Capitulo 2

Alice:

Me empujaba con el pie un poco para girar… Cerré los ojos. Quizá estaba haciendo mal pero mi lugar no solo era detrás de un escritorio y llevar toda esta compañía. Realmente lo poco que sabía era por lo que William me había enseñado.

Solté un gran respiro escuchando unos pequeños golpes en la puerta. Se abrió dejando ver su hermosa sonrisa de Trina, le hice señal para entrara. Ella no tenía que pedir permiso para entrar. Tenía más derechos que yo en este lugar.

Trina: ¿Estas bien?

Asentí con la cabeza. Me detuve pasando mi mirada hacia el cajón donde tenía la prueba de embarazo.

Trina: ¿Qué tienes? Es por que te dijo Denny.

Alice: Psss, me paso sus palabras de ese tarado. Amm, hace unos días me sentía mal.

Trina: Sé que esto de William aún lo has estado llevando para ti sola.

Levanté mi mirada hacia el techo sintiendo como mis lagrimas de nuevo estaban llenando mis ojos.

Alice: Lo extraño tanto. Mis días trato de ocuparlos en Alanis, en cosas que me ocupen la mente, pero las noches. Son tan difíciles. La habitación está impregnada de su aroma, por donde miré siento como estuviera todavía cerca de mi.

Tomé la manija del cajón abriéndolo por completo, ella caminaba para tomar asiento, saqué la cajita, extendí mi mano y ella levantó la mirada hacia mi. Entre abrió los labios tomando rápidamente la cajita. Sacó la prueba de embarazo. La miraba una y otra vez dando vuelta como si hubiera algún error.

Ella levantó su mirada…

Trina: ¿Qué harás?

Alice: Ya le avisé a Siena. Me quedan dos oportunidades en caso que desea tomarlas de nuevo.

Asintió con la cabeza, metiendo de nuevo la prueba me la entregó, la guardé de nuevo. Ella pasó rápidamente su mirada hacia las carpetas. Su mirada se fue en su totalidad a la que decía testamento.

Trina: ¿Lo has leído?

Alice: No. Me comentó Maite que tu madre llegó me imagino que para la lectura del testamento de William.

Ella soltó un gran respiro, se llevó sus dedos hacia su cabeza rascando un poco.

Trina: Alice… creo que William nunca le mencionó a mi madre nada de ti. No es por que no lo quisiera hacer, solo que… el día en que… Bueno William tenía muchos planes contigo.

Me puse de pie caminando hacia la ventana. De nuevo esa sensación de dolor estaba inundando mi ser.

Alice: William y yo habíamos hecho muchos planes, tantos que… ninguno se pudo cumplir.

Mis lagrimas empezaron a caer por mis mejillas.

Alice: Allí estaba yo, diciéndole adiós mientras mi corazón se partía en miles de pedazos. ¿Y como no? si me estaba despidiendo del amor que quise para toda mi vida.

Trina: Lo sé cariño. Me quedo corta en decirte algo que tampoco sé como sentirme. Pero William siempre me dijo lo mucho que le habías llegado al corazón. Puedo decirte que Lograste envolver el corazón de William.

Alice: ¿De que me sirvió?

Trina: De mucho, mírate, Alanis te quiere muchísimo. Hubieras escuchado como habló con Denny enfrentándolo.

Me di la media vuelta quedando frente a Trina, sonreía al escuchar que Alanis tomaba iniciativa para enfrentarse ante quien sea y como sea.

Alice: Alanis me ha sorprendido tanto, que no sé en que momento se convirtió en una mujercita. Supo mantenerse más que yo.

Trina: Debo decir que Yodo es una gran ayuda en como ahora Alanis se desenvuelve.

Asentí con la cabeza. Sin duda alguna Alanis me encantaba como estaba empezando a ser por ella misma.

Tocaron la puerta…

Trina: Adel..

Abrieron la puerta dejando ver a una mujer de mayor edad, que entró sin que le diera la autorización, miré a Trina que se acercó apresuradamente.

La mujer me miraba de pies a cabeza.

Thelma: Vaya Trina, como siempre hermosa, no cambias hija mía.

Trina: Mamá, ¿Cuándo llegaste?

Thelma: Hace unos días, dejé el mensaje a tu asistente pero veo que nadie te informó.

Trina: Mamá con todo lo de William.

La mujer le dio un fuerte abrazo, pero no me apartaba la mirada. Le sonreí mirando que su madre de William a pesar de su edad es una mujer muy guapa, distinguida y segura de si misma. Ella se apartó de Trina de nuevo pasando su mirada hacia mi.

Thelma: ¿Quién es… esta muchachita?

Trina me miró sonriendo, me extendió la mano para que me acercara… Le extendí mi mano justamente frente de la señora.

Alice: Alice Maxwell.

La mujer miró a Trina levantando una ceja mostrando una expresión como de molestia. Negó con la cabeza. Miró hacia mi mano pasando directo de mi saludo.

Trina: Mamá.

Thelma: Sé quien es esta mujer. Ni siquiera debería estar aquí en la oficina de tu hermano.

Trina: Madre…..

Thelma: Toma tus cosas y déjame a solas con mi hija.

Alice: ¿Disculpe?

