Alice:
Entré a la oficina de Richard, él levantó su mirada encontrándose con la mía. Me sonrió dando pequeñas palmaditas al escritorio.
Richard: ¿Qué te sucede nena?
Solté un gran respiro sentándome en la silla frente a él. Podía saber que Richard que sin ningún problema me daría sus consejos.
Alice: La señora Thelma está aquí.
Richard: ¿Esta aquí?
Asentí con la cabeza viendo la cara de Richard mientras negaba con la cabeza. Soltó un gran respiro.
Alice: Al parecer, William en algún momento le habló de mi.
Richard: Tengo entendido que si lo hizo, pero cuando recién pasaron las cosas.
Alice: sin embargo nunca le dijo que él y yo tuvimos una relación.
Me sostuvo de las manos sonriendo.
Richard: La señora Thelma no es de temer. Tiene una información de ti, pero no la actual, cuando sepa que realmente estuviste con su hijo y lo feliz que lo hiciste créeme que enterás muchas cosas de ella. Además William no es que tuviera la mejor relación con su madre. Nunca la tomaba en cuenta para cosas importantes. Tú fuiste importante… a todo esto ¿Cómo te sientes?
Alice: Aun siento su presencia cerca de mi. Todo en mi casa me recuerda a él. Aprendí que el peor día del luto no es el funeral, ni la misa, ni el primer cumpleaños en la ausencia. El peor día de luto es un día normal, ese día que sigues con tu vida y pasa algo que te gusta y piensas en decírselo a esa persona y te aplasta el dolor de recordar que simplemente ya no está.
Richard: Alice, sé que estas pasando sola por todo esto. Ven a la casa, quédate unos días. Te ves triste
Alice: ¿Triste? triste es soñar con alguien que ya falleció y creer durante todo el sueño que esta persona sigue viva para luego despertar y darme cuenta que todo era un sueño.
Me levanté de la silla apartando mis manos en las de Richard. Él me siguió con la mirada, caminé hacia el ventanal admirando un poco de la vista que su oficina nos permitía mirar.
Alice: Todos me dicen... ya superaste su muerte. Yo les respondo: si me vieras por dentro llorarás conmigo. Solo he aprendido a ocultar mi dolor por que después de su partida. No hay un solo día que no me duela el alma por su ausencia. ¿Te das cuenta?
Miré hacia Richard, que estaba escuchando todo lo que le decía. Él asintió con la cabeza. soltó un gran respiro.
Richard: No es fácil desprenderse de una persona que te hizo ver la vida de otra manera. Ustedes se odiaban tanto, se molestaban el uno al otro y nunca nos dimos cuenta cuando ya se amaban y tenían planes.
Se puso de pie rodeando mis hombros con sus manos. Él pasó su mano suavemente hacia mi cabeza.
Richard: William sabía lo increíble que eres. Al menos tuvo oportunidad de conocer lo que realmente vales. Para serte honesto, ni con Camila lo llegué a ver tan entregado como lo hizo contigo. Se dedicó en cuerpo y en alma para hacerte sentir plena. Entiendo que su partida te ha dejado un gran vacío. Pero cuando te des cuenta, los recuerdos solo te llenaran de amor para salir adelante. William cumplió su propósito. Sería muy egoísta de nuestra parte no haberlo dejado partir.
Alice: ¿A que te refieres?
Richard: él ya sabía su final. Tanto que la noche después de hacerte el in vitro, esa noche te iba a proponer matrimonio. Me lo dijo Trina.
Entre abrí mis labios… Negué con la cabeza, nunca me di cuenta de sus intenciones y claro tampoco le pregunte al verlo tan vulnerable.
Richard: No te lo digo para que te sientas más triste. Pero quiero que lo sepas por que William, a pesar de haberse comprometido con Camila, nunca lo hizo de una manera especial. Cuando me lo dijo Trina y llegué a la casa vi todo lo que había preparado. Es más míralo.
Mi hermano tomó su móvil mostrándome un video que había tomado de todo lo que estaba en la parte del jardín de atrás de su casa. Sonreí sintiendo como mis lagrimas caían por mis mejillas. Era totalmente hermoso todo lo que habían hecho para ese momento especial.
Richard: Como te dije, con Camila solo entregó la sortija y listo. Contigo él fue muy diferente. Demasiado, quería hacer saber lo especial que has fuiste con él.
Lo miré mientras mis lagrimas caían sin poder contenerlas. Le entregué su móvil… en verdad me sentía tan especial para él. No tuvo que decírmelo tal cual, al contrario, siempre me lo hizo saber desde el primer encuentro en Milán.
Me di la media vuelta… Me sentía un poco más tranquila al saber que por nada del mundo William dejó de creer en mi. Así que su madre estuviera en este lugar quizá no aceptándome o peor aun que me ofenda o me diga cosas injustas. Eso me hacía sentir que tenía mucho, en verdad muchísimo por enfrentar. Para mi no era algo nuevo las críticas y los malos tratos.
Abrí la puerta, me giré mirando hacia a Richard, él me asintió con la cabeza.
Alice: William siempre creyó en mi. Así que demostraré que lo que los demás digan me tiene muy sin cuidado.
Richard: Esa es mi niña.
Le sonreí saliendo de su oficina, me sentía con fuerzas, quizá no las suficientes para entablar una conversación con la madre de William pero al menos… Le haría saber que William por muchas razones me quería a su lado. No me dejaría absolutamente de nadie.
Caminé con una gran seguridad hacia la oficina de William…. A mi oficina.
Maite levantó su mirada fijándola en mi. Le hice señal para saber si aun estaba la mujer allí, ella me asintió con la cabeza. Le sonreí en señal de triunfo.
Podrá ser muy la madre de William pero ni ella ni nadie me dirá que es lo que tengo que hacer y mucho menos me volverán a echar la culpa de algo que no tuve absolutamente nada que hacer.
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Alice
Richard
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Comments
Lerys Del Valle Granados
Así me gusta que mantenga esa fortaleza, y no te deje intimidar por nadie.
2023-07-11
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