Ladrona

El viaje continúa, vamos a pie a veces, otras nos subimos a los camellos y unas cuantas nos hemos subido juntos a solo uno, es tan divertida y cada día que pasa me encanta más su forma de ser tan diferente a mi cultura, es como una bocanada de algo que no conocía y me está gustando...

Ya casi llegamos a nuestro destino según ella, porque yo estaría perdido sino fuera por qué sabe a dónde vamos y yo no jajajajajaja

El desierto empieza a terminarse y veo una ciudad más grande que la mía, sus casas de adobe algunas y otras de madera, dividida cual si fueran dos ciudades distintas, una rica y otra pobre, también hay una playa aquí, es lindo, aunque me da un poco de curiosidad porque hay dos lados tan distintivos...

Nos adentramos en las calles, pasando por la primer ciudad, ella pregunta por una posada, pero la persona le dice que no la entiende, así que procedo yo a hablarle, es curioso, porque si recuerdan les comenté que como genio tenía varios dialectos e idiomas integrados para entender a mis amos, pues aún sigo teniendo ese don, porque definitivamente está lengua que habla el chico no es mi lenguaje natural...

Nos dirigimos hacia el lugar que nos ha indicado, al llegar yo hablo con el hombre que está en la entrada, no es muy grande, en realidad solo es un piso, aunque si es largo y un tanto ancho, le pregunto si tiene disponibles cuartos y contesta que le queda uno, pero al entrar en él de inmediato me causa ansiedad, no se ve muy higiénico, además de que las paredes se ven con moho, no me gusta nada y se lo digo, ella dice que si no quiero podemos buscar algo más y yo decido que volveré a hacer la casa aquí...

Salimos de ese lugar y nos dirijo a la playa, dejamos a los camellos encargados en un sitio de comida, después de haber consumido, ahí notamos más la diferencia entre un lugar y otro, definitivamente se ve mucho mejor de este lado, hasta las casas son más elegantes, en Agrabah también se nota, aunque es más pequeña que aquí...

Vamos caminando y veo que hay un sitio que dice posada, se lo comento y ella dice que vayamos a ver y preguntar, desde que entramos se nota la opulencia, candelabros de oro, muebles de madera fina, lugar para sentarse con decoraciones lujosas...

Me acerco al tipo que está en la recepción, le pregunto si tiene un cuarto y responde afirmativamente...

- Tengo dos cuartos disponibles, uno de ellos con vista al mar ¿Gusta verlos? - Cuestiona amable

- Si, por favor, el que tiene vista al mar - Respondo

Caminamos detrás de él hacia el tercer piso, al parecer ahí se encuentra, al entrar nos encontramos con un cuarto muy bello, cama grande, espacio grande, baño, alfombra en dónde puedes sentarte cómodamente con cojines, el espacio para guardar la ropa o cosas que tengamos y en la ventana que es enorme, casi toda la pared, se nota una cortina que la cubre entera, ahora dividida en dos dejando ver el exterior, dónde se puede apreciar un balcón que tiene vista al mar, es precioso...

- Nos lo quedamos ¿Cuánto la noche? - Pregunto y él me dice el precio, en mi bolsillo hago aparecer lo necesario para una semana y se los doy, mientras me explica que también tienen comedor disponible para los huéspedes, dónde se puede ingerir desayuno, comida y cena por un precio adicional, me cuenta que también tienen guías que pueden mostrarnos la ciudad y servicio de lavandería, le agradezco la información dándole una moneda de plata por sus servicios...

Nos deja la llave y sale despidiéndose con un estoy a sus órdenes...

Ella ha ido al balcón, parada en la baranda el aire hace ondear su vestido y cabellos dándome una muy espectacular vista, debo ser honesto estos son instantes que quiero disfrutar...

Me acerco y la abrazo por la espalda, ella recarga su cabeza en mi pecho y con una mano me agarra del cuello acercándome a su rostro que ha ladeado, dándonos así un beso...

- Te amo - Dice ella en un susurro que me eriza la piel, yo solo puedo apretarla más contra mí, se escucha el aire, el oleaje, esa bulla de las personas y la atraigo a la recámara, la dejo en la cama y me dirijo a cerrar las cortinas, ella sigue esperándome acostada, con el dedo me indica que vaya hacia ella y así lo hago acercándome peligrosamente, beso sus labios, comienzo a quitar toda la ropa, beso su cuerpo, su intimidad hasta hacerla gritar de placer... La volteo y beso su espalda, sus firmes glúteos, en un arrebato le doy una palmada y ella suelta un sonido muy erótico...

No aguanto más y sin más preámbulos entro en ella de forma nada suave, haciendo de los movimientos algo más rápido y rudo, ella se mueve junto conmigo y siento como soy literal aprisionado por su feminidad... Vuelvo a palmearla ella arquea la espalda y siento como soy más apretado, esto le gusta y pienso seguirlo haciendo...

Después de no sé cuánto nos desbordamos ambos casi al mismo tiempo, yo en su lugar escondido ella en la cama, desde ese día hemos experimentado mucho y definitivamente ella es una mujer muy diferente, porque me permite explorar con ella este acto de amor, dejando que tengamos incluso estos encuentros dónde no solo usamos su feminidad...

Nos acostamos un rato, la abrazo, beso su hombro, ella sonríe, todo es perfecto y de verdad le ruego a los dioses que me dejen ser feliz está vez...

Ella me dice que quiere ir a caminar aunque sea tarde, no estoy muy convencido, pero lo hago, aparezco la ropa para mi y a ella hago aparecer su maleta, así después de un baño salimos tomados de la mano, caminando a la luz de las farolas de las calles, la luna y las estrellas en el oscuro cielo, las palmas se ven bellas, vemos un mercado nocturno y ella se detiene a ver todo, compramos unos dátiles a petición de ella, el momento es perfecto, porque ella ríe alegremente, dándome a la par dátiles en la boca, para luego besarme y robárselos, corriendo luego cuál ladrona que es, lo único que no se ha dado cuenta es de que la fruta yo le permito quitármela y que lo qué sí ha robado es mi ser entero, sobre todo mi corazón...

La amo de eso no tengo duda, solo quiero seguir siendo feliz con ella, que el mundo se termine entero si quiere, mientras yo la tenga a ella, lo demás no me importa...

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