Pude sentirlo.

Cata: Isa, no sabemos donde está Coral.

Isa: lo sé, pero es que siento que le está pasando algo malo.

Cata: y no sabes de algún lugar donde podría llevarla?

Isa: en medio del bosque tiene el lugar donde ejecuta sus negocios, pero no la llaveria ahí, sería muy obvio.

Isa no sabía por qué sentía tal grado de desesperación, caminaba de un lado a otro y se notaba bastante estresada. Cata no lograba entenderla pues en todo ese tiempo ella le había dicho que no estaba interesada en buscar a Coral.

Cata: no entiendo, pensé que no querías volverla a ver?

Isa: ¿y me crees?

Cata: la verdad no, es muy obvio que te estás muriendo por dentro.

Isa extraña demasiado a Coral y aunque trate de ocultarlo sigue siendo algo muy notorio para las demás.

Isa: Brisa, ella tiene que saber algo.

Cata: tienes razón.

Isa habla con Brisa, quien está más que dispuesta a ayudarla.

Brisa: cuando me trajeron desde Colombia, nos dejaron a todas en una especie de club muy grande, a donde solo van narcos, políticos y personas con mucho dinero. Pero después cuando me sacaron de ahí me llevaron a una enorme mansión.

Isa: es la mansión de mi papá, pero Dante no la llevo allí, mi papá no estaría de acuerdo.

Brisa: luego me dejaron en una cabaña, después me subieron en una camioneta...

Isa corta la historia de Brisa.

Isa:Espera, dijiste cabaña?

Brisa: bueno, eso era lo que parecía.

Isa llama a Cata y le pregunta si recuerda en qué parte de la carretera detuvieron el auto para buscar a Brisa la primera vez que ella y Coral viajaron a la casa del lago.

Cata: creo que podría recordarlo.

Al siguiente día, todas, incluso Claudia salen en busca de Coral. Se adentran en el bosque y caminan durante mucho tiempo.

Claudia: Brisa, estás segura de que vamos por el camino correcto?

Brisa: les dije que no recordaba el lugar exacto.

Isa no ha hablado durante todo el viaje pues estaba pensando: "y ¿si llegué tarde?". Isa sabía que algo malo le había pasado a su Sol y pensaba que tal vez llegaría demasiado tarde a ayudarla.

Se hace tarde, cada vez está más oscuro.

Cata: ya es demasiado tarde, vamos a casa y regresamos mañana.

Isa: pueden ir a descansar si quieren, pero yo no me muevo de aquí hasta saber algo de Coral.

Brisa: yo tampoco me iré sin Coral.

Realmente no sabían a dónde dirigirse, no sabían que hacer hasta que escucharon un auto. Las chicas se agacharon para esconderse.

Cata: esa es...

Isa: la camioneta de Dante.

Cuando la camioneta ya está bastante lejos las chicas se levantan.

Claudia: y si Coral está en esa camioneta?

Isa: lo más inteligente ahora, es dirigirnos al lugar de donde salió esa camioneta.

Cata: podría ser peligroso.

Isa: entonces, iré yo sola.

Isa empieza a caminar en la dirección de donde venía la camioneta de Dante, a las demás no les queda mas remedio que seguirla.

La camioneta ha dejado un rastro, un rastro que las chicas siguieron hasta llegar a la cabaña.

Isa: es raro que no tenga ningún tipo de seguridad aquí, siento que es una trampa.

Están pensando si deberían acercarse a la cabaña o no, pensando si hay algún peligro.

Brisa: debemos aprovechar antes de que la camioneta regrese.

Brisa corre hacia la cabaña y ocasiona que las demás lo hagan también.

Brisa se detiene, no piensa en ningún riesgo, salvar a su hermana es lo único que le importa.

Brisa: ¡CORAL!

Cata: ¿qué haces?

Las chicas le piden a Brisa que no haga ruido. Por otro lado Isa sabe que Coral está allí, puede sentirlo. Ahora es ella quien no lo piensa dos veces y se acerca a la puerta de la cabaña. Empieza a golpear y a llamar a su Sol.

Isa: ¡CORAL!

Coral escucha el ruido, sabe que el amor de su vida está del otro lado de la puerta y que esta es su oportunidad para escapar.

Se acerca a la puerta y en ese momento Isa y ella vuelven a sentir seguridad, vuelven a sentirse completas.

Isa: ¿puedes abrir de alguna manera?

Coral: no, no puedo.

Saben que tiene que apresurarse la camioneta volvería en cualquier momento.

La cabaña era de madera, pero sus ventanas contenían barrotes, Dante se había encargado de que sólo él pudiera entrar y salir.

Las chicas no saben que hacer hasta que Isa saca algo de un bolso y les dice que se aparten.

Cata: ¿de dónde sacaste eso?

Isa: ¿qué? En este país hasta los adolescentes compran armas.

Isa le grita a Coral para que se aparte lo más que pueda de la puerta, luego de esto dispara muchas veces al bocallave. Luego se detiene y corre hacia la puerta, con gran impulso y fuerza logra derribarla.

Se levanta de inmediato y corre a abrazar a la mujer de su vida. Brisa rápidamente corre detrás para abrazar a su hermana.

Isa no podía ocultar lo feliz que estaba de ver nuevamente a su Sol, incluso Cata estaba feliz puesto que nunca había visto a Isa sonreír así antes.

Claudia: chicas, es muy lindo todo, pero debemos irnos.

Isa: vayan ustedes, yo me quedaré aquí, necesito hacer algo.

Coral: no, no quiero que te haga daño, vámonos.

Coral jala a Isa de las manos con algo de desesperación pero ella está dispuesta a no moverse.

Isa: Coral, necesito hacer esto, por favor déjame hacerlo... Ve con ella, iré después, te lo prometo.

Coral: no me voy a mover de aquí sin ti, ya pasé mucho tiempo lejos de ti.

Isa: Coral, hazme caso.

Coral tenía miedo de desobedecer a su Luna de nuevo, pero tampoco quería dejarla sola con Dante. Él la odiaba demasiado, no dudaría en hacerle daño.

De alguna manera Claudia, Brisa y Cata se llevan a Coral en contra de su voluntad, ella no sabía por qué Isa quería quedarse ahí ni que pasaría con ella.

Isa se queda cerca de la cabaña y las demás se van sin saber que era lo que estaba planeando hacer Isa.

Coral: suéltenme, tenemos que volver, no podemos dejarla sola.

Cata: yo tampoco quería dejarla sola, pero ya la conoces.

Coral: Quedémonos cerca, por si sucede algo.

Claudia: no podemos dejar que Dante nos vea. Lo lamento, pero no te vas a poner en riesgo otra vez.

Las chicas poco a poco salen del bosque, Claudia entiende que Coral quiere mucho a Isa pero no quiere ponerla en riesgo, se han ido.

Dante llega bastante tarde, había comprado unas cosas, Isa se da cuenta rápidamente de la llegada de su hermanito.

Rápidamente De ante se da cuenta que alguien estuvo por allí, regresa a su auto y toma su arma, camina nuevamente hacia la cabaña, abre la puerta lentamente pero allí no hay nadie.

No sabía que detrás de él estaba alguien con un arma apuntandole a la cabeza, ni siquiera lo imaginaba y mucho menos que se tratara de Isa.

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