me respondía con medias frases, pidió algo de comer y unos refrescos, luego me preguntó si ya había hablado con mi madre sobre nuestra situación, que queríamos conocernos como padre e hija, que siempre quiso tenerme con él, porque había decidido que estudiará derecho, ya tenía el cupo en la universidad y un apartamento para qué me mudará, lo que él no sabía era que yo conocía la trama de una lucha de poderes si se puede decir así en donde mi madre termino muy afectada cuando era pequeña.
En ese momento discutí, dije muchas barbaridades, igual él me contestaba, y al final terminé diciendo que era un farsante, siempre quiso vengarse de mi madre y la única forma era demostrando que el sí podía darme una educación, un apellido y un nivel social que mi madre no podría.
Corrí como loca por los pasillos del Centro comercial y él no pudo seguirme, ya que se detuvo a pagar, cuando salí agarré un taxi y me llevo a casa, lloré como loca, maldije volví a llorar y juré nunca más verlo y dejar todo así como si no hubiera ocurrido.
Hoy a 36 años de eso vuelve el pasado a recordarme mi error, no me arrepiento de lo que soy, pero sí, de haberlo abandonado de esa manera, pero mi orgullo nunca me dejó, y más cuando sentía tener la razón, ya es tarde, murió y no sé que me espera con respecto a esa situación. He pasado la noche en vela, recordando todos los encuentros, sus palabras y con la incertidumbre de un sobre que no sé que contiene.
Decidí abrirlo en la mañana, cuando mi hija y mi nieto no estén en casa, así podré desahogarme sola, pensar con calma que debo hacer. Son las 7:15 am me levanto, voy al baño, necesito una ducha fría para reactivarme, tardo unos 15 minutos, me alisto y voy por un café bien cargado, desayuno con toda la calma, y pues vamos por el sobre me digo, "al mal tiempo darle prisa".
Me siento en la cama y destapo el sobre, contiene otro sobre más pequeño y una carta, es de mi padre, no tiene fecha y comienzo a leer.
Querida Elena mi hija amada, cuando estés leyendo esto ya no estaré en este mundo para abrazarte, lo cierto y más importante que necesito que sepas es que te amé con locura a ti y a tu madre, nunca tuve el coraje para reconocerlo, cuando llegué a su vida ya era un hombre casado con dos hijos como bien lo sabes, y ella cambió mi vida, la amé como a nadie; sin embargo, mi familia no iba a permitir que me divorciará de mi esposa, quien siempre fue un compromiso moral más que amor, una imprudencia de juventud que trajo como consecuencia un embarazo al cual tuve que responder con honor como dijo mi padre, desde allí solo malas decisiones que tomé, pero el paréntesis en mi vida, siempre fue el amor que viví con tu madre, y quedo así ese espacio importante del amor más hermoso, Elena quiero que sepas que desde el principio siempre fuiste una hija deseada, con mucho amor fuiste concebida, por mi parte y sé que tu madre también me amo, no fui el hombre apropiado para ella, fui un imbécil que prefirió su apellido, su posición económica antes que el amor.
Pero también sé que mi querida Alejandra ha sido feliz, cambió mucho, pero ha estado bien al lado de un hombre que la ama.
Mi reina esto no es para estar triste, no necesitamos perdonar nada, siempre es mejor lo que sucede, lo desconocido es incierto, eres una gran mujer, fuerte, decidida, con valores que te hacen especial, por esto te envió en este sobre otro más pequeño que contiene un cheque, es tuyo, no podrás rehusar a aceptarlo, ya que estaré muerto, puedes hacer lo que quieras con ese dinero, sé que no has tenido una vida fácil, pero, si muy honesta, además está una llave de un casillero en el banco son algunas bobadas, pero son tuyas.
Quiero que sepas que reconocí públicamente que eres mi hija y, por tanto, estarás en mi testamento, es mi última voluntad y sé que defenderás lo que te pertenece, ya que existen muchas personas interesadas en que tú no aparezcas. No puedo obligarte a nada y más cuando sé que esto cambiará tu vida, por ejemplo: hablar con tu madre; no tienes que prometerme nada, ya no estoy, pero por ese amor que te tengo acepta todo. Esta carta es tuya, puedes mostrarla a quien tú consideres, ya no hay inconveniente, y si tienes algún problema llama a Enrique Olivera Castillo es como un hijo para mí; él sabrá como ayudarte muéstrale la carta, así entenderá lo que debe hacer.
Te amo con todo mi corazón.
Tu Padre Luis Felipe Delmoral Sánchez
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 115 Episodes
Comments
Adoración del Carmen Martinez sonni
ya viene lo bueno 🫡🫡🫡
2024-07-28
1
Asnoldo Ordoñez
me tiene atrapado
2023-11-15
2