Una peligrosa obsesión.

Ahora es de noche y las chicas están cerca de la chimenea muy relajadas y en completo silencio, nadie dice nada.

Cata: ¿estamos bien?

Isa: ¿Por qué preguntas eso?

Cata: hace como una hora estamos sentadas aquí y nadie ha dicho nada.

-Silencio-

Brisa: tiene razón... Qué tal si hacemos una pijamada?

Cata: me parece una buena idea.

Isa: o simplemente dormimos.

Coral: esa me parece una mejor idea.

Por alguna razón ni Coral y mucho menos Isa quieren hacer una pijamada.

Cata: lo haremos Brisa y yo entonces.

Isa: perfecto, perfecto. Yo me iré a dormir.

Isa sube al segundo piso donde está su habitación. Las demás se le quedan viendo atentamente.

Brisa: ¿está enojada?

Cata: para nada, está en su estado natural... Y tu Coral, ¿Quieres hacer parte?

Coral: está enojada conmigo.

Cata: ¿Por qué dices eso?

Coral: no me ha dirigido la palabra desde que llegue, ni para preguntarme sobre Brisa.

Cata no entendía el cambio repentino de Isa, hace un rato estaba hablando de lo mucho que quería a Coral y ahora simplemente no quiere hablarle.

Coral: ha sido un día agotador, deberíamos ir a dormir todas.

Coral también sube a su habitación.

A pesar de eso Brisa y Cata se quedan un rato divirtiéndose abajo, mientras Coral está en su habitación.

Coral: no puede ser, las olvidé, olvidé las pastillas... ¿Cómo dormiré ahora?

A pesar de no tener sus pastillas, Coral se acuesta en su cama para intentar dormir. Se había vuelto demasiado dependiente a las pastillas para dormir.

Solo da vueltas en la cama, así que se levanta y baja a la sala. Brisa y Cata ya han subido.

Coral: cuando me quedé dormida junto a ella, no fueron necesarias las pastillas.

Coral se queda sentada en la sala, mientras su jefa está saliendo de su habitación. Coral escucha sus pasos y finge estar dormida.

Isa se percata de la presencia de Coral y se acerca a ella, se agacha y empieza a acariciar su mejilla sutilmente.

Isa: tú te mereces el cielo y yo no puedo darte eso... No puedo darte nada.

Isa continúa acariciando la mejilla de Coral.

Isa: te voy a cuidar, con mi vida si es necesario... Sé que he actuado de una manera que quizás te haya confundido pero, es que lo que siento no lo puedo entender y me confunde... Pero te necesito a mi lado mi bella durmiente, eres mi calma, eres un abrazo para mi alma.

Isa besa la frente de Coral, luego se levanta y se va.

Coral escucha los pasos de Isa subiendo las escaleras y se levanta con emoción.

Coral: ¡ella me quiere!

Coral grita internamente porque no quiere despertar a nadie.

Coral: entonces, ¿cómo voy a dormir?

Isa: yo te ayudo.

Coral casi se infarta al ver a Isa bajar las escaleras.

Isa: ven conmigo.

Isa lleva a Coral a su habitación.

Coral: escuchaste algo de lo que dije?

Isa: ¿tú escuchaste algo de lo que yo dije? Porque si no puedes dormir es porque olvidaste tus pastillas.

Coral: lo que dijiste, lo dijiste en serio?

Isa solo se sienta en la cama y le dice a Coral que se recueste en sus piernas y ella le hace caso.

Isa: ¿sabes que tu hermana necesita ayuda psicológica?

Coral: he pensado en eso.

Isa: yo te ayudaré con eso y... También estaba pensando en Claudia, así se llama no?

Coral: sí.

Isa: ¿qué tal si traemos a Claudia aquí?

Coral: si te digo que no, igual encontrarás la manera de hacerlo.

Isa: por qué no querrías que lo hiciera?

Coral: has hecho demasiado por mí.

Coral se levanta de golpe y pone sus manos en su cabeza. Isa se apresura a ver que sucede.

Isa: Dios mío, ¿qué te pasó?

Coral se quita las manos de la cabeza.

Coral: no sé, de repente me dio un dolor de cabeza terrible.

Isa: voy a conseguirte una pastilla.

Coral a Isa del brazo con mucha sutileza.

