Capítulo 19: El destino del mundo (Parte III).

Maryam comenzó a caminar sin previo aviso, abrió la puerta con una mano como si estuviera empujando algo liviano, y contestó antes de entrar con una cara serena:

"Cuando hablemos en la reunión verás si estoy nerviosa o no. Nos vemos, Astrid".

el 'Arcángel de la Justicia' suspiró amargadamente a la vez que decía en su mente:

"Que rígida, ¿será que siempre es así?".

En ese momento Astrid sintió una precensia más a un par de metros suyo, sorprendida por esto se dio la vuelta con una cara de espanto. Al observar quien había subido las Escaleras del Cielo pudo ver a lo que sería un joven hombre tierno y tímido con los hombros encorvados y caminando con sus tambaleantes piernas, la expresión de Astrid cambio por una más alegre acompañada de una sonrisa al verlo.

Estaba por caerse luego de apoyar mal su pie cuando de repente Astrid reaccionó a una increíble velocidad para salvarlo de su caída. Todo acabó con una inaudita pose de como si estuvieran terminando su presentación de baile. Astrid había sujetado por la espalda a este joven hombre para que no cayera, provocando que éste se atajara con la mano que lo detuvo para salir ileso, dando por resultado que sus caras estén cerca del uno y otro.

La expresión impresionada y avergonzada del joven hombre de cuatro alas verdes y brillantes se plasmó en su rostro haciendo que miré hacia un costado por su nerviosismo, timidez y cobardía ante el suceso.

"¿Estás bien, Helge?", preguntó con una cara preocupada la 'Arcángel de la Justicia'.

Un jovencito con apariencia de unos 16 años, de cabello verde despeinado y revoltoso que enrosca su cabello como una marea; unos ojos de igual color, siendo estos más claros para lograr su sacralidad, viéndose también más adorable. Su cara es delicada y su boca más chica si la comparas con los labios carnosos de Astrid. Por otra parte, la vestimenta que lleva son unos zapatos marrones sin nada destacable, al igual que sus pantalones; sin embargo, su camisa es de tala blanca abotonada para ajustarse a su delgado cuerpo y finamente detallada con bordeados característicos de un noble de alta jerarquía, el cuello de la vestimenta es una lechuguilla que empocha la parte de su cabeza sobresaliendo la misma, dándole un toque más de la realeza.

Helge levantándose erguidamente y alejando así a Astrid de su zona privada, se avergüenza y responde con su delicada mano con los dedos doblados hacia adentro cerca de su boca:

"E-Estoy bien, Astrid...".

La 'Arcángel de la Justicia' sonrió ante la respuesta de su amigo y le dijo dándole una fuerte palmada en la espalda y estando confianzuda con éste joven:

"¡Jaja, entonces me alegro! ¡Pensé que te caerías y casi me mato del susto, por suerte reaccioné y te salvé!"

"Jaja, si... Por poco me caigo", contestó incómodo el joven Helge moviéndose hacia adelante por las repetitivas palmadas de su interlocutora.

Astrid al momento de la respuesta de su amigo recordó algo que explayó en palabras: "¡Ah! ¡¿Como pude olvidarme?!". Posteriormente agarró de la mano a Helge y salió disparada hacia la puerta del Castillo Arlet para entrar de una vez por todas.

"¡Maldición, Maryam va a matarme cuando me vea! ¡Tendré que inventarme una excusa!", dijo la olvidadiza 'Arcángel de la Justicia'.

Mientras tanto, Helge, 'Arcángel de la Vida o la Sacralidad', miraba con afecto y admiración a la temeraria Astrid que recién recordaba que tenía la reunión que estaba por empezar.

"Ella siempre me ha protegido desde que recuerdo, siempre me cuidó y me enseñó sobre como controlar mis poderes o como tratar con la maldad. La admiró y la amó tal como una madre... Incluso ahora me salvó de caerme de lo torpe que soy. Le estoy agradecido infinitamente por todo lo que ha hecho por mi, algún día sé que le devolveré todo lo que ha hecho por mi".

