Capitulo 18

Alice:

(Escuchen- Cuando nadie Ve, Morat)

Me bajé rápido del auto, activé la alarma, me había demorado un poco por el excesivo tráfico que me impidió llegar a tiempo, la pobre doctora debe andar desesperada en ver que no he llegado. Me sentía totalmente emocionada, aunque ya tenía el resultado por la prueba que me hice quería escucharlo por la misma doctora.

Estaba completamente feliz, nerviosa, queriendo gritar, queriendo llorar. Abrí mi bolso tratando de meter mi móvil… pero este como que no quería entrar… Negué con la cabeza. Me estaba empezando a desesperarme sintiendo un tremendo golpe en mi cuerpo, cerré mis ojos del miedo de caer. … Me tambaleé apunto de caerme al piso pensando en lo peor, sintiendo unas manas fuertes que me sostuvieron de la cintura quedando a unos 5 centímetros del piso. Mis manos agarraron con tanta fuerza esos brazos que me sostenían. Casi llevándome a la persona conmigo.

Abrí mis ojos levantando mi mirada… Entré abrí mis labios al verlo… Negué con la cabeza… No podía creerlo. No esto no es real, es totalmente mentira. El hombre me sonrió fijando su hermosos ojos en mi.

Negaba con la cabeza una y otra vez, esto no… ¿Cómo?

El hombre me incorporó dejándome sobre el piso, pero la impresión que tenía era de esperarse.

Walter: Walter Waldos.

Alice: ¿William Wallace?

El hombre me sonrió, sacudí mi cabeza tratando de calmarme ante la impresión de este hombre que era totalmente igual a William… No me cabía la mente.

Walter: Walter. W- A- L- T- E- R… WAL-DOS.

Tragué saliva sin poder creer… Abrí y cerré mis ojos varias veces pero… ¿Qué rayos? Me restregué los ojos con una fuerza, abriendo de nuevo mis ojos pero era tan real que frente de mi tenía al mismísimo William Wallace.

Walter: ¿Estas bien? Tu prometido debe estar esperando.

El hombre me señaló el hospital… Estaba paralizada en su totalidad. No podía articular palabra. Reaccioné ante el hombre. De seguro pensaba que era una loca. Le extendí mi mano.

Alice: Alice… Alice Maxwell.

Walter: Vaya… Quien nos diría que nos volveríamos a ver.

El hombre me extendió su mano, estrechó su mano con la mía. Abrí mis labios sintiendo como una corriente tan cálida recorrió por cada uno de los rincones de mi cuerpo, hasta mi corazón supo reconocer la esencia de esta persona. Perfectamente igual a la esencia de William… Mis ojos se llenaron de lágrimas. El hombre solo me miraba con esa hermosa sonrisa como cuando nos dimos nuestro primer beso en la habitación de Alanis…

Mis lagrimas empezaron a caer por mis mejillas… él hombre se acercó a mi pasó suavemente sus dedos de una mano por mi mejilla, cerré mis ojos cuando sentí el calor del mismo William. Abrí mis ojos negando con la cabeza.

Walter: Todo saldrá bien. Te lo aseguro Alice.

El hombre me sonrió, viendo a William en este hombre, su aroma, hasta el mismo perfume que usaba William. Él no apartaba la mirada de mi mientras caminaba hacia su auto… Se subió a su auto… Bajó la ventanilla de su auto. Estaba totalmente paralizada. Tragué saliva cuando levantó dos dedos mandándome un saludo despidiéndose.

Aceleró su auto alejándose poco a poco de donde estábamos. Negué con la cabeza… Di varios pasos para ponerme en el camino viendo que el auto ya no estaba.

Alice: ¿Pero que fue esto? ¿Estoy soñando?

Me llevé mi mano hacia mi vientre sintiendo como un calor emanaba en mi cuerpo… Tragué saliva aun estaba en completo shock…

Angel: Señora Alice…

Abrí y cerré mis ojos, sentí que alguien se puso cerca de mi, levanté mi mirada viendo al abogado de Yodo.

Angel: ¿Estas bien?

Negué con la cabeza, me llevé mis dedos a mis labios… Tan difícil para mi que era creer en esto que no se lo que estaba sucediendo realmente.

Angel: ¿Alice? ¿Estas bien?

Alice: No, ammm… sii. ¿Qué hace aquí?

Angel: Traje a Siena. De hecho nos vamos a reunir con Yodo para saber lo que pasó.

Asentí con la cabeza… Le sonreí empezando a caminar hacía el hospital. Empecé a dar pasos apresurados… Negaba con la cabeza una y otra vez. Llegué al consultorio casi asesando y no sé si es por el hecho de ese hombre o por correr y llegar a tiempo.

Alice: La doctora.

Asistente: En un momento la atiende. Puede tomar asiento.

Tragué saliva, quien sabe si toda mi saliva ya la había tragado pero sentía una impresión al ver a ese hombre Walter… Walter Waldos. Me senté esperando a ser atendida por la doctora… Total mi mente estaba en otra situación.

Walter:

Me sorprendí al mirarla, una transición que llegué en el momento que tenía que ser.

Walter: Sigues hermosa, desde el último día que te miré… sigues preciosa. Si Alice Maxwell. Estoy aquí. No me iré está vez a ninguna parte.

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Alice

Walter Waldos (Cómo lo ve Alice)

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