Isa estaba conduciendo muy a gusto, todavía con un poco de disgusto hasta que escucha un ruido en la parte de atrás de su camioneta y se detiene de inmediato.
Isa se detiene en medio de la carretera para revisar a qué se debía el ruido que acababa de escuchar. Se enojó mucho cuando se dio cuenta cuál era el motivo del ruido.
Isa: chica, de verdad?
Coral solo sonríe nerviosamente, se ve tan tierna, todo lo necesario para tranquilizar a Isa.
Coral: pensé que no te darías cuenta.
Isa: te pedí muchas veces que te quedaras.
Coral: mira, si quieres yo me quedo en tu casa y no voy a la empresa, no voy a salir a ni un lado pero déjame estar cerca de ti.
Isa está algo disgustada porque sabe que no podrá decirle que no. Suspira y luego le dice a Coral:
Isa: pero no saldrás de mi casa para nada.
Coral se sube e Isa se asegura de que nadie las esté viendo. No quiere que nadie se entere de que está viajando con Coral.
En el camino Coral parece estar feliz pues va a estar cerca de su luna pero Isa, por otro lado, no deja de sermonearla.
Isa: ¿por qué eres tan terca? En realidad no quiero que estés en la misma ciudad que Dante.
Coral: pero él no sabrá que estoy allí, tranquilízate. Además, no estaría tranquila sabiendo que vas a convivir con él y no tengas a nadie a tu lado.
Isa de repente detiene el auto y se fija en Coral por algunos segundos.
Isa: ¿Cómo puedes querer a alguien como yo?
Coral: exactamente, te quiero por lo que eres, si fueses diferente probablemente no me hubiese enamorado de ti.
Isa: eso me recuerda que...
Isa hace una pequeña pausa, parece dudar y no estar segura de lo que va a decir.
Isa: quiero pedirte algo, pero no sé cómo hacerlo.
Coral: solo pídelo.
Isa: no es así de fácil, nunca he hecho algo así.
Isa ahora mira por la ventana y nuevamente guarda silencio antes de hablar.
Isa: siento que eso me haría feliz, pero siento que te pondría en peligro y no me lo perdonaría.
Coral: que mi corazón corra riesgos a tu lado es lo más seguro.
Isa: no te entiendo.
Coral abraza a su chica de cabello dorado con mucha ternura, levanta la mirada y le dice a su luna.
Coral: de no estar a tu lado mi corazón se desangraría hasta dejar de latir. Por eso que mi corazón esté a tu lado es lo más seguro.
Isa: entonces creo que si te lo diré (hay una pausa nuevamente, pero esta vez más corta)... ¿Quieres hacer de mi medio corazón uno completo?
Coral se aparta de Isa por un momento tratando de procesar, pero no pasó mucho para que una sonrisa apareciera en su rostro. Coral se sube sobre las piernas de su luna.
Coral: pensé que nunca me lo pedirías.
Isa toma por la cintura a su sol y las dos se unen en la unión más perfecta y digna de ver, es un eclipse perfecto. Un largo y profundo beso.
Isa mete sus manos por debajo de la blusa de Coral y recorre su espalda mientras Coral la besa y juega con su cabello dorado.
Coral: sí, quiero hacer parte de tu vida.
Isa: debemos continuar el viaje.
Coral: ¿continuamos al llegar?
Isa: todo lo que tú me pidas mi sol.
Pronto Isa y Coral llegan a la casa de Isa, se bajan de la camioneta de Isa y entran a la cada de prisa con la intención de que no las vieran, pero fue en vano, alguien estaba bastante cerca.
Xx: patrón, acabó de ver llegar a su hermanita y a su princesita.
Dante: ¿Estás seguro?
Xx: claro patrón, las acabé de ver entrar.
Dante: estoy seguro de que mañana Isa estará en la empresa, mi plan ha funcionado.
Xx: pero patrón, yo no creo que Isa deje que Coral la acompañe.
Dante: no te preocupes, ya sé como hacer eso.
Dentro de la casa, en la ducha una luna recorre cada parte de su Sol, sabe que mañana tendrá un encuentro con su hermano, pero tener la cintura de Coral en sus manos era suficiente para no pensar en nada.
Coral: quiero que me digas una cosa.
Isa: ¿Qué?
Coral: dime que eras solo mía y de nadie más.
Isa toma por el cuello a Coral, se acerca a ella y le dice...
Isa: eso te lo puedo demostrar.
Coral: ¿ah si? ¿Cómo harás eso? Dame una demostración.
Isa empieza a marcar todo el cuerpo de Coral. Marcas en el cuello, en los senos, en la cintura y en las piernas.
Un delicioso y exquisito momento que hacía ver todo perfecto pero al siguiente día eso se desvanecería.
...****************...
