ella no es mala.

Brisa estaba allí frente a ellas, la pobre estaba atada a un árbol, quién sabe cuánto tiempo llevaba allí. Estaba descalza y con muy poca ropa.

Brisa: ¡CORAL!

Coral corre con su hermana menor e intenta liberarla desesperadamente, pues piensa que alguien peligroso podría estar cerca, como se le hace difícil Cata le ayuda. El momento en el que liberan a Brisa es maravilloso, pues Brisa y Coral se unieron en un abrazo. Cata no sabe que sucede, pero se siente bien, el momento es lindo.

Coral cae a los pies de su hermana Brisa y le suplica que la perdone.

Brisa: no es tu culpa.

Brisa se agacha y abraza a su hermana. La pobre parece haber pasado por muchas cosas malas, se veía traumatizada, pero debía hacerle entender a su hermana que no tenía la culpa de nada.

Coral: ¿estás bien? ¿Te duele algo? ¿Cómo escapaste? (revisa a su hermana para asegurarse de que no tenga algo).

Brisa: él me dejó aquí.

Coral: ¿Quién?

Brisa: no sé su nombre, pero debemos irnos ya, podría volver en cualquier momento.

Coral se pone de pie...

Cata: Cata, regresemos al auto y vámonos.

Coral toma de la mano a Brisa y corren de regreso al vehículo.

Arrancan con mucha prisa. En el camino Coral y Brisa hablan de muchas cosas.

Coral: las cosas han mejorado, te daré una buena vida, voy a traer a Claudia aquí y les brindaré lo mejor a las dos.

Brisa: no quiero volver a separarme de ti nunca.

Coral: no pasará, te lo juro por mi vida que no sucederá de nuevo.

Brisa: pensé que ese chico me mataría.

Brisa simplemente no entendía el porqué la habían dejado en ese lugar y Coral tampoco podía entenderlo, para ninguna de las dos tenía sentido.

Llegan a una "casa" a las orillas de un enorme lago.

Brisa: es como 6 veces más grande que nuestra casa.

Coral: mi jefa, ella es muy extravagante.

Brisa: ya veo.

Entran a aquella casa y por dentro es mucho más linda.

Brisa: ¡Dios!

Cata: acostúmbrate.

Cata mira por una ventana y se percata de que Isa está en la orilla del lago.

Cata: chicas, recorran la casa y pónganse cómodas. Tengo que hacer algo.

Coral: ¿podemos ir contigo? Quiero que Isa vea a Coral, que la conozca.

Cata pone su mano en el hombro de Coral.

Cata: hazlo más tarde, sí? Es que en verdad quiero hablar con ella en privado, luego podrás hablar con ella.

Coral le da una sonrisa sutil a Cata.

Coral: está bien, ve.

Cata va a buscar a su prima, quien está con la mirada perdida. Cata se sienta a su lado, guarda silencio por un momento, pero luego toma el valor y habla.

Cata: ¿Qué te pasa?

Isa: no sé a qué te refieres.

Cata: le diste el 35% de las acciones de la empresa a Dante, de verdad?

Isa: ¿no podía quedarse callada esa niña?

Cata: tu madre estaría muy decepcionada de ti.

Isa: no tenía otra opción, no sabes por lo que estoy pasando, así que no tienes ni el más mínimo derecho a reprocharme nada.

Cata: ¡CLARO QUE PUEDO!

Era la primera vez que Cata le levantaba la voz a Isa.

Cata: ya me cansé de tu indiferencia y mala actitud. No sé por lo que estás pasando porque jamás me has tenido la confianza para contarme las cosas. Desde aquel viaje cuando tenías 14 años, ese viaje que hiciste con tu madre a Colombia no eres la misma y no te atrevas a negármelo. Y sé que probablemente te enojes con Coral por esto, pero ya sé lo de las marcas en tu espalda.

Isa se sorprende por la forma en la que le habla su prima y también porque sabe lo de las marcas. Cata tenía razón y ella lo sabía.

Cata: Isa estoy aquí para ti, cuéntame que te pasa, tal vez hay una solución.

Isa baja la mirada por un momento, suspira y empieza a contarle a su prima una historia.

Isa: mi mamá siempre me mantuvo alejada de mi padre y de mi hermano Dante, yo jamás entendí por qué, solo le hice caso. Cuando cumplí 14 años mi mamá por fin había logrado extender la agencia a otros países y Colombia era uno de ellos. Así que, la acompañé a la inauguración en ese país.

Cata: y desde entonces has cambiado, pero por qué?

Isa: ese día que fuimos a esa panadería a comer algo con mi mamá fue el día en el que vi por primera vez a Coral.

Cata: ya conocías a Coral?

Isa: sus padres trabajaban en esa panadería, ese día ella estaba con ellos.

Cata todavía no comprende, así que prefiere callar y esperar a que su prima termine de contar la historia.

Isa: en esa panadería ese día hubo un tiroteo, todos se dispersaron, las personas empezaron a correr de un lado para otro, perdí a mi mamá y terminé escondida en un baño abrazando a una niña de 8 años paralizada del miedo.

Isa se quiebra y empieza a llorar.

Isa: sus padres murieron ese día.

Cata: Dios, no lo sabía.

Isa: mi padre siempre quiso tener algún poder sobre la empresa de mi madre que cada vez se hacía más grande.

