COMPROMETIDOS

MIRTA: espero que no intentes negarlo querida, acepta que es verdad, no se te ocurra negarlo, mi sobrina te vio llegar al hotel, y también te vio salir a la mañana siguiente.

El corazón de Paulet estuvo a punto de pararse, aquello era peor de lo que había esperado, las demás madres se dieron cuenta que las palabras de Mirta habían impresionado a Paulet.

Ella miraba a las madres de sus alumnos, cada una la miraba esperando una respuesta de su parte.¿Qué podría decir en su defensa? pensó que nada de lo que pudiera decir lograría mejorar la situación, y que contar la verdad podría incluso empeorar las cosas.

MIRTA: jajajaja, ¡se dan cuenta! es mi deber exponer las dudas que me ofrece tu comportamiento PAULET Por no hablar de tu capacidad para educar a nuestros hijos, ¿le estas enseñando... ¿como sera? ¿clases de seducción?

PAULET: no te permito...

MIRTA: ¿que? si sabes que es verdad, para terminar, la policía te lleva arrestada, creo que la secretaría de Educación debería estar al tanto de esto.

A Paulet no le quedo de otra que decir:

PAULET: señora Mirta, yo sé que no soy de su agrado, pero me está juzgando sin conocer la verdad de todo, y más porque se esta metiendo es mi vida privada.

Ella terminó de hablar y se fue a su salón, por dentro estaba devastada, quería llorar fuerte por lo que estaba pasando, a ella no le importaba que tomarán medidas disciplinarias contra ella, lo que más le preocupa es que su reputación se vendría abajo, la iban a señalar a donde fuera, todo eso le impediría permanecer en la escuela contra los deseos de los padres, si estos pensaban que no era la persona adecuada para hacerse cargo de sus hijos.

Ella pensaba en como se le vino el mundo encima, estaba perdiendo todo lo que había logrado en la escuela con las personas del pueblo, después de lo duro que había trabajado, su honor estaba en entredicho, ya no tenía como defenderse; ya le dolía la cabeza de tanto pensar.

sintió un repentino mareo y pensó que no había desayunado, sacó un sandwich que tenía con un jugo y una manzana.

Cuando lo acercó a su boca el olor le dio asco y ganas de vómitar, corrió al baño y vomitó, después se puso a pensar en las palabras de Gabriel, ella se negaba a creer que estaba embarazada, no se sentía del todo bien, pero seguramente se debía a la tensión y a la ansiedad de la situación.

La mujer de Milkar lo llamo para contarle lo sucedido en la escuela con Paulet y Mirta, el hombre de inmediato fue a decirle a Gabriel de los rumores.

Gabriel sabia que ahora más que nunca tenía que estar de su parte.

El estaba sumergido en sus pensamientos cuando la secretaria tomó a su puerta, ella entró y le dijo que en la entrada de la fábrica estaba Gustavo vega.

Dio la orden para que lo dejaran entrar, Cuando llegó a la oficina de Gabriel le puso el periódico en el escritorio y dijo:

GUSTAVO: aqui tenemos a doña perfecta, la maestra intachable, jajajaja ahora todo el mundo sabrá quién es en realidad, mostró su verdadera cara.

Gabriel se hizo el no que no sabía de que le hablaba y dijo:

GABRIEL: ¿Qué quieres decir?

GUSTAVO: ah no se, ¡dime tu! ¿A ti qué te parece? la vieron salir de tu suite a primera hora de la mañana. ¿Qué tal estuvo la noche picaron? Apuesto a que bien, pero seguro que los padres de sus alumnos no opinan lo mismo.

Gabriel no podía soportar más insultos hacia Paulet y dijo:

GABRIEL: ¿Qué hay de malo, en que dos personas que están comprometidas pasen la noche juntos?

GUSTAVO: ¿Comprometidos? ¿si eso es cierto, ¿por qué no lo sabe nadie?

GABRIEL: porque habíamos decidido no decirlo por el momento, no creo que sea asunto de nadie más que nosotros, y cambiando de tema, las autoridades han detectado ciertas anomalías en la contabilidad.

Gustavo se puso blanco por el cambio abrupto de tema que hizo Gabriel, Gustavo llegó con la intención de amedrentar a Gabriel y le salió todo mal, se fue a perjudicar el mismo.

GABRIEL: te agradezco que te retires y dejes en Paz a Paulet.

Gustavo salió sin decir una sola palabra, y pensó que esa era la razón por la que Paulet nunca se le vio con ningún hombre que no fuera su primo.

En la escuela mientras Paulet daba sus clases otra maestra le informó de la reunión que tendrían en la tarde, eso la puso tensa, pero tenía que asistir, ya se imaginaba quién iba a ser el centro de conversación de esa reunión reunión.

Ella dejo a sus estudiante para ir al baño, al llegar su estomago se le revolvió con más fuerza, ella se decía:

PAULET: no voy a vomitar, no voy a vomitar, no voy a…

Pero no pudo aguantar y vomitó, después que se calmó se resignaria, que pasara lo que tendría que pasar.

Ella siguió sintiendo mareos y trato de convencerse a sí misma de que era la tensión por lo que estaba pasando y lo que se le venia en la reunión, después pensó en comprarse una pruebas de embarazo, así saldria de dudas.

A Las 12 de medio día Gabriel salió de la fábrica, era hora de almuerzo y ya casi salía Paulet de las clases con los niños.

A la hora de la salida ya la mayoría de las madres estaban en la entrada de la escuela esperando por sus hijos, ella era la directora de la escuela, pero también daba clases, le gustaba estar él pendiente de todo, Cuando llego a la puerta de salida se puso tensa cuando Mirta se separó del grupo de padres que esperaban en la puerta de la escuela y se enfrentó a ella.

MIRTA: ¿Vas a asistir a la reunión de esta tarde? Te lo pregunto porque ahora que tienes un novio rico tal vez no te preocupe tanto el futuro de tus alumnos.

Esas palabras sorprendieron a Paulet, ahora estaba más perdida que antes, no sabía de dónde sacaba tanta información esa mujer, y ¿de qué novio hablaba? Pero la misma Mirta le dió la respuesta.

MIRTA: aunque estés comprometida con Gabriel Montenegro, hay algunos puntos que es necesario aclarar, no solo ante los padres, sino también ante la secretaria de Educación.

PAULET: ¡espera! ¿Qué quieres decir con eso de que estoy comprometida con Gabriel Montenegro?

MIRTA: creo que es un poco tarde para hacerte la inocente.

Paulet estaba confundida con lo que estaba pasando, todos los padres miraban expectante a ambas mujeres, hasta que llego un lujoso carro a la entrada de la escuela.

MIRTA: mira, aquí llega tu prometido

Todos miraban hacia el carro, Gabriel bajo y caminó en dirección a Paulet, y todos estaban a la expectativa de lo que pasaba e iba a pasar.

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