Astrid y Helge pasaron por el largo pasillo y se dirigieron con prisa a la puerta que daría a la sala de reuniones de los Ángeles de 1er Orden, los Arcángeles.

Cuando llegaron a dicha puerta reluciente de color gris, se alcanzó a oír la voz de Maryam comenzando la reunión sin estar los dos que faltaban. Astrid recogió valentía y abrió la puerta de sopetón.

La puerta se deslizó fácilmente levantando un poco de viento que rápidamente llamó la atención de todos los Arcángeles que giraron su cabeza hacia los recién llegados.

Helge, tímido y acobardado, se colocó detrás de Astrid sinónimo de su apego y dependencia hacia ella. Las miradas imponentes y dominantes de los demás Arcángeles lo incomodaban rotundamente. La 'Arcángel de la Justicia' no tuvo de otra que encarar la situación.

"Hasta que llegaste, Astrid. Ya estaba por iniciar la reunión", comentó Maryam, tan solenme como siempre.

"...Si, me encontré con Helge y por eso llegue tarde", respondió nerviosamente la Arcángel.

Maryam dirigió su serena mirada a Helge, que apenas vio esto reaccionó encorvando más sus hombros y escondiéndose detrás de Astrid. La 'Amante del Señor' soltó un suspiro y dijo: "Siéntensen por favor, tenemos que hablar de temas importantes", para luego conducir su mirada al frente, exhibiéndose a los demás ángeles.

Astrid caminó hacia la mesa rectangular seguida de cerca por Helge que le sujetaba el vestido con firmeza como un niño pequeño de no querer despegarse de su madre. Al rodear la mesa, observaron como los demás Arcángeles que los dos pasaban a su lado lo miraban de forma fría y despreciándolos, especialmente a Helge que cada vez que los ojos lo observaban, apretaba con más fuerza la porción del vestido de Astrid.

Un joven hombre de una apariencia de unos veinte y tantos, de cabello prolijo, lacio y rojo, pero en las puntas de color blanco, ojos rojizos, pestañas y cejas también de la misma entonación que su cabello; vestido con un traje negro y una remera gris con el cuello suelto debajo del traje, encima se asenta sobre los hombros y rodeando desde detrás, la piel de un león, pero no cualquier león, sino un León Alado los cuales tiene un hielo gélido que congela a un humano en cuestión de segundos; su piel es color azul con manchas negras.

Este joven es el 'Arcángel de la Espada', Einar, el cual es frío y sin emociones, su viveza sólo se basa en poder alcanzar un nivel incomparable con la espada, pesé a que ya llegó a un nivel brutal y divino con dicha arma sigue esforzándose para ser un ser transcendental en el camino de la espada. Sin dudas su convicción y determinación son de temer.

Ya cuando pasaron a Einar, había otro ser más al cual había que pasar a su lado, éste sería un esbelto hombre con un cabello largo y dorado que le llega hasta la espalda, las ligeras ondulaciones del flequillo pasarían por enfrente de sus orejas y bajarían hasta sus cachetes. De ojos de igual concordancia que el cabello, vestido de forma extravagante con ese traje dorado a la manera de la antigüedad y la realeza. Una placa de oro forjado en forma de cuadrado se posa sobre su pecho, lo mismo pasa con sus hombros solo que con una suave diferencia: estos son más rectangulares para ajustarse al hombro y así protegerlo.

Personalidad pertinente para la gobernanza, el 'Arcángel de la Gobernanza', es idóneo para el imperioso y ambicioso puesto de gobernante. Se podrán hacer una idea de su personalidad, así que los dejo con Mael, el supremo 'Arcángel de la Gobernanza'.

Ya al pasar por estos dos poderosos Arcángeles, Astrid y Helge se sentaron. La 'Arcángel de la Justicia' siguió con esta línea de la mesa completando los tres asientos del lado derecho, mientras que Helge lamentablemente para él se tuvo que sentar en medio de los lados acaparando todas las intimidantes miradas de sus pares.

Maryam se percató de la intimidación con respecto de los demás Arcángeles ejercían sobre Helge, ella pegó un fuerte aplauso para llamar la atención de todos.

