SUITE

Gabriel frunció el ceño mientras entraba en su suite. No había nada en el mundo que pudiera convencerlo para cambiar los planes que tenia.

La empresa de la familia Vega era competencia directa de la suya, y era lógico pensar en cerrar

algunas de las cuatro fábricas, aunque todavía no había decidido cuáles.

Cansado, entró en la habitación sin molestarse en encender la luz, solo con la del baño que estaba encendida. Exhaló un suspiro de disgusto, se quitó la ropa y se metió en la ducha, cuando

terminó, salió del baño y se dirigió a la cama pensando también en sus padres.

Sus padres vivían México, el se acordó que su madre le preguntaba cuando tendría una novia, pero el siempre le evadia el tema, sin quererlo, recordó de pronto cómo había reaccionado su cuerpo ante la mujer con la que se había cruzado en la sala de espera del hotel. Era muy bonita, pero su ropa tan horrorosa la hacia ver un poco anticuada, ropa ancha y larga. Gabriel sabía cuándo alguien se vestía para causar el máximo efecto, y desde luego no era el caso de aquella mujer.

Echó hacia atrás las sábanas y se metió dentro entonces se dio cuenta de que la cama, su cama, estaba ocupada por siguiente más, encendió rápidamente la lámpara de la mesa y miró con incredulidad la mujer que estaba acostada a su lado.

Gabriel sintió el olor a alcohol que desprendía la suave respiración de la mujer que dormía a su lado.

Sus sentidos reaccionaron de manera muy distinta, era la mujer que vio en la sala del hotel.

Gabriel la habría reconocido en cualquier parte, o

mejor dicho, su cuerpo la habría reconocido. Entonces su cerebro reaccionó, recordó la voz de aquel hombre tratando de convencerlo para

que se echara atrás en la firma del contrato. ¿Era ella la mujer de la que él le había sugerido? Tenía que serlo, no podía tener ninguna otra razón

que justificara que estuviera en su cama.

Segado por la ira, agarró con fuerza el brazo de la mujer mientras se inclinaba hacia ella para despertarla, Paulet estaba profundamente dormida, sumergida en el más delicioso de los

sueños, en los abrazos del hombre más guapo y sensual del mundo.

Gabriel se inclinó sobre ella y, tocando su brazo desnudo, le preguntaba: ¿Qué diablos hace usted en mi cama? El cerebro de Paulet seguía bajo los efectos del alcohol, pero como pudo hizo el esfuerzo para abrir los ojos, cuando lo logró vio al hombre más hermoso junto a ella.

Cerró los ojos para disfrutar de aquella imagen, pero volvió a abrirlos inmediatamente para no perderse ningún detalle de él. Entonces, extendió el dedo y comenzó a recorrer su pecho, maravillada ante la diferencia entre aquella piel y la suavidad de la suya.

Gabriel no podía creer lo que estaba sucediendo, aquella mujer intrusa no había hecho ni caso a su pregunta, y además lo estaba tocando sin su consentimiento. Pero no, aquello no era simplemente tocar, su cuerpo reaccionó con una sacudida, lo estaba acariciando.

Algo en su mente deseaba rechazar lo que estaba ocurriendo, pero por otro lado, sintió un intenso deseo de abrazar a la mujer que lo estaba torturando de aquel modo tan seductor.

Gabriel estaba perdiendo su autocontrol, no estaba acostumbrado mezclar trabajo con sexo. Pero, para su sorpresa, perdió la batalla con aquella mujer.

Mientras tanto, Paulet, alentada por algo mucho más poderoso que el alcohol, seguía totalmente ajena a cualquier cosa que no fuera el maravilloso sueño en el que estaba sumida.

Ella se levantó un poco y pasó suavemente la punta de la lengua por el cuello de Gabriel

El seguía sin dar crédito a lo que estaba ocurriendo en ese momento, lo que ella estaba

Haciendo lo tenía perdido, y el se estaba dejando sin poner ninguna resistencia. Se dejó caer sobre la almohada mientras ella se subía provocativamente sobre él, su lengua continuaba lamiéndole la piel con increíble sensualidad.

El comenzó a quitarle la ropa entre besos, apesar de la semioscuridad de la habitación, el pudo ver el hermoso cuerpo que ella ocultaba bajo la ropa ancha que usaba, tenía la cintura estrecha, un abdomen plano, ella continúo pasando su lengua por el cuello, mientras el le quito el brasier, el sintió cómo todo su cuerpo se estremecía al ver sus hermosos pechos redondos.

Paulet soltó un grito ahogado cuando sintió la lengua de Gabriel sobre su p*zón, temblaba del placer que estaba sintiendo y dijo en susuro:

PAULET: ah que rico, me gusta.

Y cerró los ojos para disfrutar de lo que estaba

sintiendo. Gabriel estaba impresionado por la reacción de aquel cuerpo a sus caricias.

Trató de recordarse a sí mismo que estaba contratada para hacer un trabajo, pero la lujuria no lo dejaba pensar con claridad, sus sentidos estaban demasiado nublados como para pensar con claridad.

Durante los escasos minutos en los que la había visto en la sala de espera del hotel, supo que podría afectarlo de aquel modo, que la desearía así.

Gabriel deslizó la mano por la curva de su cintura, deteniéndose sobre su cadera, no podía dejar de desearla, Paulet disfrutaba de lo que aquel hombre le hacia, estaba en el cielo, Gabriel parecía saber dónde y cómo acariciarla. Su cuerpo se derretía con cada ola del placer que él

despertaba en ella.

Paulet miró con l*juria aquel hombre, lo deseaba con todo su ser. Pasó la yema de los dedos sobre su erecc*ón, Gabriel no podía explicarse cómo estaba permitiendo que aquello ocurriera, nunca en toda su vida había experimentado un deseo tan intenso, ni había sentido una necesidad tan grande de tomar lo que se le ofrecía tan explícitamente la acarició.

Después bajo su mano hasta su int*midad, se dió cuenta que estaba bien húmeda y caliente, sintió cómo el cuerpo de ella se estremecía buscando su contacto, quería que él entrará en ella, se decidió porque tampoco aguantaba las ganas y entró al fin en ella.

Paulet escuchó el gemido que salió de su garganta mientras se introducía en ella, llenándola por completo, su pasión se desató aún más allá de cualquier límite.

Los dos estaban sumergidos en la lujuria, él la pen●traba y al mismo tiempo ella movía sus caderas con ayuda de él.

Cuando ella alcanzó el orgasmo, se derritió en espasmos de tal intensidad, que Gabriel pudo sentirlos dentro de él.

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Comments

te amo 😍🥰💖💖

te amo 😍🥰💖💖

que pasión 😁🔥🔥🔥 cuando se de cuenta que hicieron ya me imagino su caras

2024-07-17

1

Adoración del Carmen Martinez sonni

Adoración del Carmen Martinez sonni

wow 🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥

2024-06-01

0

SE Pti

SE Pti

la habrá mandado su primo aque le pongan algún afrodisíaco a su jugo de naranja 🤔

2024-05-13

1

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