Capitulo 17

Abby:

Miraba a la amiga de mi tía Alice, todos habían salido para poder tomar sus minutos mientras comían y descansaban un poco.

Abby: Así que eres amiga de mi tía Alice.

Livia: si. Yodo igual es mi amigo ¿lo conoces?

Asentí con la cabeza, ¿Cómo no iba a conocer a Yodo? Más bien todos lo conocen en este lugar.

Abby: Es el representante de muchas modelos aquí. ¿Eres modelo?

Livia: algo asi. Solo que no he tenido mucho el trabajo de modelaje, más bien de reportera.

Sonreí… Me agradaba esta chica, me gustaba saber que al menos que tenía amistad en común con mi tía y con Yodo. Por consiguiente Alanis también debe conocerla y ser su amiga.

Abby: Sabes entonces que Yodo tiene novia.

Livia: Si, muy encantadora… aunque me debe odiar un poco.

Levanté una ceja algo confusa ante sus palabras, ¿como por que la podría Alanis?

Abby: Bueno no creo. Alanis es una hermosa persona.

Ella sonrió asintiendo con la cabeza. Levantó sus cejas en forma de juego. Mi móvil sonó, tomé mi móvil viendo que me estaba llamando mi abuela. Rodé los ojos, después de lo que hizo mi abuela de mentirme para dar con Alanis no pensaba en tomar para nada la llamada.

Livia: ¿Contestarás?

Abby: No. Es mi abuela y creo que se ha portado muy mal con mi prima Alanis.

Ella miró hacia donde estaba Betsi caminando por la pasarela, miré igual a Betsi que tenía la mirada triste.

Abby: ¿La conoces?

Livia: No, pero es muy hermosa. ¿No crees?

Abby: si. Solo que ella es muy mala con medio mundo, sobre todo con Alanis.

Ella me miró un poco intrigada. Mordí mi labio inferior no queriendo haber dicho eso. Pensará que Alanis es muy odiosa con todo.

Livia: Bueno… Alanis no es agradable con los demás.

Asentí con la cabeza, miré hacia Betsi que me dio un poco de pena cuando se sentó en la pasarela limpiando sus lagrimas. Sinceramente Betsi ya sabía sobre Alanis y Yodo así que no era tan peligrosa tenerla cerca.

Abby: Es Betsi esta enamorada de Yodo.

Livia: Ya veo. Pero aun así, por que lo sé Yodo esta super enamorado de Alanis ¿No? Además no creo que él ande con una y otra. ¿O si? Por que si es así dime y lo castigamos.

Las dos reímos un poco fuerte captando la mirada e Betsi, ella nos dirigió una mirada que con solo saber nos estaba fulminando con la mirada. Se bajó de la pasarela acercándose.

Betsi: ¿Les parece gracioso?

Las dos levantamos la mirada, Livia se iba a poner de pie de seguro para enfrentarla, la sostuve de la mano negando con la cabeza… ella volvió a sentarse sonriendo sin apartarle la mirada.

Livia: ¿sobre que?

Betsi: Se que se burlan sobre que no puedo modelar en este evento. Tú Abby como siempre deseando todo lo que los demás tienen… Pero mírate siempre la sombra de Alanis. Sin ella no tendrías ninguna oportunidad de modelar.

Livia giró un poco hacia mi, mis ojos se llenaron de lagrimas, Betsi como siempre era demasiado dura en hablar y decir las cosas. Si estuviera Alanis ya la hubiera puesto en su lugar.

Livia me sostuvo de la mano apretando un poco.

Livia: Mira… no sé quien seas…

Betsi: Ni sé quien eres pero no hables. No conoces a este par de niñas que solo se la pasan burlándose de las demás por se hijas de los dueños de la agencia. Hay quienes nos esforzamos para tener un lugar y por personas como ellas siempre se nos niegan la entrada a estos eventos.

Me soltó de la mano poniendose de pie. Llevó sus manos a su cintura, empezó a caminar alrededor de Betsi, mientras que Betsi no le apartaba la mirada.

Livia: En ningún momento Abby dijo nada de ti, por el contrario. Tienes un terrible deliro de persecución muchacha. Además ellas no se tienen la culpa de ser quienes son. Al contrario.. Deberías hablarles con respeto. Sin ellas como bien dices no estarías pisando este lugar.

Betsi mi miraba tan feo, como si me tuviera la culpa que Yodo no haya llegado para saber lo que iba a suceder si ella participaría o no.

Betsi: Por estas estas sola, sin nadie a tu lado.

