CAPITULO 19

...*Enso*...

Voy por los cielos en el dragón de Amelia mientras veo todo mi reino, estoy llegando a los límites de mi reino para empezar a buscar alguna señal del reino de hielo, después de volar un rato llego a donde ya no se ve nada verde, ahora todo está teñido de blanco lo que me daba una buena corazonada de que podría estar cercas, sigo volando por los cielos hasta llegar al punto donde supongo debería de estar el castillo de hielo, pero no logro ver nada más que nieve lo que me desilusiona hasta que siento como si el sueño se se separara, de la nieve surge un hermoso castillo de hielo que me dejó asombrado.

Sigo viendo el castillo hasta que escucho pisadas en la nieve que vienen detrás de mí y me volteo a ver quien es, al voltear me encuentro con una preciosa mujer de cabello rubio, ojos azules, nariz fina y unos hermosos labios un tanto carnosos que no puedo evitar ver, va vestida toda de negro lo que la hace resaltar entre toda la nieve.

Se acerca a mí con una mirada seria.

Reina Eira—¿Quién eres? ¿Qué haces en mi reino?— me sorprendo cuando saca una espada y me apunta con ella en el pecho.

Rey Enso—Soy el rey Enso del reino de tierra, vengo a hablar con los reyes de hielo— se sorprende al saber quien soy y poco a poco baja la espada.

Reina Eira—Yo soy la reina de Eira del reino de hielo— me sorprendo y hago una reverencia.

Rey Enso—Es un honor conocerla— me levanto y la veo a los ojos —Me gustaría poder hablar con usted— veo duda en sus ojos para después suspirar y asistir con la cabeza mientras empieza a caminar hacia el castillo, la sigo hasta entrar a un salón que supongo es el salón principal.

Reina Eira—Bien, dime que necesitas hablar conmigo— se cruza de brazos esperando a que hable

Rey Enso—Los reinos de los cuatro elementos están en peligro— se asombra ante mis palabras, después sus ojos demuestran tristeza —Hay seres de oscuridad que quieren acabar con nosotros, nos han atacado varias veces y creemos que la única forma de vencerlos es si juntamos a los reinos de los cinco elementos— por un momento se queda en silencio.

Reina Eira—Lamento informarle que mi reino no es el más fuerte por el momento, ya han atacado a mi reino, mataron a mis padres, a mi hermano y a muchas personas de mi reino, los pocos que sobrevivimos fue porque nos creyeron muertos— no esperaba eso.

Rey Enso—Lamento mucho lo que pasó con su reino, pero la necesitamos su majestad— se mantiene seria esperando a que continúe —Si quiere que lo poco que queda de su reino sobreviva la única opción es pelear junto a nosotros, nos hemos reunido los cuatro elementos, pero nos falta el quinto y creemos que sin el quinto terminaremos todos muertos—

Se mantiene en silencio pensando en mis palabras, los minutos me parecen eternos hasta que habla.

Reina Eira—Está bien, lucharé a su lado—sonrió asistiendo con la cabeza y cuando estoy por hablar ella me lo prohíbe —Supongo que tendremos que viajar al reino en el que ha habido más ataques, pero lo haremos al amanecer, ahora es muy tarde para ir y supongo que es un viaje largo, ¿Le parece bien si cenamos y después le muestro la alcoba donde puede descansar?— asisto con la cabeza.

Rey Enso—Le agradezco mucho su hospitalidad— le hago una pequeña reverencia.

Reina Eira—Sígame al comedor— le agradezco y camino detrás de ella hasta llegar a un comedor totalmente blanco donde tomó asiento al lado de la reina Eira, al principio comemos en silencio hasta que ella se encarga de romperlo.

Reina Eira—Y usted ¿Es casado?— me toma por sorpresa su pregunta.

Rey Enso—No, no soy casado, yo reino junto a mi hermana gemela— asiste ante mi respuesta —¿Usted está casada?— no sé por qué le pregunte eso, es como si solo saliera la pregunta sin pensar.

Reina Eira—No soy casada— responde y noto una pequeña sonrisa que trata de esconder, pero alcanzo a ver lo cual se me hace muy tierno y no puedo evitar detallarla mientras come, y solo puedo pensar en lo hermosa que es.

Reina Eira—¿Qué sabe sobre ellos?— no hace falta que diga quiénes para saber de qué habla.

Rey Enso—Lo que sabemos es que quieren acabar con nosotros, quienes ser los únicos con poder, aparte hay una antigua profecía que dice que no acabaremos con ellos, parecerá que si, pero regresaran y los únicos que podrán acabarlos son los descendientes de los cinco elementos— al terminar de hablar nos quedamos callados hasta que ella lo vuelve a romper.

Reina Eira—¿Entonces mi hijo que todavía no existe tendrá que enfrentarse a los seres de la oscuridad?— suena tanto a la reacción de mi hermana que me causa un poco de gracia que logró disimular.

Rey Enso—Si, no sabemos cuando o ni como, pero al parecer está marcado en el destino de todos los hijos de los reyes de los cinco elementos — parece que está procesando mis palabras hasta que se levanta de la silla y yo hago lo mismo.

Reina Eira—Creo que lo mejor es que nos vallamos a descansar, mañana saldremos muy temprano— asisto y salimos a un pasillo, ella me guía hasta la alcoba en donde dormiré esta noche, nos despedimos y entró a la habitación, por más que intento me cuesta dormir, no paro de pensar en la reina Eira, siento en su mirada tristeza y la furia por lo que le paso a su reino y a su familia lo que me hace pensar que es muy fuerte para seguir de pie luego de tal tragedia.

Llega el amanecer diciéndome que es hora de partir al reino de fuego, me asisto y salgo de la alcoba encontrándome con la reina Eira, nos saludamos y caminamos a la entrada del palacio donde aparece el dragón de Amelia, estoy por subir cuando siento una mano en mi brazo deteniéndome, al voltear me encuentro con la reina Eira viendo al dragón con un poco de temor.

Reina Eira—¿Viajaremos en eso?— me parece un poco graciosa la forma en la que lo dice.

Rey Enso—Si, es inofensivo, es de mi amiga Amelia— se queda atenta a mis palabras así que continuo —Me lo presto para llegar rápido— le extiendo la mano y con un poco de desconfianza la toma y sube detrás de mí en el lomo del dragón, después de asegurarme que este bien y no tengamos un accidente le pido al dragón que nos lleve con su dueña y rápidamente se alza el el cielo mientras siento como unas manos se aferran a mi pecho, prefiero no decir nada para no hacer sentir incomoda a la reina Eira, todo el viaje en dragón se aferra a mi hasta que llegamos, sin duda fue uno de los mejores viajes de he tenido y de los que más recordaré.

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