Renuente idea

Quiero impedir esta tristeza, así que hago lo único que tengo a la mano para olvidarlo...

- Aladdín ¿Aún no has pensado en tus deseos? - Cuestiono y créanme la verdad debo confesar que es muy agradable estar así, que él hablé conmigo, que este fuera y sobre todo poder admirar por más tiempo la libertad aunque sea pasajera... Y me duele también tener que recordar regresar ahí, pero de alguna manera quiero olvidar a mis padres otra vez, por lo menos un rato...

- No, la verdad es que no ¿Tiene un tiempo de límite para pedirlos o algo así? - Pregunta mirándome con esos ojos que parecen negros como la noche

- No, solo preguntaba porque quería hacer plática - Le menciono un tanto avergonzado, porque la realidad es que quiero olvidarme de lo que me aqueja y mejor hablar de otras cosas aunque sea esos deseos...

- Oh ya veo, si gustas platicar solo hazlo no necesitas preguntar sobre eso, porque se nota que te incómoda - Dice y en verdad que este chico y el tiempo fuera me está haciendo sentir con ese deseo de querer ser libre en verdad y ya no tener que volver a ese horrible lugar...

- Gracias - Digo en un susurro - ¿Alguna vez has amado? - Pregunto para poder decir sobre lo mío sin sentirme egoísta

- Bueno ahora que lo preguntas creo que sí es amor, hay una linda chica que me ha cautivado, en inicio pensé que solo era una ciudadana como yo, pero luego supe que es la princesa Jazmín única hija del sultán - Comenzó a platicar y esos ojos suyos reflejaron una gran alegría, veía en ellos esa llama del amor, definitivamente estaba enamorado - No solo es bella, es ágil, fuerte y sobre todo me ha encantado su forma de ser entre dulce y delicada, combinada con ese carácter e imponente presencia...

- ¿Y entonces no has pensado en usar tus deseos para poder casarte con ella? - Pregunté pues se me hizo raro que no pensara en eso...

- No lo había pensado en realidad, pero si fuera un príncipe con riquezas creo que tendría una oportunidad con ella ¿Verdad? - Dijo y veía esa esperanza en él

- Claro Aladdín, aunque si te soy honesto sería mejor que ella te viera como eres y así te acepte y se enamore de ti, lo digo por experiencia, a veces se presentan ante ti como algo que no son y cuando lo descubres es muy doloroso - Comenté y ahí iba de nuevo a recordar el dolor, no aprendía mi lección

- Hablas con tanta tristeza que incluso me siento triste por ti - Dijo y acercándose me abrazó, me sentí bien debo decir, él seguía tratándome como una persona normal y tenía tanto que no era así que no quería terminara y que el fuera mi dueño siempre... Pero yo sabía que solo era un instante hasta que pidiera sus deseos y luego ya no le importaría, siempre era lo mismo

- Ya no importa, mejor piensa bien tus deseos... - Dije como queriendo cortar el tema

- Deberías hablar lo que tienes dentro, a veces es bueno desahogarse - Mencionó y yo solo pude negar con la cabeza, no quiero hacerlo ahora pensé

Me siguió contando de Jazmín, su bella chica de cabellos como la noche, que era tan valiente como divertida, que solo verla tuvo una inminente atracción hacia ella, dándose cuenta de que no era como otras mujeres que había conocido...

- ¿Y entonces este es tu hogar? - Pregunté recordando lo que había dicho ayer en la noche

- Sí, aquí vivíamos mi madre, mi padre y yo, un día mi padre salió y no volvió, desde ahí mi madre hizo de todo por mantenernos, es solo que un día ella también ya no regresó... Viva... Ese día salió a ganar monedas y tuvo un accidente que provocó su muerte... Yo solo tenía 10 años y desde entonces he vivido solo aquí, con los años comenzó a deteriorarse, lo único bueno es que nadie ha venido a quitarme de aquí; sin embargo, no pude hacer nada por mantenerla como cuando mis padres vivían aquí conmigo - Contó con pesar, me sentí triste por él, teníamos un dolor parecido, en mi caso yo solo estuve consciente de que ambos murieron sin siquiera verlos por última vez... Él solo pudo despedirse de su madre...

La plática continúo, debo decirles que entre más me contaba, más me identificaba con él, creo que ahora sabía porque me sentía en confianza, éramos parecidos, mientras hablábamos expreso nuevamente su deseo de casarse con Jazmín y entonces comenzó a decir que ya estaba pensando en que desear para poder lograr su cometido, me causaba gracia, a la par que me sentía impresionado de su forma de hablar, tan madura para su edad, teniendo tan solo 18 años y siendo huérfano desde los 10 creo que no era de extrañar...

Sin darnos cuenta la noche volvió a llegar, él dijo que mañana ya pediría sus deseos y créanme que ya había deseado que se tardarán mucho en pedirlos, pero en esta ocasión creo que fue más que evidente que mis ganas de que eso fuera así eran más intensas...

Esa noche volví a admirar la vista de la ciudad, enigmática y llena de tantas maravillas, sabiendo que había tantas cosas escondidas para el ser humano, entendiendo que sin importar que época sea, siempre hay eventos y cosas que no cambian, estando consciente de que la humanidad es no solo un milagro, sino una mezcla de sentimientos y sentidos que en cada uno lleva a un diferente resultado, unos son buenos, teniendo cero pensamientos de querer dañar a sus similares, otros al contrario son malos, tramando artimañas para que sus prójimos o aledaños resulten heridos, dañados de alguna mala manera, muertos si lo desean...

De nuevo miré el amanecer, esa preciosa estampa que me encantaría apreciar todos los días hasta la muerte... Para luego darme cuenta de que la muerte es un lujo que yo no poseo, de que la libertad solo es una falacia, de que estar aquí solo es momentáneo...

Y de nuevo la renuente idea de que la soledad es y será mi única compañera por toda la eternidad...

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