Coral aceptó dejar ir a Isa sola a la empresa. Cuando Isa llegó a la empresa se dio cuenta de que habían cambiado algunas cosas. Habían reemplazado unos muebles que habían en la planta baja que le pertenecieron a la madre de Isa.
Isa: ¿quién hizo esto?
Recepcionista: su hermano Dante nos dijo que lo hiciéramos.
Isa: aquí la única jefa soy yo, a mí me importa un carajo lo que les haya dicho Dante... Acomodan inmediatamente todo como estaba antes porque si no es así los que van a ser reemplazados son ustedes.
Isa le da una mirada fulminante a sus empleados quienes inmediatamente se ponen a hacer lo que les dijo.
Isa sube al último piso donde está su oficina y su hermano Dante.
Mientras eso sucede alguien está tocando la puerta de la casa de Isa, donde está Coral.
Coral: Isa me dijo que no debía abrirle la puerta a nadie.
La persona sigue insistiendo así que Coral se acerca a la ventana para ver de quien se trata. Era una chica joven, ya la había visto antes, trabajaba en la agencia. Coral pensó que sí ella estaba allí era porque algo había pasado en la agencia.
Xx: Isa está en peligro.
Coral: ¿Qué?
Coral no abre la puerta, pero al escuchar que Isa está en peligro decide hacer algunas preguntas para obtener más detalles.
Coral: ¿De qué hablas?
Xx: Dante le tendió una trampa, debe ir a ayudarla.
La chica le explicó a Coral que había escuchado una conversación que había tenido Dante por teléfono y le aseguraba que Isa estaba en peligro.
Coral no pidió pruebas, no lo pensó dos veces siquiera, había prometido algo pero, ¿y si en realidad Isa estaba en peligro? Tal vez por eso Dante quería que Isa regresar. Así que ella salió de aquella casa en busca de su luna.
mientras...
Isa: no me agrada para nada que te creas el dueño de mi empresa.
Dante: te fuiste, solamente me encargué de la empresa mientras no estabas (Dante mira en diferentes direcciones como si estuviese buscando a alguien) ¿No vino Coral contigo?
Isa: ¡NO!
Dante: no me grites hermanita, ¿qué tiene de malo que quiera verla?
Isa: no dejaré que le pongas una sola mano encima.
Dante: tranquila, jamás lo haría. Sabes que mi parte del trato consiste en un 50% en que no esté cerca de ella.
Aunque hubiera un trato, Isa no confiaba en él. Isa solo decide cambiar de tema. Pues no quería seguir hablando de Coral con Dante.
Isa: ¿qué diablos estás haciendo con el dinero de mi empresa?
Dante: inversiones.
Isa: no te he dado ese derecho.
Dante: pero si simplemente te estoy ayudando isabelita, no exageres.
Isa: pues no me ayudes. He manejado está empresa sola desde hace años, ¿qué es lo que te hace pensar que necesito tu ayuda?
En ese momento la puerta se abre de golpe, lo que atrae la atención de ambos, allí está parada ella, se ve bastante agitada y con una cara de preocupación que cambia cuando Isa la mira con aparente disgusto.
Dante: pensé que no había venido contigo.
Isa: Coral, ¿qué diablos estás haciendo aquí?
Es entonces cuando Coral se dio cuenta de que había cometido un error.
En cuando Dante se da cuenta de la marca del cuello de Coral se llena de celos.
Isa: ¿no puedes obedecerme ni por una maldita vez?
Dijo eso tan fuerte que muchas personas fuera de la oficina escucharon. Isa ni siquiera deja hablar a Coral y la toma por la muñeca con mucha fuerza y la saca de la oficina.
Coral: ¡ay ay, me lastimas!
A pesar de que Coral le dice a Isa que le duele ella no la suelta. Está dispuesta a sacarla de la empresa.
Dante: pero no la trates así.
Isa: ¡CÁLLATE!
Isa lleva a Coral al estacionamiento a regañadientes.
Isa: te irás de regreso ahora mismo, no quiero peros.
Coral: no quiero separarme de ti, no quiero irme.
Isa: soy tu jefa y te estoy dando una maldita orden.
Coral sabe que no puede hacer que Isa cambie de opinión pero no quiere dejarla sola, así que lo intenta.
Coral: no me voy a ir Isa, no te dejaré sola.
Isa: o te vas ahora mismo o voy a terminar con todo esto.
Coral: no te estarás refiriendo a...
Isa: si no te vas, te juro que se acaba esta relación y no me vuelves a ver en tu vida.
Isa simplemente se da la vuelta y se va sin decir una sola palabra. Coral se queda allí parada sin poder retener las lágrimas, no la sigue porque siente que sería peor. Isa le habló con una seriedad con lo que quizás nunca le había hablado, era obvio que lo que dijo lo dijo muy en serio.
Era regresar o arriesgarse a perderla.
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