Capítulo 6

"Gracias por tu arduo trabajo, jefe", dije mientras dejaba atrás mi trabajo terminado y tomaba a Vira conmigo; ella parecía tímida, frotándose las manos.

"Mira, Noir, mencioné el acoso sexual, pero eso fue en broma, ¿no harías algo así conmigo, verdad?"

"¿Quién haría algo tan loco?"

"Entonces, ¿por qué me has traído a este callejón desierto?"

"Me disculpo por traerte aquí, pero vivo en una pequeña posada en las afueras, y esta es la única forma de llegar allí", respondí con tono sereno.

"¿Qué? ¿Quieres dormir conmigo en la posada?"

"Simplemente cállate, o te abofetearé".

"¿Realmente golpearías a una chica? Eres un hombre malo, y los hombres malos pertenecen a nuestra secta".

"¿Estás insinuando que todos tus seguidores son hombres malos?"

"No".

Apartó la mirada hacia un lado, como si evitara la pregunta. Poco después, emergieron tres matones, cada uno mostrando un cuchillo y luego lamiéndolo con sus lenguas.

"Si quieres vivir, entrégame tu dinero".

"Mira eso, Noir, dijeron que debería renunciar a mi pureza".

"Eso no es lo que dijeron; ¿estás sorda?"

Incluso en esta ciudad, tales incidentes no eran desconocidos. Estaba a punto de alcanzar mi bolsa de monedas cuando Vira a mi lado se adelantó.

Su movimiento fue tan rápido que lo siguiente que supe fue que los tres matones estaban en el suelo, derrotados.

"Espera, espera, ¿los acabas de golpear?"

"¿Qué estás diciendo, Noir? Como clériga, solo tengo habilidades en magia de curación y curar a chicas con el corazón roto en el camino del yuri".

¿Acababa de decir algo tan peligroso?

"No, no, ¿y ellos?"

"Cayeron por sí mismos".

"Pero..."

Vira acercó su rostro al mío, la presión me hizo ceder.

"Cayeron por sí mismos".

Solo cuando lo dije, Vira se apartó de mí y comenzó a registrar sus bolsillos.

"Tienen mucho dinero".

"¿Tienes la intención de tomar su dinero? ¿No es eso un robo?"

"Nuestras enseñanzas religiosas dicen que está bien tomar de los criminales".

Sentí una queja creciendo en mí hacia su deidad.

Al llegar a la posada, expliqué todo a mis compañeros que habían regresado antes. Rápidamente se distanciaron, retirando sus manos.

"Somos seguidores de la diosa Senia".

"¿Está prohibido ayudar a aquellos de diferentes sectas?"

"Normalmente, nos estaríamos peleando unos con otros".

"Yo también querría hacerlo, pero no quiero causarte más problemas, Noir", dijo Vira tímidamente.

"Lo entiendo, por favor, no lo hagas".

Al final, llevé a Vira a tomar helado cerca del puente que conectaba la ciudad. Se sentó en él, alegre, un cambio en comparación con su atuendo anterior. Ahora llevaba el azul del clero de la iglesia Lumira, en lugar del blanco de la iglesia Senia. No es de extrañar que Nene vistiera de blanco.

"Aquí tienen helados muy sabrosos".

Me sumergí en una conversación seria.

"Entonces viniste aquí solo para reclutar más seguidores".

"Esa es la misión. Con la muerte del héroe, muchos se unirán, ¿verdad?"

"¿Por qué?"

"El héroe Mikado era de los seguidores de la diosa Senia. Si ha sido derrotado, su influencia termina y es nuestro momento de levantarnos".

Esta persona.

Sentí que la verdadera amenaza provenía de ellos, no del rey demonio.

"¿También tienen un héroe ustedes?"

"No convocamos héroes como lo hace la iglesia Senia".

"¿Por qué?"

Esto planteó muchas preguntas en mi mente.