Livia la sostuvo del brazo mirándola directo, le negó con la cabeza. Betsi se asombró cuando la tenía del brazo a ella. Livia me miró.

Livia: Abby… nunca te achiques para querer caber en un lugar donde no te quieren. ¿Te suena…?

Betsi: Betsi Steffan.

Livia: Bueno Betsi… creo que has sido bastante grosera con Abby. Si ves que si fuera como tú esta niña como dices que es ya te hubiera tronado los dedos para sacarte de este lugar. Ahora le pedirás disculpas.

Betsi jaló de mala manera su brazo mirando hacia Livia que hablaba demasiado en serio. Me puse de pie acercándome a ellas…

Abby: No hace falta. No necesito disculpas de una persona como tú Betsi.

Me di la media vuelta saliendo del salón de ensayo. Miré a mi alrededor viendo a mi padre con Logan. Ambos giraron sonriéndome. Me apresuré a entrar en la oficina de mi madre. Mi mamá levantó su mirada. Entre abrió sus labios sabiendo que algo me había pasado. Se puso de pie para llegar hacia mi… Me senté en el sillón llevando mis manos hacia mi rostro… Mi madre se sentó rodeándome con sus brazos atrayéndome a ella. Me solté a llorar.

Trina: ¿Qué te sucede nena?

Abby: ¿Por qué todo mundo quiere a Alanis y a mi no?

Trina: ¿Qué? Abby… No digas eso mi amor. Todos te amamos. Tus tíos, tu padre, yo… Hasta la misma Alanis te ama eres como la hermana que siempre quiso tener. ¿Por qué dices eso?

Abby: Ella tiene un novio que la quiere.

Trina: Bueno cariño… Amm, sabes muy bien la situación que se dio con tu prima y Yodo, no es que todo mundo lo aplauda ni lo acepte, mira a tu abuela no le agrada la situación y está teniendo algo de problemas.

Abby: Si me dijo mi tía Alice. Odio a mi abuela que no la deja en paz.

Trina: No hables así.

Me aparté de mi mamá mirándola fijamente. Ella como siempre siendo una hermosa madre y mujer, admiraba mucho a mi madre. Siempre perfecta para mi padre y en todo momento siempre estaba para lo que él o yo necesitáramos.

Tomó uno de los mechones de mi cabello pasando detrás de mi oreja, apartó mis lagrimas. La miraba tan fijamente que lo que tenía que decirle no sé como lo iba a tomar, pero al menos Alanis lo sabía y ella siempre me apoyaba que teníamos que estar listas para cualquier cosa inclusive en nuestras primera vez…

Abby: Mamá.

Trina: Dime.

Abby: Amm… ¿Qué pensarías si te digo que me gustan personas diferentes?

Trina: Todas las personas somos diferentes. ¿Cómo que podría pensar?

Mordí mi labio inferior bajando la mirada, me daba pena en solo pensar que podría causarle un gran dolor con lo que tenía en mente para decirle. Me tomó de la barbilla levantando mi rostro para mirarla.

Trina: Soy tu madre… Antes que me lo digas ya lo sé. Sé a que te refieres cuando me dices personas diferentes, pero nadie es diferente en la sexualidad. A muchas personas les gusta las mujeres, a otros los hombres a otras personas les gusta los de su mismo sexo y no pasa nada. No por eso eres menos hija o menos mujer. Dimelo cariño.

Abby: Es que llevo tiempo dándome cuenta que…

Mi madre me miraba de tal manera que esperaba una respuesta de mi parte pero sentía que no podía. Me intenté levantar pero mi madre me tomó del brazo gentil mente haciendo que me volviera a sentar…

Abby: Me gustan las mujeres.

Me llevé las manos a mi rostro dejando caer mis lagrimas… No quería que mi madre me viera y sintiera vergüenza por mi… No lo podría soportar, al menos no de ella. Me tomó de las manos, levanté mi mirada sorprendiéndome de su hermosa sonrisa en su rostro… Me atrajo hacia ella donde las dos reposamos nuestra espalda sobre el sillón, pasó su mano sobre mi cabello dejando un beso en la frente.

Trina: ¿Me preguntas mi opinión con respecto del significado de ser madre de una hija lesbiana?

