Capitulo 14 ...

Alice:

Entré a la oficina dejando mis cosas como siempre… Empecé a revisar cada uno de los pendientes que tendríamos hoy. Golpearon la puerta abriendo. Levanté mi mirada encontrándome con Trina.

Trina: Hola hermosa… Wooow… ¿Qué te hiciste?

Alice: Hola.. nada. ¿Por?

Trina: Esos hermosos ojos con un brillo especial.

Alice: Me siento emocionada, hoy es mi consulta con Siena.

Trina: ¿La doctora? Dime… estas…

Asentí llevando mis manos a mi rostro, escuché el grito eufórico de Trina sintiendo sus brazos rodeándome por completo, me emocionaba tanto en solo pensar que esto era posible… Me sentía como el alma se volvía hacia mi.

Las dos nos sentamos en los sillones que estaban en la oficina.

Trina: ¿Cómo te sientes?

Alice: He tenido unas nauseas, pero creo que es normal ¿No?

Ella asintió con la cabeza, tomó mis manos mirando la sortija de compromiso, levantó mi mano con una sonrisa y sus ojos llenos de lagrimas.

Trina: ¿Cómo es que no te lo habías puesto?

Alice: Amm… No lo había encontrado.

Trina: ¿Cómo que encontrado?

Alice: Bueno, es que me han estado pasando cosas. No sé como decírtelo.

Ella levantó una ceja algo curiosa en querer saber, lo cierto es que tampoco sabía como tomaría las cosas que me han estado pasando.

Alice: Bueno, estando en mi casa, siempre es lo mismo.

Trina: ¿Qué pasa?

Alice: Tengo sueños con William, haciendo el amor, jugando, corriendo, disfrutando un momento luego otro, me despierto percibiendo como que él está junto a mi, puedo sentir su aroma tan cerca que termina… bueno termino llorando ante su ausencia. Pero no sé… es como si estuviera observándome.

Ella sonrió pasando su mano por mi mejilla. Sus ojos empezaron a dejar caer sus lagrimas.

Trina: ¿que bonito sería traer de regreso a alguien del cielo verdad? ¿Te imaginas? Poder pasar un día entero con esa persona. Aunque sea un solo día, poder darle un último abrazo o un último beso, escuchar su voz por última vez y tener la oportunidad de volver a decirle Te quiero, Te amo y te extraño.

Entre abrí mis labios, asentí con la cabeza apartando mis lagrimas, lo que ella decía era lo que justamente quería decirle aunque sea por ultima vez.

Trina: Es normal que en tus sueños William aun esté presente, por que lo llevarás por siempre en tu corazón y ahora con el bebé es algo que a pesar que no está, él y tú tendrán esa gran conexión. Tanto que… Alice… ¿sabías que William creía entre sus locuras en la reencarnación?

Miré algo confusa ante las palabras de Trina, recordé que en su carta me mencionaba muchas cosas como volver a vernos pero quizá no físicamente sino de otra manera.

Alice: No del todo, pero anoche, te digo desperté escuchando su voz, luego mi móvil sonó nadie había del otro lado de la línea, luego había un mensaje escuchando claramente que pronunciaban mi nombre, me dirigí hacia donde estaba escuchando la voz y fue cuando descubrí una carta y la cajita con las sortijas de promesa y compromiso.

Negué con la cabeza… ella me tomó de la barbilla levantando mi rostro para que la mirara. Las dos nos miramos fijamente.

Trina: William creía mucho en la vida después de la muerte. Si bien puedo decir y sostener que A pesar que William te detestaba luego empezó a conocerte muy bien. Hasta me sorprendió tanto cuando me dijo que sentía muchas cosas… Como si en ti hubiera esa conexión. Cosa que es muy raro que las personas tengan. William pensaba en su momento cuando Alanis falleció que llegaría en otra mujer que lo lograría entender. No estoy diciendo que tú seas la reencarnación de Alanis por que eres muy diferente. ¿Pero te imaginas? Que alguien tenga la oportunidad de pasar al mundo de los vivos para seguir estando en tu compañía.

Solté un gran respiro, miré algo raro a Trina, sinceramente sabía lo que era la reencarnación pero no era algo que se pudiera vivir. Mi móvil sonó, sonreí viendo que era Alanis.

Alice: Alanis.

Trina: La pobre debe estar sometida con mi madre.