Thelma: sé que eres la muchacha adoptiva de los Maxwell, la única culpable de la muerte de mi nieto así como de la misma Alanis. La esposa de William…

Entre abrí los labios, sentí como una flecha estaba atravesando mi corazón ante las palabras de esta Señora que realmente ni me conocía, ni sabía nada de mi. Negué con la cabeza.

Me aparté de Trina y de la mujer caminando hacia la puerta. Cerré mis ojos sintiendo un fuerte dolor en mi pecho. Solo esto me faltaba que esta mujer también se atreva a juzgarme sin saber absolutamente nada de lo que vivimos William y yo.

Trina: Alice, por favor espera.

Me detuve tomando la perilla, me di un poco la media vuelta sintiendo que mis lagrimas empezaban a caer por mis mejillas. Negue con la cabeza mirando a la madre de ellos.

Alice: No soy culpable de lo que me acusa. William y yo tuvimos una conexión. Pero creo que usted tampoco lo entendería.

Thelma: ¿Qué has dicho?

Abrí la puerta, no tratando de escapar, solo que no quería escuchar palabras necias de una persona que en este momento no entendería las cosas y lidiar con este tipo de personas no me agradaba. Bastante tuve con las inseguridades de William y sus dudas, al menos a él se los pasé pero a esta mujer que ni siquiera es capas de darme el saludo por respeto a la memoria de su hijo. No, no estaba para eso.

Salí de la oficina dejando a Trina y a su madre. Cerré pegándome en la puerta. Abrí mis ojos mirando a Maite que estaba teniendo una llamada en el auricular. Le sonreí, ella dejó el auricular acercándose hacia mi.

Maite: intenté que la señora no pasara sin ser anunciada.

Alice: No te preocupes no es tu culpa.

Me aparte de ella, quería estar sola, no quería que nadie me hiciera preguntas de lo que sucedió y mucho menos que me vieran de nuevo vulnerable con el tema de William.

Trina:

Miré que Alice salió demasiado triste y afectada por las palabras de mi madre. Negué con la cabeza.

Trina: No tenías que hablarle de esa manera.

Mi madre caminó sin importarle nada de lo que le dijera. Se acercó hacia el escritorio mirando las carpetas que tenía en el escritorio, me apresuré tomando las carpetas. Muchas veces William se molestaba que mi madre revisara sus cosas y por ser nuestra madre no le daba derecho para hacerlo aunque él no estuviera.

Thelma: ¿Cuándo se leerá el testamento?

Trina: En unos días.

Thelma: ¿Qué hace esa muchachita aquí? No tiene decencia…

Trina: Alice Maxwell, es una buena mujer… Lastima que tengas como siempre una opinión de ella muy errada y errónea de ella.

Thelma: Por favor hija… Esa mujer no debería estar pisando el piso donde pisó mi hijo ni mi nuera.

Trina: Mamá por Dios… No sabes nada.

Mi madre levantó su mirada, tomó una de las fotos de que estaba en el escritorio, sonrió mirando la foto de Alanis con su padre.

Trina: Alice…

Thelma: no me interesa nada que venga de esa mujer. Ya me imagino todo lo que hace para haber tenido que venir hasta aquí.

Trina: No te equivoques. William confiaba en ella. Para que te claro, todos confiamos en ella. Es una excelente modelo…

Thelma: Jaaaa, modelo. Con ese horrible corte de cabello. Solo un ignorante la contraría. El cabello es la herramienta de trabajo de toda modelo perfecta.

Negué con la cabeza, sentía como las palabras de mi madre me dolían hasta el alma.

Trina: NO TIENES NINGUN DERECHO DE EXPRESARTE DE ESA MANERA DE ALICE, ESE CORTE. SE LO HIZO PARA ACOMAPAÑAR A WILLIAM DURANTE TODA SU ENFERMEDAD. NO QUERPIA QUE ÉL SE SINTIERA SOLO NI DESPLADO. ESA MUJER… A LA QUE LE NEGASTE EL SALUDO ES LA UNICA QUE ALEGRÓ SUS DIAS DE WILLIAM, LO AMABA, LO AMA, DIO SU TIEMPO APARTADO SU CARRERA PARA DEDICARSE A TU HIJO. COMO MADRE LO DEBERIAS ENTENDER… ¿PERO QUE VAS SABER? SIEMPRE HAS SIDO LA MISMA EGOISTA QUE SOLO PIENSA EN TI Y SOLO EN TI.

Thelma: No me hables así.

Trina: TE HABLO COMO SE ME DE LA GANA… NO VOY A PERMITIR QUE TÚ NI NADIE VENGA A TRATAR MAL A ALICE. ELLA LO ERA TODO PARA WILLIAM, AMA A ALANIS, Y TU SOLO MIRAS SUS DEFECTOS. CON TODO RESPETO MADRE… PERO ALICE VALE MUCHO MAS QUE USTED….

Mi madre me miraba sorprendida al escuchar mis palabras, pero no me gustaba la manera en que la trato y mucho menos que la acusara de algo que ella nunca se tuvo la culpa, era como revivir las mismas palabras que en muchas ocasiones William le decía.

Me llevé conmigo las carpetas, no quería que mi madre estuviera enterada de nada de lo que William había dispuesto, le negué la cabeza apartando mis lagrimas. Caminé hacia la salida abriendo la puerta dejando sola a mi madre en la oficina. Cerré con gran fuerza, hasta la pobre puerta retumbo por el fuerte golpe.

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Alice

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