Le pido a los dioses...

Y el amanecer de hoy es el mejor que he tenido en todos mis años de vida, es diferente como ella, en realidad no puedo negar que cuando vivían mis padres, despertar, levantarme y desayunar con ellos era muy lindo, momentos muy apreciados y muy felices; sin embargo, hoy se siente un tanto más especial...

Abrir los ojos y verla a mi lado, sentir su calor, tenerla pegada abrazándome, con su pierna encima de la mía, su respiración justo en mi pecho, se siente muy bien y pues a parte de la llamada er*cción mañanera fui preso de un deseo todavía mayor...

Y esta mañana se volvió todavía más inolvidable, pues me encontré haciéndole este acto que creo incluye el amor, es totalmente increíble lo que descubro que siento en tan poco tiempo...

Ya que los besos se sienten tan conocidos, las caricias son tan familiares y cuando me sumergo en ella es como si no fuera la primera vez, aunque así lo sea...

Y me encuentro igualmente con que para ser la primera vez, mi cuerpo y el de ella parecen encajar perfectamente y que las formas en que la hago mía no fueran la primera vez que las pongo en práctica...

Definitivamente estoy empezando a creer en las historias contadas desde tiempos antigüos...

Nos bañamos, el agua es fresca aquí y ella se sorprende al ver cómo hago aparecer ropa limpia y nueva sobre mí

- De verdad eres un mago - Comenta con asombro y alegría, hago también aparecer un precioso vestido parecido al que traía solo que en un color amarillo claro, unas sandalias café, en sus oídos unos aretes sencillos, un collar de diamantes sobre su cuello, en su muñeca una pulsera a juego - Es bellísimo, pero es demasiado porfavor no puedo aceptarlo - Dice sonrojada intentando quitárselos

- Por favor aceptalos, es un obsequio que quiero darte - Comento con una sonrisa, mientras le tomo las manos para que no los retire, ella me mira como intentando convencerme - Vamos además no es como que me costarán solo los hago aparecer con mi magia - Comento divertido y ella termina accediendo

Salimos del cuarto y el sol comienza a dar de lleno su típico calor, pronto estamos tomados de las manos caminando de nuevo en la playa, su sonrisa es tan franca, es inigualable, además tiene ese aire conocido, incluso siento que me enamoro mas de ella al verla, es simplemente cautivadora...

Las horas pasan, comemos, paseamos, Gina (después de tantas horas me animo a decir su nombre) me insta a entrar al agua, es solo que siendo mi primera vez aquí, siento que el agua es mucha, tengo cierto miedo, no lo entiendo muy bien porque nadar como tal si lo he hecho, es solo que fue cuando era genio y no podía morir, ahora creo que sí y por eso el temor...

Platicamos mucho, ahora empiezo a conocerla, me cuenta de su lugar de origen un país llamado Delfos, está un poco lejos de aquí, me cuenta que ha estado viajando mucho, primero en barco, luego caminando otro tanto para llegar aquí, aparte de usar camellos y caballos un tramo... Me ha dejado con ganas de hacerlo e ir a conocer el lugar de donde viene...

En su país hay nieve me comenta con una enorme sonrisa, me explica que es agua congelada, que es tan fría que puede quemarte la piel si la agarras por mucho tiempo, la escucho atento, me gusta verla feliz contando cosas de dónde viene y de sí misma, porque también me ha contado que tiene 23 años y que no se ha casado, que le gusta cocinar y dibujar, que lo único malo con ella es que los quehaceres del hogar no se le dan muy bien, se carcajea al decirlo y yo solo puedo ver esa radiante sonrisa...

Su color favorito es ese rosa chillón, que me comenta divertida no se llama así, sino fiucsa, me cuenta también que de dónde ella viene las ideas y enseñanzas no son tan estrictas como aquí, que les hablan del tipo de relación que llevan como pareja desde muy pequeños y que el matrimonio es solo un mero formalismo, porque las parejas ahí tienen está intimidad antes de casarse, creo que en parte imaginar que con alguien más pudo hacer lo mismo que conmigo me molesta..

Y así volvemos a llegar a la noche, es solo que cuando me comenta que ese lugar donde lo hicimos la primera vez es un sitio donde paga para quedarse y que hay otros ahí como ella, contándome que puede nos hayan escuchado hacerlo, decido que no quiero que volvamos ahí...

- Puedo crear una casa para nosotros, porfavor déjame hacerlo, no quiero que nadie más que yo escuché esos sonidos que haces cuando te hago mía - Le comento y ella accede con un poco de molestia, pero en serio ahora que sé que alguien más pudo escuchar esos magníficos sonidos que hace, pues me siento con la necesidad de volver a repetir, pero sin público...

Sé que no es nada lógico, pero así me siento...

Y entonces hago una casa cerca de los límites del desierto, cerca de donde nos vimos la primera vez...

La hago como la que recuerdo con mis padres, de dos pisos, abajo está la sala, la cocina y el comedor, junto con el cuarto que usaba mi padre para hacer su trabajo, arriba cuatro cuartos, el mío era el del fondo, el del inicio era el de mis padres, los otros dos los usaban las visitas cuando llegabamos a tenerlas...

Cuando entramos ella mira todo maravillada, ya tiene todos los muebles necesarios, por cierto frente a lo que sería la sala está una chimenea, junto con una pequeña mesa para merendar...

Yo cada cosa que miro empiezo a recordar a mis padres, es una nostalgia mezclada con alegría, no puedo evitarlo en cada rincón miro a mis padres y me recuerdo que ellos querrían que fuera feliz...

Siento sus dedos quitando las lágrimas traicioneras que se han escapado y se pone de puntillas para darme un suave beso que sube rápido de intensidad...

Sin pensarlo mucho ya la tengo en la copia de mi cuarto, sobre las sábanas del tendido de la que se parece a mi cama, besos siendo repartidos, caricias dirigidas al placer, la ropa regada por todos lados y la fricción de nuestros cuerpos siendo uno logra que alcancemos nuestra liberación...

Y así después de otras dos veces más, ella queda exhausta y yo me acerco a la ventana que justo he dejado dispuesta de forma que quedará con la vista al mar, está solo es una copia de mi casa original, la diferencia es todo lo que la rodea...

Y sintiendo la brisa fresca tan diferente a la de mi ciudad, estoy absorto en la noche, en la luna, en las estrellas, en la arena siendo arrastrada por el oleaje, miro todo y siento que todo está ocurriendo demasiado rápido y le pido a los dioses que solo me permitan ser feliz está vez, que todo lo que estoy sintiendo sea duradero, que porfavor Gina no se vaya de mi lado y que no defraude mi confianza...

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