CAPITULO 12

...*Amelia*...

La boda fue tranquila y terminó temprano, pasamos la tarde junto a nuestros amigos y padres, estábamos cenando teniendo una charla amena o al menos todos la tenían menos yo que solo pensaba en lo nerviosa que estaba y en que no quería que fuera la hora de dormir, es la primera vez que duermo con alguien y eso me tenía dando vueltas la cabeza, cuando menos lo espere ya todos se estaban despidiendo para dirigirse a sus alcobas, sin tener otra opción me levante de la silla.

Neil:—Amelia, ¿nos vamos a dormir?— Neil tenía una sonrisa de lado que solamente me ponía más nerviosa y sin tener de otra asentí con la cabeza y empecé a caminar, a los pocos segundos escuché sus pasos atrás de mí y cuando me di cuenta ya lo tenía al lado.

Neil:—¿Qué sé siente estar casada?— Su sonrisa crece y yo no sé que responder.

Amelia:—Siento lo mismo que antes de que estuviera casada— digo con seriedad.

Neil:—Tus palabras me duelen— lleva una mano a su pecho y hace un puchero que lo hace ver tierno —Para mí se siente diferente, puedo decir que ya me encanta estar casado—

Amelia:—No deberías de estar tan emocionado— le doy una sonrisa maliciosa —apenas llevamos unas horas casados, puede que después ya no te guste tanto este matrimonio— parece nervioso, sigo caminando y cuando llego a la alcoba me dirijo al vestidor donde cambio el enorme vestido que traigo por un camisón blanco de seda.

Cuando salgo me encuentro con Neil sin camisa, al escucharme salir se voltea y veo que sonríe mientras me recorre con la mirada lo que me hace cruzarme de brazos.

Neil:—Te ves hermosa, cariño— Sus palabras me hacen sentir nerviosa.

Amelia:—No vamos a tener sexo— suelta una risita.

Neil:—Yo nunca dije que tendríamos sexo, solo dije que te veías hermosa— se acerca a mí con lentitud —Aunque si quieres que tengamos sexo solo dime— mientras habla pasa su brazo por mi cintura y me acerca su cuerpo, siento su respiración juntarse con la mía lo que me hace temblar, lo único que puedo ver son sus ojos de un color intenso.

Neil:—Cuando te tengo así lo único en lo que puedo pensar es en besar esos hermosos y tentadores labios— no me da tiempo de decir nada cuando siento sus labios sobre nos míos de forma lenta y húmeda demostrando mucha pasión con su beso, sin darme cuenta le regreso el beso hasta que me quedo sin aire y me veo en la obligación de separarnos, nos quedamos viendo a los ojos y luego él suspira y junta su frente con la mía mientras cierra los ojos y lo escucho suspirar.

Neil:—Amelia yo sé que este matrimonio no es lo que los dos queríamos, pero en el tiempo que llevo conociéndote sea poco o mucho me he enamorado intensamente de ti— Sus palabras me dejan dejar sorprendida —Yo sé que no soy tu persona favorita, en el pasado fue una persona horrible contigo y de verdad lo lamento, pero también sé que sientes algo por mí, lo sé por la forma en la que me acabas de regresar el beso—

Amelia:—Nunca he estado enamorada así que no sé cómo se siente, pero si estar enamorada es ponerme nerviosa cuando te veo, perder la respiración, no dejar de pensar en ti y sentir que me tiemblan las piernas entonces estoy perdidamente enamorada de ti— no dice nada lo que me pone nerviosa.

Amelia:—¿Solo te vas a quedar callado?— parece que mis palabras lo traen a la realidad porque de repente me empieza a dar pequeños besos en toda la cara lo que me hace reír.

Neil:—Es lo mejor que he escuchado— me abraza por la cintura —Entonces si ya no me odias ¿que te parece si hacemos este matrimonio funcionar?—el que quiera intentarlo me hace feliz, aun cuando jamas lo vi como una opción.

Amelia:—Bueno, creo que ahora somos un matrimonio de verdad— me sonríe y puedo jurar que es la sonrisa más linda que he visto en mi vida.

Neil:—Creo que ya deberíamos de dormirnos amor, mañana va hacer un gran día— le sonrió y cuando menos lo espero me carga y terminamos juntos en la cama, nos acomodamos y dormimos abrazados después de besarnos un par de veces.

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Desperté y vi que Neil tenía una de sus piernas sobre las mías, y su brazo alrededor de mi cintura, empiezo a acariciar su cabello y siento que se remueve y da un pequeño gruñido que me resulta tierno.

Neil:—No pares de hacer lo que haces— me da risa como suena adormilado aun.

Al escuchar mi risa levanta la cabeza y sonríe.

Neil:—Buenos días amor, ¿Tiene mucho que despertaste?— aprieta más mi cuerpo con el suyo.

Amelia:—Buenos días— digo dándole un pequeño beso en los labios —No, tiene poco que desperte—

Neil:—Tenemos que levantarnos, pero de verdad quiero quedarme así más tiempo— mete su cabeza en el hueco de mi cuello suspirando lo que me da cosquillas.

Amelia:—Podemos quedarnos así unos minutos más— asiste con un murmullo.

Nos quedamos acostados unos minutos para después arreglarnos y salir de la alcoba y caminar al comedor tomados de la mano, al llegar ya estaban todos ahí esperándonos.

Amelia:—Buenos días— les sonrió a todos y mi padre se levanta de su asiento y se dirige hacia mí.

Rey Adam:—Buenos días mi pequeña— me da un beso en la frente y me susurra al oído —No se que pasa entre Neil y tu pero me alegra ver esa hermosa sonrisa y el como te brillan los ojos—

Sus palabras causan en mi una alegría inimaginable e instantáneamente volteo a ver a Neil el cual me regresa la sonrisa.

Rey Anil:—¿Listos para la coronación?— se acerca hacia nosotros, le da unas palmadas a mi esposo en la espalda y a mi un beso en la mejilla.

Neil:—Más que listos padre— nos dirigimos a nuestros asientos y empezamos a comer charlando un poco con todos.

al terminar el desayuno todos nos dirigimos a nuestras habitaciones para prepararnos para la coronación.

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