Capitulo 9

*Al****i****ce*:

Entré a mi casa como lo hacía todas las noches… Mis hombres cada que me veían llegar se acercaban hacia mi para lo que necesitara. ME abrieron la puerta ayudándome a bajar.

Alice: ¿Ha venido por aquí Yodo?

Hombre: No señora.

Sonreí asintiendo con la cabeza… Caminé hacia la entrada, uno de mis hombres abrió la puerta. Entré agradeciendo.

De nuevo estaba en casa, vacía, sola… Me acerque hacia las escaleras subiendo como siempre.

Las mañanas trataba de concentrarme en todo lo que podía que era el trabajo, pero las noches eran lo peor para mi. Abrí la habitación y siempre se me formaban esos recuerdos de los momentos más felices que tuve con William.

Miré la cama arrojándome a ella, tomé una de las almohadas abrazándola con gran fuerza. Mis lagrimas empezaron a caer como cada noche que recordaba que me hacía falta su presencia. Era como que el dolor solo por las noches se hacía presente.

Alice: Como te extraño William… Que difícil es no tenerte cerca de mi…

Cerré mis ojos tratando de descansar un poco antes de tomar la ducha… Necesitaba perderme en mi sueño aunque sea unos minutos.

(…)

3 horas después:

(Escuchen- You & Me)

Me removía de un lado y del otro en la cama, teniendo a lo mejor un mal sueño… Abrí mis ojos desesperada… Me senté en la cama mientras respiraba desesperadamente… Estaba sudando demasiado tanto que había humedecido la almohada y no sabía si eran mis lagrimas o el sudor pero mis ojos estaban demasiados húmedos.

Cerré mis ojos inhalando un buen de aire, los abrí percibiendo el aroma inconfundible de William. Miré por toda la habitación. Dejé reposar mi espalda en la cabeza…

Alice: Yo no se si todo lo que me está pasando me hará más fuerte o me matará. Pero como duele... Ya hemos tenido esta conversación Dios. Aun lo amo de verdad, ya no quiero amarlo mas, ya no quiere estar sufriendo me duele, ayúdame a olvidar... Hazme olvidarlo Dios. Pensar en él me duele mucho. Siento que mi corazón no le da paz ni a mi. Te lo suplico…

Mis lagrimas caían por mis mejillas, era como ese dolor que quieres quitar de tu vida pero por pequeñas que fueran las cosas volvían esos grandes recuerdos.

Levanté mis piernas abrazándolas, mi cabeza estaba entre mis piernas.

- “Alice”…

Levanté mi mirada… Miré por todos lados. Estaba completamente sola. Me removí un poco de la cama..

Alice: William…

Cerré mis ojos negando con la cabeza, parecía una loca hablando sola…

- “Estoy aquí”… “Estoy aquí contigo”

Me aparté las lagrimas de mis mejillas, abrí y cerré mis ojos tan rápido como me era posible. Me acerqué hacia la orilla de la cama, bajando mis piernas, sentí como una cálida brisa pasó por mis pies subiendo rápidamente de nuevo mis pies a la cama. Abracé la almohada… Me quedé completamente quieta.

- “Alice”

Alice: ¿William?

TRIIIIIIMP….. TRIIIMP….

Pegué tremendo brinco al asustarme por el sonido de mi móvil. Tragué saliva llevando mi mano hacia mi pecho. Me apresuré ahora si bajándome sin perder el tiempo con mis locuras, saqué el móvil de mi bolso, miré el identificador, pero no tenía numero ni nada. Rodé los ojos tomando la llamada.

Llamada:

- Diga…

Me quedé en silencio esperando a que alguien me contestara del otro lado del móvil.

- Diga… Hola.

Me aparté el móvil del oído mirando que estaba parpadeando de un mensaje. Mi móvil aun estaba en conexión con la llamada pero no marcaba ningún número… Tragué saliva al ver que aun estaba parpadeando.

- “Alice”

Me giré hacia mi armario donde había percibido la voz. Me puse de pie, caminando hacia la entrada de mi armario. Metí mi mano palpando suavemente en la pared encendiendo la luz. Me removí rápidamente, asomando un poco mi cuerpo hacia el armario donde aun tenía la ropa colgada de William, estaba escorada como a él le gustaba y en el orden que a él le gustaba según por su orden de día. Sonreí negando con la cabeza.

Miré fijamente de nuevo el móvil. El mensaje seguía parpadeando. Sin terminar la llamada, salí de mis llamadas para entrar al ícono de los mensajes.

Buscaba el mensaje pero no tenía ni uno solo pendiente tal y como me estaba marcando el iconito de mensaje pendiente.

- “Alice”

Aparté mi mirada del móvil, empezando a dar pequeños pasos hacia dentro del armario, giraba mi cuerpo para mirar hacia atrás, esperando que nadie se asomara. Llegué hasta el final donde había una cajita con mi nombre y una carta… Entre abrí mis labios viendo que era una cajita como de uan sortija. Caminé lentamente hacia ella, me puse en el piso sentándome sobre mis piernas.

Miraba fijamente hacia la cajita… Pasé mi mirada hacia mi alrededor, cosa que nunca había revisado esta parte del armario desde que compré la casa.