Las miradas fogosas e imperiosas de los Arcángeles se esfumaron al mirar a la Arcángel que reina sobre toda la especie, el ángel más fuerte y la elegida por Dios, ¡Maryam, la 'Amante del Señor'!

"Bien. Luego de la intromisión de Astrid, daremos por comenzada la reunión que decidirá sobre el destino de la Tierra", soltó sin rodeos la Arcángel Maryam.

Todos se quedaron callados y miraban a la 'Amante del Señor' precensiando la seriedad que requiere está reunión tan importante para decidir el destino de una especie completa.

"Como ya saben, los Reyes nos ordenaron que amenazaramos a la humanidad es por eso que creamos artificialmente esos desastres naturales con el 'Catalizador del Cielo' . Ahora recibimos la orden de entregar poderes extraordinarios a los humanos para que puedan protegerse de la extinción de su especie", reveló Maryam sin siquiera pestañear ante la impresionante noticia.

Todos los Arcángeles se sorprendieron por esto, algunos soltaban murmullos con el ser de al lado sobre este controversial tema.

El 'Catalizador del Cielo' es un arma de destrucción masiva que controla a voluntad el clima. Como ya mencionó Maryam, tiene la capacidad de crear artificialmente desastres naturales y así arrasar con el territorio escogido. Fue fabricado con la intención de mantener en equilibrio las fuerzas del Goddard, les fue otorgada esta arma a los Arcángeles por el Señor.

Uno de los Arcángeles levantó la mano y al instante habló con un tono agresivo y sin escrúpulos: "¡¿Porque mierd* le tenemos que dar poderes a los humanos?! ¡Si el objetivo es aniquilarlos no tiene sentido de que obtengan poderes para que puedan salvarse!".

El Arcángel que habló es referido por su título de 'Arcángel de la Tempestad'. De abundante cabello dorado y parado en punta como los picos de una montaña, ojos violetas, cejas y pestañas del mismo color que los ojos y vestido de una ropa bañada en morado con los brillos, resaltando su prenda. La vestimenta, aparte de ser toda morada, es una ajustada túnica con bordeados dorados tanto en los hombros, el pecho y el cuello; también se forma en líneas horizontales y verticales que trazan un círculo en el centro del torso y un tipo de "espada" que corta un poco más arriba de la mitad de dicho círculo. Debajo del círculo está la silueta de un turbulento mar, que da una sensación fría y aterradora.

Maryam atendió a las palabras del aguerrido Arcángel que habló de mala manera, y dijo mientras gesticulaba con sus manos:

"No sé, Haakon, pero el Rey de los Elementos es quien quería que le adjuntaramos los poderes a los humanos. La única explicación que se me ocurre es que..."

Haakon, 'Arcángel de la Tempestad', se pasmó al encontrar la respuesta a esa inquietante duda, y dijo con impotencia:

"Quieren jugar con los humanos".

"Exacto", dijo Maryam, y tocó con más profundidad el tema: "Esa es la única explicación lógica. Van a 'jugar' con los humanos y entrenerse luego de tantos años. Supongo que eso es lo que razonan".

Los Arcángeles se alarmaron con esto, llenando la sala de gritos por su exaltación ante esta situación. Menos Einar que mantenía esa frialdad que lo caracteriza.

La 'Amante del Señor' observando este panorama turbulento, apretó con fuerza sus manos convirtiéndolas en puños y pegó una fuerte patada al suelo a la vez que gritaba con ferocidad "¡Callensen!".

Los Arcángeles que habían perdido sus cabales volvieron en sí y se tranquilizaron, sentándose en su respectiva silla de vuelta.

En ese momento, Mael decidió intervenir y hablar por primera vez en esta reunión. Con una expresión seria, dijo:

"Maryam, creo que es mejor hablar de otro tema. Somos Ángeles y siempre fuimos cercanos a los humanos, todos están desconcertados por tener que aniquilar a la humanidad. ¿No es mejor hablar del Veryguard?"