Alice: si escuché que se iba ir con ella.

Tomé la llamada poniendola en altavoz.

Llamada:

- Hola nena, estas en altavoz, esta Trina conmigo.

- Tía.

- ¿Qué sucede Alanis?

- Estoy en tu departamento. Tuve que escapar de mi abuela.

Tanto Trina como yo rodamos los ojos, típico de Alanis, pero también sabía que siempre lo hacía cuando sucedía algo que no le parecía.

- ¿Qué sucedió?

- Mi abuela se atrevió a golpearme una cachetada después que te insultó demasiado y claro que no lo iba a permitir, terminó por encerrarme en mi habitación con llave. Claro que Mina presenció todo y me ayudó a escapar.

- Esta bien. Quédate allí. Ahora le aviso a Yodo para que pase por ti.

- NOO… ÉL NOO.

Nos miramos entre sí, ambas levantamos los hombres, pero por su manera de pedir que no sea Yodo quien fuera por ella, algo debió pasar entre ellos. Solté un gran respiro.

- ¿Yodo no está en su departamento?

- Si, desde anoche está con otra mujer. Los vi. Pero no me importa eso. Solo quiero estar con ustedes.

- Trina: Cariño mando al chofer.

- Gracias tías. Las veo en un rato.

Terminamos la llamada, me había quedado completamente sin poder articular palabras por todo lo que Alanis nos había dicho.

Trina se puso de pie muy molesta. En verdad pocas veces eran los momentos que Trina se molestaba y cuando lo hacía ni Dios padre la podía controlar. Así que saber que su madre había golpeado a Alanis estaba por dejar salir el gran enojo de Trina.

Trina: Mi madre me va escuchar.

Alice: Tu madre me odia a muerte.

Trina: Como te dije. Ella no tiene nada que hacer aquí… ¿Golpear a Alanis? Como si esa niña mereciera tratada como una niña. NUNCA LO VA ENTENDER.

Alice: Me sorprende mucho lo de Yodo en verdad. No lo puedo creer.

Trina: Como fuera… Yodo siempre ha sido muy prudente, pero tener a una mujer en su departamento. Tampoco lo comprendo.

Miré a Trina que se le empezaba a notar lo molesta que estaba. Caminó hacia la puerta girando antes de salir.

Trina: En la tarde van a dar lectura al testamento de William, estaría bien que toda la familia estemos junta.

Alice: No creo que tu madre le parezca.

Trina: Que mi madre no sea impedimento de que sepas la ultima voluntad de William.

Sonreí asintiendo con la cabeza. Ella salió cerrando con algo de fuerza la puerta. Miraba el móvil sin creer lo que me dijo Alanis, pero estaba más que claro que tuvo que ir a mi departamento para que Yodo no la encontrara o peor aun no estar con él.

Tomé el móvil haciendo la llamada directa a Yodo. Rodé los ojos, al ver que no me contestaba.

Llamada:

- Hola Alice.

- Vaya, hasta que contestas.

- Disculpe jefa. Tuve unos asuntos y no quería ser molestado.

- Me imagino… (sarcasmo)

- Por el tono que te mandas, me imagino que ya sabes lo que sucedió anoche.

- No, no sé de que me hablas. A menos que te hayas pasado toda la noche haciendo el amor con Alanis solo de esa manera entendería que no contestaras.

- En unos minutos más paso contigo, necesitamos revisar tus clientes agendados. Dejo a Livia donde tiene que ir y luego vamos a la agencia.

- ¿Livia? ¿Livia Watts?

- Si, está aquí, en mi departamento, en su habitación y yo en la mía.

- Claro, tráela.

Terminé la llamada rodando los ojos… solté tremenda carcajada ante lo que Alanis había creído al pensar que Livia y Yodo… pssss, eso estaba más lejos de que estuvieran haciendo algo malo. Pero todo por culpa de Yodo que no fue capas de hablar con Alanis y decirle las cosas como son en realidad en cuento a Livia.

Me levanté para empezar a revisar mis contratos y mis fechas. Además que tenía que organizar las presentaciones para el día de hoy y saber que pasaría también con Betsi.

Tomé el auricular para que Maite me citara a los modelos tanto hombres como mujeres al igual que la etapa adolescente… Hoy tenía que empezar a presentarlos para tener todo listo para mañana que era un momento que sería tan especial y emotivo.

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