VERGÜENZA

Se había puesto muy pálida, y había en sus ojos una mirada que, en otras circunstancias, Gabriel habría jurado que reflejaba angustia.

Paulet trató de entender lo que estaba escuchando de aquel hombre. Por el momento, dejaría a un lado la crueldad de sus insultos, ya pensaría sobre ellos a solas.

Pero las referencias que él tenía acerca de Gustavo vega a y su supuesta conexión con ella le resultaban desconcertantes, ella no tenía ningún vínculo con él.

Cuando ella intentó hablar para defenderse, él la interrumpió y continuo con sus insultos.

GABRIEL: no se quién eres, ni entiendo por qué te ganas la vida de una manera tan... fácil.

Paulet sintió de pronto un profundo alivio porque aquel hombre no sabía quién era ella.

Con un poco de suerte, podría mantener a salvo su reputación y su orgullo, nadie, excepto

ellos dos, tendría por qué saber lo que había ocurrido.

Había renunciado por completo a su propósito inicial. ¿Cómo iba a hablarle en

aquel momento del futuro de su escuela? Paulet sintió culpabilidad, ella estaba allí para salvar la escuela y el empleo de la gente del pueblo, ahora no solo se habían derrumbado todos sus principios, sino que además había arrastrado con ellos a sus alumnos.

Seguía sin entender con claridad qué había pasado exactamente, el tomar aquel jugo con algunos otros ingredientes no justificaba su comportamiento.

Mientras la miraba esperando una respuesta, Gabriel pensó que su silencio era otro de sus trucos. Y en cuanto a la angustia que le había parecido leer antes en su rostro, estaba claro que formaba parte de la actuación.

Ella tenía mucha vergüenza, no sabía que decir para defenderse de las acusaciones erróneas que el le estaba haciendo y pensó que lo mejor era salir de allí.

PAULET: tengo que irme, por favor, déjame pasar.

La suavidad de su voz le recordó a Gabriel la manera en que había gemido de deseo durante la noche.

El no quería volver a caer en su trampa, pero no se movió de donde estaba. Ella se dirigió con determinación a la puerta, Gabriel se dio cuenta que era una mujer con carácter cuando la vio avanzar hacia él para salir por esa puerta.

Gabriel sabia que iba en contra de todos sus principios impedirle la salida por la fuerza, aunque le molestaba dejarla marchar sin dejarle aún más claro lo que pensaba de ella y del hombre

que le había pagado.

Gabriel finalmente se apartó para darle paso.

Antes de salir el le dijo:

GABRIEL: ¡una cosa más!i si te atreves a contar lo que ha pasado entre nosotros, te aseguro que cualquier problema que eso me cause lo sufrirás tú multiplicado por diez, así que, más te vale callar.

Paulet no contestó, no podía hablar, aquella era la experiencia más dolorosa y humillante que había vivido jamás. Pero parecía que Gabriel Montenegro no había terminado con ella todavía.

Cuando salió al pasillo, la agarró de la muñeca. Paulet sintió una descarga eléctrica que le recorrió todo el cuerpo y escucho cuando el le dijo:

GABRIEL: si hubieras sido más lista, habrías vendido tu historia en donde te hubieran

pagado mejor.

PAULET: ¿Qué quieres decir?

GABRIEL: que me sorprende que no hayas intentado pedirme por tu silencio más

dinero del que te pagó vega por tus servicios.

Paulet no podía creer lo que escuchaba, la estaba tratando como una trabajadora sexual, pero no podía estar más en silencio y le contesto nerviosa y con vergüenza por todo lo que había pasado.

PAULET: no hay dinero en el mundo que pueda compensarme por lo que he pasado esta noche.

Y antes de darle la oportunidad de decir algo que pudiera herirla aún más, paulet consiguió soltarse la muñeca y salir a toda prisa por el pasillo para

dirigirse al ascensor y dejar todo atrás.

Una chica con el uniforme del hotel la vio salir de la suite de Gabriel, pero Paulet estaba perdida en sus pensamientos que no se dio cuenta de la su presencia.

Gabriel la vio marcharse, estaba furioso y dijo:

GABRIEL: ¿De verdad creía que era tan estúpido?

como para tragarme semejante mojigatería?

Paulet iba pensando mientras caminaba a su casa que lo primero que iba a hacer al llegar

a casa sería darse una buena ducha, y lo segundo, escribirle una carta a Gabriel Montenegro para hablarle de la necesidad de mantener la fábrica abierta. Debido a lo que pasó entre ellos, no pensaba tener ningún contacto directo con él.

Y lo tercero que pensaba hacer era meterse en la cama, dormir, y borrar de la mente lo que había pasado entre ellos, lo arrojaría a un rincón de la memoria y cerraría con llave para que nadie pudiera volver a entrar jamás, pero también sabía que todo eso no iba a ser tan fácil como ella pensaba.

Paulet abrió la puerta de su casa, hizo lo de bañarse y acostarse a dormir, después de un rato la despertó el sonido del teléfono, miro el reloj y se dio cuenta que eran más de las diez de la mañana, era sábado, y a esas horas debería estar en el mercado haciendo la compra semanal.

Cuando contestó la llamada escuchó la voz de su primo cuando le dijo:

FABIO: por fin te dignas a contestar, es la tercera vez que llamo. ¿Cómo te fue con Gabriel Montenegro? Me muero por saberlo.

Paulet no era capaz de contarle lo sucedido a su primo Fabio, sentía mucha vergüenza, dio un suspiro y le dijo:

PAULET: no pude Fabio, no fui capaz

FABIO: ¿Porque Paulet?

PAULET: ¡porque no fui capaz y ya!

FABIO: ok, no te preocupes, oye, te llamo para decirte que mi jefe se va a reunirse con Gabriel Montenegro hoy, le brindara una cena en su casa, ¡oye! Se me acaba de ocurrir una idea, y si vienes conmigo a esa reunión y aprovechas y hablas con el, le cuentas el caso de la escuela, estoy seguro que hablando con el puedes conseguir algo.

PAULET: eres muy amable Fabio, pero no quiero estar de metida en la reunión de tu jefe.

FABIO: no Paulet, no vas de metida, además mi jefe le va a encantar la idea, su nieto es alumno tuyo; Piensa en tu escuela él te puede ayudar con todo ese lío. ¡Paulet es lo mejor! Paso por ti y no se diga más.

Fabio corto la llamada antes de que ella se negara.

Era muy importante que le informara a Gabriel Montenegro las consecuencias que tendría el cierre de la fábrica para toda la comunidad. Si consiguiera poner al jefe de su primo Fabio de su

parte, sería de gran ayuda.

Cada hora que pasaba se le hacía más difícil

comprender lo que había hecho. No solía comportarse así, y la prueba estaba en que Gabriel Montenegro había sido su primer y único hombre.

No podía negar que le habían gustado las caricias de aquel hombre, su manera de hacer el

amor. Para defenderse a sí misma, se dijo que había estado medio dormida y además bebida, pero recordó también cómo había reaccionado la primera vez que lo vio, y en aquel momento había estado sobria y totalmente despejada.

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Comments

🌻 Monny 🌻

🌻 Monny 🌻

Y ni una prueba dejó de su virginidad en la cama, cómo no notó él que ella era virgen?? 🤨🤔🤔🤔🤔

2024-07-31

0

Rossi

Rossi

que trampa se trae el primo?

2024-06-25

1

Adoración del Carmen Martinez sonni

Adoración del Carmen Martinez sonni

Gabriel no se fío cuenta q era virgen 🤔🤔🤔🤔🤔

2024-06-01

1

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