MANIFESTACIÓN

El estaba confundido, pero si de verdad había sido virgen en aquel momento, no tenía de qué preocuparse, pero la cosa cambió cuando se dio cuenta que la primera vez no se protegió y la segunda tampoco, y pensó en el riesgo de un embarazo no deseado.

Definitivamente, tenía que hablar con ella, a su mente llegó el momento cuando en su suite le había costado penetrarla, pero ella no le había dicho nada, todo eso lo tenia confundido.

Ya había hecho el amor con Paulet dos veces, el empezó a sentirla como su mujer, se sonrió con orgullo porque estaba casi seguro que fue su primer hombre, era su mujer, en el mismo instante se acordó que podría estar embarazada y menos la iba a dejar, pero sabía que era una mujer difícil y orgullosa.

La que estaría emocionada y encantada en saber que Gabriel tendría una mujer embarazada era su madre, el siempre le ha dicho que no se iba a casar y menos tener hijos, pero el ya había cambiado de parecer porque encontró una buena mujer, el hecho de pensar en ella se dió cuenta cómo su cuerpo había reaccionado ante sus pensamientos, la deseaba como nunca había deseado a nadie en toda su vida.

Paulet también pensaba en el, se había sentido mucho más segura cuando Gabriel no sabía quién era y pensaba por alguna extraña razón que estaba confabulada con Gustavo vega, aquel hombre tan odioso que no hacía más que molestarla con intenciones de convertirla en su amante.

A las 8 de la mañana le avisaron a Gabriel que la protesta iba a ser pacífica, él había conseguido hablar con el líder de la protesta para concretar una reunión, el líder le había dicho que no tenían intenciones de generar violencia.

Gabriel ya había tomado la decisión de mantener abierta la fábrica, pero aún no les iba a decir, su decisión no tenía nada que ver con lo sucedido con Paulet.

Paulet llegó al lugar de la manifestación, todo estaba en calma, pero para sorpresa de todos, Gustavo había llegado con prepotencia dando orden de desalojar los alrededores de la fábrica, ninguna de las personas manifestantes le hizo caso, todos se habían negado a su petición.

Gustavo entró a la fábrica y desde allí llamó a la policía y junto a ellos los periodistas del periódico y la emisora del pueblo.

Después salió de la fábrica provocando a los manifestantes, y se enfrentó a uno de ellos.

GUSTAVO: ¡ustedes son tan estúpidos! ¿De verdad creen que esto va a cambiar la decisión que ha tomado Gabriel de cerrar la fábrica? jajajaja me dan risa, están perdiendo su tiempo aquí.

* Él ha aceptado reunirse con nosotros, guardamos la esperanza de que no la cierre.

GUSTAVO: ja, ja, ja ustedes son tan ingenuos, vagos que no sirven para nada, por culpa de ustedes se va a cerrar la fábrica, por su mal trabajo, porque en vez de generar ganancias lo que generan son pérdidas.

Paulet escuchaba cada palabra que decía Gustavo, quería provocar desórdenes y violencia y salió ella en defensa de las personas.

PAULET: ¡eso no es cierto! Cada uno de ellos trabajó con uñas y dientes en esta fábrica, porque este es su fuente de ingresos para llevar alimentos a sus familias.

GUSTAVO: ah.. debí haberlo adivinado, ¡esto no le va a caer nada bien a secretaria de Educación! Pero claro, tu mugrosa escuela está en peligro.

Hay maestra.. Mira tú porque al final parece que voy a poder construir mi edificio y desaparecer la escuelita.

Él comenzó a avanzar hacia Paulet con una mirada amenazante, la gente intentó detenerlo, pero iba demasiado rápido que uno de los hombres manifestantes se colocó en frente para protegerla.

Él aparto al hombre con todas sus fuerzas y lo tiro al piso, la gente al ver el comportamiento de Gustavo comenzaron a gritar y a empujarlo, la policía llegó y al ver lo que pasaba corrieron para calmar la situación, Gustavo tomo a Paulet con fuerza por el brazo para ingresar con ella nuevamente a la fábrica, ella trató de resistirse golpeándolo con fuerza, estaba asustada por lo que podría hacerle dentro de la fábrica, uno de los policías se percató de lo sucedido y se acercó, él a ver al policía le dijo que ella lo había atacado, le pidió que la detuviera, iba a presentar una denuncia por agresiones.

Ella trató de defenderse, pero el oficial la esposo y se la llevo al carro, ella se dio cuenta cuando uno de los periodistas le tomo fotos, en el carro ella le decía a los policías que ella no lo agredió, que fue el quién la estaba lastimando, ella defendía su inocencia, los policías le dijeron que mantuviera silencio que en la estación podía dar su declaración.

Cuando llegó a la estación se dio cuenta que en otro carro llegaron otros que estaban en la manifestación, entre ellos estaba el que intento defenderla, ella no podía creer que aquello le

Estuviera sucediendo a ella, le tomaron su declaración, ella narró la versión de los hechos, se sentía mal, le dolía la cabeza y estaba asustada, y para terminar se dio cuenta que en el brazo por el que Gustavo la había agarrado tenía moretones.

Ella nunca pensó que apoyar a los trabajadores participando en una manifestación pacífica iba a terminar acusada y encerrada en una celda, tampoco pudo evitar preguntarse ¿qué iban a decir sus padres si se enteraban de lo sucedido?

La saco de sus pensamientos la voz de un hombre, ella sabía de quién se trataba, pensó que también iba a poner la denuncia y lo miró con los ojos llenos de lágrimas y sintió que iba a desmayar, lo que ella no sabía que él llegó a la fábrica y se enteró de todo.

El la miró y se dirigió de al oficial de la policía:

GABRIEL: buenas, oficial, soy Gabriel Montenegro dueño de la fábrica donde se realizó la protesta.

OFICIAL: según nuestros informes, es el señor Gustavo vega el dueño, él fue quien nos llamó diciendo que había problemas.

GABRIEL: el dueño de la fábrica soy yo y lo puedo demostrar ¿Puede contarme exactamente qué ha sucedido? Por lo que yo sé, los manifestantes

estaban tranquilos, habíamos quedado que era una manifestación pacífica.

OFICIAL: ok, bueno el señor Gustavo vega nos llamó desde la fábrica para decirnos que no lo dejaban salir, y que tanto él como las instalaciones corrían peligro porque recibió amenazas, Cuando llegamos, uno de nuestros policías vio la pelea entre esta señorita y el señor Gustavo y manifestó que ella estaba intentando atacarlo.

PAULET: yo no hice nada de eso, fue él quien me atacó.

Gabriel se dijo mentalmente que tenía que defender a su mujer de esas acusaciones, tenía que protegerla de Gustavo vega, no iba a permitir que ella pasara un minuto en esa estación y menos en una celda.

GABRIEL: creo que debe haber un error, conozco bien a la señorita, de hecho, estaba en la fábrica porque la mandé a supervisar la marcha de los trabajadores, no creo que haya atacado al señor Gustavo, puede corroborar ambas versiones con los manifestantes.

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