Capítulo 8

Después de terminar mi trabajo temprano, me reuní con Vira en nuestro lugar habitual, disfrutando de un poco de helado.

Noté que la mitad de su enorme montón de volantes había desaparecido.

Suspiró ligeramente y apoyó la mano en la mejilla, inclinando la cabeza pensativa.

"¿Crees que es desafortunado que no haya muchos seguidores de la secta Lumira aquí? Tal vez debería hacer que alguien establezca una sucursal en esta área".

"Creo que es una mala idea. ¿No sería mejor que te quedaras en tu propia ciudad?".

"Pero eso no es posible. ¿No ves? Nuestro sueño es tener una iglesia Lumira en cada ciudad para guiar a las ovejas perdidas".

Me pareció que eso solo conduciría a un sinfín de conmoción.

Vira continuó.

"Supongo que ya no repartiré estos papeles".

"¿No es así como debería ser?"

"Alcanzé mi objetivo ayer. De una meta de 200, solo necesitaba 10 personas de esta ciudad".

"Eso es una gran falta, wow".

"Estoy disfrutando del paseo y las vistas, desafiando a otros cultos y peleando con ellos. Ha sido una experiencia esclarecedora".

"¿Qué tiene de esclarecedor?".

Mientras hacía una mueca, Vira me lanzó una sonrisa maliciosamente pícara.

"Más importante aún, ¿puedes hacer tiempo mañana... antes de que me vaya, me gustaría explorar cada rincón de esta ciudad".

Vira se tomó un momento para ponerse delante de mí, orgullosamente hinchando su generoso pecho.

"Sal conmigo mañana".

Me tomó un momento procesarlo, y la única palabra que se me escapó fue,

"¿Eh?".

"¿Eh? ¿No es el sueño de todos los chicos salir con una Onee-san generosa de pecho?".

"Debe haber hombres muy poco principios por ahí, entonces. No gracias".

"¿Es así? ¿Hay algún policía por aquí... policía?".

Suspiré suavemente.

"Está bien, de todas formas tenía planeado comprar algo mañana".

"¡Yay! ¡No puedo esperar!".

Ella puede ser tan problemática.

A la mañana siguiente, pedí medio día libre, afortunadamente mi jefe consintió. Ahora, paseaba despreocupadamente con Vira, quien miraba atentamente el escaparate de una tienda donde se exhibían pasteles deliciosos.

Aquí era donde trabajaban los demás miembros, y como le había pedido a Lifa que se quedara en casa, solo Nene y Tisa estaban adentro con sus uniformes de doncella.

"Bienvenidos, ugh... los dos".

Nene parecía ligeramente sorprendida por nuestra llegada.

"Ahí está la camarera lolita Noir, lolita, lolita, lolita".

"Te golpearé si me llamas lolita otra vez".

Vira se escondió detrás de mí, sacándome la lengua en un gesto burlón.

"Es difícil dar la bienvenida a la secta Lumira aquí, por favor vayanse y deja entrar a Noir".

"No quiero, vámonos Noir, no compartas habitación con la secta Senia".

Permanecí inmóvil hasta que Tisa intervino para mediar.

"Esta tienda da la bienvenida al dinero de cualquier persona, por favor, compórtate Nene, a pesar de la sospechosa afiliación al culto".

"¿Qué hay de sospechoso?"

No importa.

Para evitar empeorar la situación, opté por hacer un pedido en otro lugar, en una panadería.

"Oh, está bastante concurrido aquí".

Para comprar pan, nos pusimos en la fila, pero valió la pena, el sabor era realmente delicioso.

"Mi pan tiene relleno de frijol rojo".

"¿Te gusta?"

"Absolutamente... Dime, Noir, ¿es cierto que alguna vez fuiste un comerciante renombrado?".

"Podrías decir que mi compañía suministraba mercancías en todos los rincones de diferentes reinos. Bueno, eso fue en el pasado. Ahora, solo soy un aventurero de poca monta que huye incluso de monstruos débiles".

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