Coral: tranquila, ya se me pasó.

Isa: ¿estás segura?

Coral solía tener dolores de cabeza como consecuencia de haber usado pastillas para dormir durante años. Se sienta en la cama.

Coral: ¿por qué mejor no me ayudas a dormir?

Isa salta a la cama y abraza a Coral.

Están abrazadas pero ninguna es capaz de dar el paso para un beso. Al final Isa logra que Coral se duerma y luego ella se duerme también.

La noche transcurre tranquila hasta qué...

Isa: ¡no!

Coral se despierta y se da cuenta de que Isa tiene pesadillas.

Isa: ¿por qué no me dejan en paz?

Coral quiere despertarla pero a la vez quiere escuchar lo que dice.

Isa: no, a ella no, no la toquen.

Coral se pregunta "¿a quién se refiere?... Isa salta de repente y grita su nombre.

Isa: ¡CORAL NO!

Coral: tranquila, estoy aquí.

Isa abraza a Coral como si hubiese sentido un gran alivio al verla.

Coral: ya, ya, todo está bien, no me he ido a ningún lado.

Coral siente el miedo de su amada. Está temblando y su corazón está muy acelerado.

Isa: necesito que me lo jures de nuevo, Coral.

Coral: ¿qué cosa?

Isa: que te mantendrás alejada de él.

Coral sabe que Isa se refiere a Dante.

Coral: te juro por mi vida que voy a mantenerme lejos de él.

Isa finalmente deja ver su linda sonrisa de nuevo.

Coral: de verdad te ves muy linda cuando sonríes, deberías hacerlo más seguido.

Isa: cada que esté contigo y me lo pidas lo haré.

Se atraen la una a la otra como dos imanes hasta que por fin se besan. El beso parece ser más tranquilizante que los abrazos, llena de calidez el cuerpo de ambas.

Es duradero y satisfactorio. Coral siente el olor del cuerpo de su amada.

Coral: tienes un aroma único, me tranquiliza.

Coral pone su cabeza en la barriga de Isa y se quedan dormidas nuevamente.

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Angel Killer: lo único que pidió Isa para ceder fue que dejaras a esa chica en paz, Dante.

Dante: es que es tan hermosa, la verdad me ha vuelto loco.

Angel Killer: puede ser una estrella de Hollywood, la miss universo. Pero no te acerques a ella.

Dante: eres un mafioso con mucho poder, podrías tener a Isa a tus pies si quieres y le tienes miedo.

Angel Killer golpea con fuerza la mesa.

Angel Killer: no digas estupideces. Solo sé cómo hacer bien los negocios, si dejo todo en tus manos lo arruinaría. Además, tú también podrías tener a muchas mujeres y te obsesionas con esa.

Angel Killer se levanta de su costosa silla.

Angel Killer: cuando la multimillonaria empresa de tu hermana sea completamente mía, te dejaré hacer lo que quieras con esa chiquilla. No apresures las cosas.

Dante se estaba obsesionando con Coral, cada vez se le hacía más difícil mantenerse al margen.

Decidió enviarle flores a su apartamento yendo en contra de su parte del contrato y de las advertencias de su padre.

Dante: ¿cómo qué no está?

Xx: lleve las flores, me dijeron que no está. Tampoco están Isa y Cata, ni siquiera han ido a la empresa, señor.

Dante cuelga el teléfono un poco disgustado.

Dante: no importa que intentes esconderla de mí, Isa, siempre consigo lo que quiero y ella no será la excepción... Todo lo que tienes ahora pronto será mío, incluyendo a esa joyita.

Dante estaba dispuesto a quedarse con Coral y había empleado un plan para ello.

Además, sabía que apartar a Coral del lado de Isa la destruiría. Él aparentemente disfrutaba mucho del dolor de su hermana, desde que su madre le dejó a ella la empresa y no dejó nada para él le guarda mucho rencor. Quiere tener a Coral bajo su poder y no, no está obsesionado con ella como lo hace ver, está obsesionado con hacerle daño a su hermana, hacer de su vida un infierno, el está obsesionado con apagar su sonrisa.

Haría cualquier cosa para tener a Coral bajo su poder, bajo su dominio, entre sus manos. Pronto ella sería prisionera de su obsesión.

Pobre Isa, ¿su tormento jamás terminará?

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