Cata continúa sin entender.

Isa: mi papá ya había buscado a mi madre muchas veces, pero ella siempre se negaba

Ese día mi papá envió hombres a ese lugar y acabó con la vida de muchas personas inocentes solo porque quería demostrarle a mi mamá de lo que era capaz.

Isa sentía culpa por la muerte de los padres de Coral y por el secuestro de su hermana, cada que la tenía cerca se sentía mal.

Isa: mi mamá estaba recibiendo muchas amenazas y un día ya no resistió más. Yo le prometí que cuidaría la empresa y la mantendría lejos de mi padre, pero es que en ese momento ya no tenía nada que perder, ¿por qué no lucharía por la empresa?

Cata ya ha entendido el asunto.

Cata: tu padre, tu padre te hizo esas marcas?

Isa: no, esas las hizo Dante.

Cata: ¡maldito infeliz!... Pero me va a conocer.

Isa: no, no, no te metas en esto y tampoco quiero que metas a Coral en esto, ya mi padre y Dante tienen lo que querían, ya no me van a hacer daño.

Isa luego le confiesa a Cata que se siente culpable de la muerte de los padres de Coral.

Isa: ¿Qué pasaría si Coral se entera de el asunto de mi padre y mi hermano? ¿Cómo le voy a explicar que no tengo nada que ver con eso?

Cata: es mejor que se lo digas antes de que se dé cuenta de otra manera, podría ser peor.

Ambas se quedan en silencio por un momento viendo el lago.

Isa: ¿la encontraron?

Cata: ¿a quién?

Isa: a Brisa.

Cata: le diste el 35% de las acciones de la empresa a Dante a cambio de la libertad de la hermana de Coral?

Isa: y a cambio de que Dante no se acercara a Coral.

Cata siente que su prima es muy vulnerable cuando se trata de Coral. Solo se sienta a su lado, la abraza y se quedan viendo el atardecer.

Coral observa desde la ventana, Brisa está detrás de ella.

Brisa: ¿Estás preocupada por ella?

Coral: siento que su corazón está conectado con el mío.

Brisa: no te entiendo la verdad.

Coral: necesito su compañía para sentirme completa.

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Isa: cuando está cerca siento como me complementa. Es algo muy extraño... Aquel abrazo me dejó claro que ambas somos el lugar seguro de la otra.

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Brisa: te sientes conectada a tu jefa por alguna razón.

Coral: ella no es mi jefa...

Brisa: entonces?

Coral: ella es...

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Isa: mi otra mitad.

En cuanto Isa y Cata regresaron a la casa hubo una sensación de que algo malo podría pasar... Porque en cuanto Brisa vio a Isa tuvo un ataque de pánico. Cuando su hermana Coral le preguntó a Brisa que le sucedía ella señaló a Isa y luego dijo “es idéntica a él”

Cata se acerca a Brisa y le dice que no se preocupara y que Isa no le haría nada.

Cata: al contrario, ella te va a proteger.

Coral no entiende nada pero Cata le dice que Isa se encargará de explicártelo. Mientras eso Cata se encargó de llevar a Brisa a otro lado mientras Isa y Coral hablaban.

Coral: ¿tienes algo que decirme? ¿No es así?

Isa: Coral yo... La verdad lo siento mucho.

Coral: ¿de qué hablas?

Isa decide darle su entera confianza a Coral y le confiesa todo.

A Coral le habían quedado claro muchas cosas, pero al mismo tiempo estaba confundida. Tan confundida que no pudo continuar la conversación. Pues, tenía miedo, estaba enamorada de la hija de una chica que ha pagado caro ser hija de un narcotraficante y hermana de alguien que se encargaba de la trata de personas. Coral no estaba enojada con Isa, quizás simplemente no sabía qué decir. Así que, simplemente se fue con su hermana.

Cata hizo un buen trabajo al tranquilizar a Brisa. Cuando Cata vio a Coral se puso de pie.

Cata: yo las dejaré solas para que hablen.

Luego de eso sale de la habitación y va hacia donde está Isa. Pero Isa no se veía tan mal aunque estaba llorando, por primera vez se podía decir que sus ojos reflejaban alivio. Se sentía bien de haber dejado salir lo que le atormentaba. Cata estaba muy feliz y abrazó a Isa, quien por primera vez en mucho tiempo no se negó a recibir un abrazo de su parte.

Mientras en la otra habitación, a pesar de todo, Coral se encargó de decirle a su hermana que Isa no era mala, incluso cuando ella misma se encontraba procesando la información. Pensaba, *ella no es la culpable, es la víctima... Tengo que ayudarla a sanar.

A pesar de que aparentemente las dos estaban bien con la otra no podían dirigirse la palabra. Isa tenía miedo de que Brisa le temiera y de que Coral se alejara de ella. Coral simplemente estaba aturdida por la situación y además, le costaba hablar con Isa luego de romper el juramento de no decirle a nadie de las marcas.

Era demasiado el dolor y el remordimiento que Isa llevaba dentro, todo lo que ha sufrido y además tener que haberle dado a su hermano cierta parte de la empresa cuando le prometió a su madre que jamás lo permitiría era algo que le había costado demasiado y la hacía sentir como una pésima hija. Coral sabía que debía estar con ella porque en realidad la amaba y no era capaz de alejarse de ella. También porque solo estando juntas podrían sanar.

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