Alegría momentánea

Este chico definitivamente era diferente, su hablar, su inteligencia nata... Comenzó a correr por los tejados de la ciudad, esa forma de hacerlo tan rápida y natural, tan soez, como grácil, una combinación rara, tan extrañamente única que sin duda llamaba la atención... La alfombra mágica nos seguía al igual que ese pequeño monito tan extrañamente humano...

Queriendo salir de mi estupor comencé a hablar sobre los deseos, cuando se detuvo en una casa en ruinas...

- Y entonces amo ¿Cuál será su primer deseo? - Callé a la espera de su respuesta

- ¿Sabes? No estoy seguro, la verdad es que aún sigo sin creer que seas un genio, ya lo demostraste, pero a pesar de eso estoy como que esto es un sueño... Magia... Se supone que no existe, solo es una leyenda, un mito o algo así - Comienza a decir con su voz entrecortada por el esfuerzo que acaba de realizar

- Pero aquí estoy - Digo señalandome, extrañamente alegre porque es el primero que habla tanto conmigo - Soy un genio y cumpliré tres de tus deseos amo - Agrego con un poco de tristeza, porque esas palabras me recuerdan mi eternidad solitaria...

- ¿Ey podemos dejarlo para mañana? De verdad que estoy muy cansado y necesito pensar bien mis deseos... - Me dice con un bostezo

- Claro amo, como usted decida - Le respondo con un poco de impotencia, porque cuando eso sucede regreso a esa lámpara, hasta que vuelven a llamarme... Estoy a punto de decirle que puede frotar la lámpara para hacerlo...

- Vamos ven y acomodate por ahí, hay mucho espacio, aunque de una vez te aviso no es muy cómodo - Comenta y yo sonrío, porque cuando me dicen que puedo quedarme, tengo cierta libertad...

Él se acuesta en un tendido, las sábanas se ven rotas y viejas, aquí está lleno de polvo y arena, cosas olvidadas, las ventanas están roidas en las orillas, incluso se pueden ver agujeros en el techo...

- Lo sé, no es una mansión, ni siquiera una casa decente, pero es el único lugar que tengo, lo que queda de mi hogar - Sus palabras llenas de nostalgia me conmueven

- No es por eso amo, es que es muy poco el tiempo que estoy fuera de esa lámpara y me es inevitable no querer observar lo que me rodea, muchos años en soledad pasan factura - Le empiezo a soltar parte de mi tortura, no sé porque este chico me hace sentir en confianza...

- Ya no me digas amo, llámame Aladdín y si quieres puedes contarme lo que desees, te escucharé con gusto - Dice con una sonrisa franca y me siento contento, es la primera vez que alguien me trata como una persona normal

- Gracias, mañana am... Aladdín - Corrijo cuando me da una mirada severa - Ahora descansa

Él se acomoda y junto a él ese monito al cual he escuchado llama Abu, la alfombra cual si fuera un perro se acomodó a un lado del tendido y yo, les diré que no necesito dormir, me dí cuenta desde el primer día que entre ahí...

Así que solo camino a la ventana, mirando la ciudad, ha cambiado tanto en estos años, ahora hay tantas luces por la noche, hay más casas, el palacio parece haber sido ampliado también, se ve más majestuoso, las estrellas brillando en el cielo junto a la luna, no hay nubes hoy, la arena se ve increíble, las dunas y el aire fresco corriendo y moviendo lo que puede a voluntad...

Tenía tanto tiempo que no podía admirar este paisaje, que estar aquí parece un sueño, la paz que me inunda es una mezcla entre atronadora y especial, poder estar aquí en lugar de ese espantoso sitio es sencillamente espectacular...

Siempre amé este paisaje, la arena, el sol abrasador y ese aire caliente en el día, por las noches la luna y ese frío que incluso llega a calar, pero para mí es bello, estoy hipnotizado, perdido en la tranquilidad que rodea todo, no sé cuántos años han pasado... Agradezco poder ver todo tan minuciosamente como antes de ser encerrado...

Y me quedo aquí hasta que la luz del día empieza a asomar por el horizonte, esos tonos en el cielo, preciosos, elegantes y cautivadores... Miro el milagro frente a mí, las nubes blancas corriendo con el aire lentamente, las casas siendo rodeadas por la leve luz solar, el palacio está justo en esa dirección y parece como si el sol saliera justo de ahí, presentándose poco después en su máximo esplendor, las palmeras se ven tan lindas, hay cocos en sus cimas y es una alegría momentánea...

No puedo engañar a nadie, soy solo un prisionero, pronto tendré que volver adentro de esa lámpara m*ldita, pronto ese muchacho pedirá sus deseos y como los demás no le importará en lo más mínimo lo que suceda conmigo...

- Buenos días - Saluda, yo volteo y tiene una gran sonrisa...

- Buenos días Aladdín - Le respondo e intento sentirme bien, aunque claramente no lo estoy...

- Bueno supongo que como genio no debes buscar tu sustento, pero yo en cambio debo obtenerlo para mí y Abu, así que si gustas puedes quedarte aquí o puedes acompañarnos, aunque te advierto que tendrás que correr mucho - Empieza a decirme con cierta vergüenza, ahora entiendo porque se mueve así como lo hace, es un ladrón, lo cual me da cierta indignación, pero luego pienso que debe tener una buena razón, no parece un mal chico...

Y decido acompañarlos, miro como el mono aprovecha las aglomeraciones para tomar bolsos y monederos de cuero, dónde deben estar las monedas de esas personas, veo como Aladdín se acerca como si fuera a comprar a los puestos, tomando frutas, verduras y otras tantas cosas...

Al parecer hoy no los pillaron y volvemos tranquilamente a la casa...

Ese paseo fue como regresar a esa época dónde era libre, dónde iba por las calles caminando alegremente, dónde los días felices estaban a la orden, recordé a mis padres nuevamente, cuando iba con ellos al mercado, aunque también fue inevitable recordarla a ella...

No, debo hacer a un lado todos esos malos recuerdos, ahora debo dejar todo esto, creo que fue muy malo que este chico me permitiera quedarme aquí, creo que fue peor ir y ver el mercado y todo eso, un enorme vacío se instala en mi pecho, la tristeza se está apoderando nuevamente de mí...

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