CAPITULO 5

...*Neil*...

Los días en el palacio de fuego son tranquilos, al parecer todos aquí tiene diferentes formas de pasar el tiempo, a los reyes les gusta estar juntos y convivir con su pueblo, lo que más he notado es que a la princesa Amelia le gusta mucho estar fuera del castillo en especial en el bosque, la he visto cabalgar y su sonrisa cuando va en su caballo es algo que sin duda me enamora, pero la forma en la que me trata solo hace que me planteé mucho el cómo será nuestro matrimonio y si alguna vez ella llegara a sentir algo por mí.

Voy paseando por el inmenso jardín que hay al frente del palacio y no puedo evitar detallar lo grande que es y como está todo lleno de flores rojas.

Siento que he pasado demasiado tiempo afuera y decido entrar y caminar por los inmensos pasillos cuando escucho a la reina Bedelía y a Amelia que no parece muy contenta, sin poder contenerme me asomo por la puerta y me maravillo al verla con un vestido de novia que la hace ver aún más hermosa y en lo único que puedo pensar es en el momento que camine hacia mí frente al altar.

Llego al comedor donde el rey ya está y hago una reverencia.

Rey Adam:—Príncipe Neil espero que esté disfrutando el estar aquí— dice con seriedad.

Neil:—¡Claro!, tiene un hermoso castillo y un pueblo encantador—

Rey Adam:—Me alegro de que le guste tanto el reino como el pueblo considerando que pronto serán de mi hija y suyos— notó su mirada sobre mí y solo asiento con la cabeza.

Rey Adam:—Solo le pido que cuide de mi hija, es mi más grande tesoro y solo quiero que sea feliz— notó su mirada llena de melancolía —Sé que su carácter no es muy fácil, pero si la conoces en realidad te darás cuenta de que es la persona más hermosa y no solo hablo de su físico—

No tengo tiempo de responderle, ya que llega la reina y la princesa Amelia, luego de hacer las reverencias correspondientes nos sentamos en el comedor con un silencio que el rey se encarga de romper.

Rey Adam:—Hija el príncipe y yo estuvimos hablando y me dijo que no ha tenido oportunidad de ir al bosque así que le dije que tú podías mostrárselo— el rey habló calmado esperando la reacción de su hija y no pude evitar voltear a verla y pude notar que su cabello se levantaba un poco como a punto de prenderse pero logró controlarlo.

Amelia:—Si ya te comprometiste en mi nombre no tengo otra opción padre— dice viendo al rey y luego se voltea y mirándome a los ojos dice —será un placer mostrarle el bosque— era muy evidente el sarcasmo en su voz, pero preferí no decir nada y solo asentí con la cabeza.

Luego de esa corta interacción con la princesa hablamos de temas sin importancia hasta que ella decidió levantarse de la mesa.

Amelia:—La comida estuvo deliciosa y la compañía es encantadora, pero iré a las caballerizas preparando a los caballos para cuando guste hacer el paseo— solo pude verla dar vuelta y salir, parece que lo que más le gusta es salir del comedor antes de dejarnos hablar.

Reina Bedelía:—Lamento la actitud de mi hija, este matrimonio no es fácil para ella, menos considerando que siempre soñó con reinar sola— dice y veo su nerviosismo.

Neil:—No tiene que disculparse su majestad— digo con cara de seriedad tratando de no demostrar que en realidad me afecta la actitud de Amelia.

Neil:—Creo que iré a las caballerizas con la princesa— digo mientras me levanto de la silla —Con permiso yo me retiro—

Salgo del comedor y camino a las caballerizas donde la encuentro acariciando a su caballo blanco, al notar mi presencia deja al caballo y se acerca a otro caballo café.

Amelia:—Puede ocupar este caballo, príncipe— dice y voltea a su caballo.

Neil:—Yo considero que sería mejor si nos llamamos por nuestros nombres, al fin en una semana seremos marido y mujer— digo con una sonrisa inocente que sé que la hará enojar bastante.

Amelia:—No creo que sea buena idea—termina de decir para salir trotando muy rápido con su caballo.

Logro seguirla y me mantengo a su lado viendo todo el hermoso bosque que se tiñe de color rojo muy representativo de todo el fuego que habita en el reino, debería intentar llevarme bien con ella, pero su actitud hace que quiera alejarme y solo me pongo mi máscara de seriedad tratando de que no note todo lo que siento por ella.

Neil:—No sé si ya te lo dijeron tus padres, pero mañana viajaremos al reino de la tierra y después iremos al reino del agua– la veo esperando alguna reacción y la única que notó es sorpresa.

Amelia:—¿Por qué viajaremos a los dos reinos?— frunce el ceño demostrando su curiosidad.

Neil:—Vamos a invitarlos a la boda y a tratar de crear una alianza que beneficie a todos los reinos— Me sorprendo cuando notó una pequeña sonrisa en su rostro.

Amelia:— ¿Y qué les vas a proponer otro matrimonio? ¿Seremos cuatro en esta relación?— Su comentario me hace soltar una risa irónica.

Neil:—No te preocupes, cielo que no me tendrás que compartir.— Su cara se transforma y veo indignación en su mirada.

Amelia:— Yo lo decía, por lo contrario, mientras menos te vea será mejor para mí— sigue cabalgando sin importarle si la sigo o no.

Neil:— Es una lástima porque vamos a pasar tanto tiempo juntos que vas a terminar enamorándote de mí— digo y ahora soy yo el que se adelanta.

Después de eso la escucho gruñir de molestia y seguirme, poco después decidimos ir al palacio y al llegar un criado se encarga de los caballos y entramos para dirigirnos cada quien a su habitación cuando sin evitarlo le digo.

Neil:—Descansa cielo, mañana tendremos un gran día juntos— me acerco lo suficiente para escuchar su respiración acelerada y puedo apreciar más de cerca sus hermosos ojos y antes de que reaccione le doy un beso en la comisura de la boca y entró a mi habitación.

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