Mi madre esperaba mi respuesta… Asentí con la cabeza, ella tomó mi barbilla levantando mi rostro sin soltarme…

Trina: Escucha mi corazón, late por ti de la misma manera que hace un rato sin que me lo hayas dicho. Mi mente piensa lo maravillosa que eres, la excelente hija que tengo por nada del mundo la cambiaría y tampoco tus gustos. Crecí a mi hija con el amor del mundo y pienso envejecer viéndola muy feliz y sonriente con lo que gusta. Mi respuesta es muy sencilla mi amor. NO TENGO NINGÚN SIGNIFICADO. Tengo las mismas respuestas de quien eres, algo terca y rebelde, pero estas hecha perfectamente a tu molde. Así como me puedes dar sorpresas, igual otras hijas de otras amistades. Como te dije nena, siempre lo supe, me he dado cuenta en las platicas que siempre tenemos sobre las preferencias sexuales, prestabas atención a cada una de mis palabras… Te observaba cuando tu y Alanis opinaban sobre las modelos Alanis bastaba con decir, “si es bonita” pero tú mi amor, exponías tus sinceros sentimientos en decir: “Si es la mujer más hermosa que he visto”. Ahora que pienses en mujeres no te hace menos nena. Tú solita te vas formando como ser humano y a mi como tu madre me puedes contar lo que quieras. Claro no soy tu amiga. Soy tu madre antes que nada y quien mejor para saber lo que te sucede. ¿Durante mucho tiempo pensaste que no sabía?

Asentí con la cabeza, la verdad es que siempre que platicábamos nuestras platicas siempre nos llevaba sobre el mismo tema, tanto que sabía que para mi era muy importante saber la opinión de mi madre ante todo. Siempre ella terminaba la conversación después de escucharme dándome un fuerte abrazo y palabras de respaldo con su apoyo incondicional…

Abby: Por eso siempre me decias… “Siempre te apoyaré en lo que decidas”

Trina: Claro, nuestro trabajo como padres, no es cuestionarte y hacerte dudar, es guiarte, aconsejarte, caminar de la mano en un camino que tú misma decidas, siempre más tarde comienzo a procesar y me conecto más de cerca sin mis temores y reconozco que tuve que saber más sobre el tema ya que los prejuicios que se almacenan en mi disco duro desde niña van formateando mi forma de pensar y comportamiento futuro. Mis temores y aprehensiones surgieron pero por ti, en tus miedos también, con el ¿Qué dirá la familia? ¿Los amigos?, ¿En mi trabajo? ¿Tendré algún defecto, es genético? ¿Seré un homosexual encubierto en el armario? ¿haré abuela a mi madre o solo mascotas?

Las dos reímos ante las palabras de mi madre… Ella como siempre dándome animo y si, su apoyo que nunca me hacía falta.

Trina: También tengo muchos los temores respecto a ti hija: ¿Cómo será tu vida ahora? ¿Vivirá permanentemente una vida de lujuria y desenfreno? (soltando tremendas carcajadas) ¿La aceptará lo sociedad? ¿Será una buena profesional? Solo depende de ti. Luego de entender que el desconocimiento, el egoísmo y temores estaban afectando mi visión, pude avanzar a otra etapa, una etapa de mirar diferente, de aceptar que soy mamá y no la dueña de tu vida, que tienes la capacidad de sentir y escoger la vida que te parezca mejor, donde también está el espacio para equivocarse y rectificar su camino para buscar ser feliz. Que la mejor forma de ayudar a nuestros hijos tiene una base fuerte, que está en el amor y en encontrar la capacidad de expresarlo permanentemente. Gracias a esta experiencia he aprendido que las palabras no significan nada si no van acompañadas de hechos, acciones en el día a día.

Una vez superados mis miedos, mis comportamientos están siendo reales y honestos. Algún día conoceré a tus parejas y sabes que te voy a apoyar. Me siento orgulloso de Ti. Para mi eres excepcional.

Me arrojé a sus brazos, escuchando que la puerta se abrió… Mi madre me dio un beso en la frente. Me aparté de ella, Levanté mi mirada hacia mi madre que ahora había cambiado sus facciones, miré hacia la entrada viendo a mi abuela que también la mirada de una manera tan horrible.

Mi madre se puso de pie como si un resorte tuviera en el trasero. Sabía que algo había pasado por la manera en que mi madre miraba a mi abuela. Me iba a levantar para dejarlas solas y pudieran hablar. Mi madre me miró levantando una mano hacia mi, me detuve volviéndome a sentar…

Trina: Puedes escuchar hija.

Mi madre rodeó el escritorio sin apartarle la mirada a mi abuela. Se sentó haciendo señal a mi abuela para que se sentará, mi abuela me miró sonriéndome. Pero la mirada de mi madre era demasiado fuerte.

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