Asenté mi móvil en esa pequeña mesita tomando la cajita… La abrí muy despacio admirando la sortija de compromiso jamás vista en mi vida. Me llevé una mano cubriendo mis labios sin poder articular palabra… Era una sortija con un diamante en color rojo con su acompañamiento de una sortija de promesa.

sortija de compromiso y promesa

Mis ojos se llenaron de lagrimas al admirar lo que para William hubiera sido entregármela en persona. La dejé en la mesita tomando la carta que estaba a su lado. Abrí el sobre sacando la carta que estaba dentro. Aparté mis lagrimas sosteniendo la carta…

(Escuchen- The power of love, Celine Dion)

Carta:

Amada Alice

Dicen que el amor nunca ha sido fácil y es cierto, enamorarnos es parte fundamental de nuestro desarrollo humano y con éste llegan muchos aprendizajes. Conocer nuestras fortalezas y nuestras debilidades desde un punto compartido con otra persona es algo que llega con el enamoramiento, durante este proceso tenemos vivencias positivas y negativas, desafortunadamente al tener un inicio tiene un fin y eso es lo más complicado de asimilar y aceptar.

Sin embargo tenemos una gran ventaja que nos permite no pausar nuestra vida y vivencias cuando ese amor se marcha de nuestro lado; iniciar un proceso terapéutico que nos permita adquirir herramientas y nuevos conocimientos es la mejor opción para así lograr recuperar nuestra estabilidad emocional a través de la correcta vivencia de un duelo por una pérdida o una partida.

Durante tu proceso podrás expresar tus emociones respecto a esa vivencia a través de diferentes ejercicios que puedes trabajar contigo, te recomiendo que des la importancia suficiente a tu proceso para que puedas liberar ese puñado de emociones que aquejan tu vida por los sentimientos de tristeza, abandono y soledad que quizá te invadirán. Al trabajarlos de manera correcta te comparto que verás resultados positivos en tu vida.

Hermosa Alice… Conocerte fue maravilloso, me enseñaste a amar, pero como todo inicio tiene un final nuestro amor lo tuvo y hoy no estamos juntos. Quiero que sepas que muchas veces lloré por ti en silencio, al mirarte como te esforzabas día con día para cuidarme y no decaer mientras lo necesitaba, tus días no serán los mismos desde que he partido, nuestro destino cambió, me extrañarás todos los días después de mi partida, mantuve siempre la esperanza de algún día volver a verte y no fue así, nunca ocurrió, sufrí por ti, me sentí abandonado, mis esperanzas de volverte a ver poco a poco se fueron, mi felicidad y mi sonrisa se marcharon contigo.

Nunca olvidaré cuando te volví a ver por primera vez, eras una persona bella realmente, las veces que fui feliz en tus brazos serán siempre buenos recuerdos, el cariño que me trasmitías es único; como tú no hay dos, pero hoy cada uno tiene su propia historia de vida y rumbos diferentes.

Tu vida continuó sin mi, sigues adelante como las guerreras lo hacen, siempre me pensarás, pero no sabía cuál era tu objetivo, no sabía cuando llegaría la ilusión de volver a amar de nuevo como lo hice contigo, no sabia si el amor llegaría otra vez, comprendo que eras muy joven aún para saberlo, me olvidaste de ti misma, vivía por vivir, siempre anhelé estar a tu lado a cambio de lo que fuera, pero no apareciste, solo permaneceré en tus pensamientos.

Siempre me pregunte si pensabas en mi. Eso no lo sé, sólo tú conoces lo que sentías, solo tú reconoces si me extrañarás o no, aunque sabes; me gustaría descubrirlo, me gustaría comprender cómo la estas pasando sin mi; si lloraste como lo hice yo, pero supongo que no tiene caso porque hoy no estamos juntos, nuestra vida ha tomado caminos diferentes. Tu viva y yo… los dos sabemos cual es el final. ¿Cierto?

Será de verdad nuestro final o será quizá una pausa en nuestras vidas, lo desconozco, pero quiero contarte algo; conocí gente extraordinaria que me cambió la vida para bien, personas maravillosas que me dieron aliento para seguir adelante, quiero que sepas también que no te juzgo y tampoco juzgo tus acciones, yo solo quiero entender ¿Qué pasó? y lo más importante, saber cuando volverás a sentir la misma ilusión que sentí cuando estaba junto a ti. Sólo eso pido, he luchado y salí adelante por ti, no por mi, mmm… quiero que te esfuerces porque tu vida sigue sin mi, porque no puedo ni debo pausar tu destino por alguien que hoy no está contigo.

Es complicado entender que en la vida te encuentras con personas que quieres que se queden contigo mucho tiempo y éstas personas se marchan en un lapso de tiempo corto, pero comprendo que el destino tiene siempre algo preparado para todos y no siempre es lo que queremos, sino lo que necesitamos y si hoy no estamos juntos; quizá no era lo que ambos necesitábamos. Aunque tampoco sigas llorando… Te estoy viendo que lloras como si nunca me volvieras a ver (sonreindo)… Alice… Te estoy viendo. Voltea a detrás de ti.

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Alice

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