El Veryguard, un mundo ficticio creado a partir del poderoso Rey de la Creación, Ivar, quien formó el mundo y el espacio con la ayuda de Erika, la Reina del Cosmos.

Un mundo el cual fue creado para experimentar con los humanos, los Reyes querían saber si los humanos podían soportar estos mágicos poderes. Con la impresionante adaptabilidad humana los humanos pudieron continuar defendiéndose y buscando alternativas para sobrevivir. Es decir, se lograron adaptar al entorno y coexistir con la naturaleza en ese mundo.

El Veryguard aguarda muchos peligros, hay mazmorras que contienen a los monstruos para que los humanos puedan ir a conquistarla. Es por eso que con armas especiales para asesinar a un monstruo son escogidas por los humanos variando en su capacidad.

Aparte de los humanos otra especie está allí, que es apodada como Houmans. Son exactamente iguales a los humanos en apariencia, solo que con una pequeña y notable diferencia: tienen cabello rubio y ojos azules. Es por eso y por su altura un poco por encima de los humanos, que se distinguen entre estas dos razas. Viven como los humanos de la antigüedad, cazando, recolectando frutas o frutos silvestres y asentándose en pequeños pueblos con un Jefe a cargo de todo. Su casas son de paja y madera como se acostumbraba hacer en antaño.

Ellos se sienten cómodos en el bosque, en las profundidades del bosque, donde los monstruos se mantienen alejados porque piensan que allí vive una criatura aterradora e inimaginablemente fuerte. Son inteligentes y tienen más conocimientos que los humanos con respecto a las leyes del universo, destino y encarnación, las leyes principales de la vida.

Aparte, hay una diferencia más entre los humanos y los Houmans, ellos albergan un 'Corazón de Maná' y no un corazón normal y corriente. Éste 'corazón de maná', como su nombra indica, controla y regula el maná que entra en el organismo, el maná para llegar al dichoso corazón se adentra por las arterias, venas y vasos sanguíneos y así abastecer de la energía vigorizante que necesita el corazón, logrando que en el cuerpo circule con todo tipo de libertad la energía llamada 'maná' beneficiando la longevidad y el exponencial aumento de las aptitudes físicas.

Volviendo con la reunión de los Arcángeles, Maryam cumplió con el pedido de Mael y decidió cambiar el tema por uno más "tranquilo". Los Arcángeles querían dejar de pensar en los humanos para no sentirse culpables de la destrucción de una especie, no querían cargar con la responsabilidad de sus acciones.

"El Veryguard tenía más de 500 millones de personas de las cuales actualmente quedan menos de 100 millones. Ahora que se cumplieron con los requisitos queda la recta final del Proyecto Génesis", dijo la Arcángel con un tono neutro sin dar el indicio de ninguna emoción.

Ante la alarmante pero tranquilizante cifra que arrojó la 'Amante del Señor', todos los Ángeles de 1er Orden entendieron las palabras de su mandamás.

De repente, alguien habló de en provisto, éste ser sentado en un rincón de la mesa, de cabello negro como la oscuridad misma direccionado con curva hacia la derecha, unos ojos iguales a un infernal y desesperante vacío oscuro, vestido de un intimidante saco negro mate que visiblemente se incrustan unas hebillas con agujas doradas en las partes de los bolsillos y en los dos lados del pecho. Un cinturón, también dorado, ajusta el saco para que no este abierto. Un pantalón con una calavera que se traza desde la parte frontal de la pierna derecha y sigue hasta la parte de atrás, luego unas largas botas negras y acorazadas complementan la vestidura.

"Así que muchos humanos ya han muerto, eh", soltó este ser que desprendió un aire frío y horripilante. Rápidamente todos al sentir esta macabra sensación giraron sus cabezas al ser.

"Hasta que decidiste presentarte, Arius", dijo irónicamente Maryam que lo observa con detenimiento.

Arius, el 'Arcángel de la Muerte', sonrió ante las palabras de su par y dijo, a la vez que la silla se inclinaba hacia atrás y sus manos se alzaban a sus sos lados: "¡Jajaja! ¡¿No es interesante esto?! ¡Ahora podremos ver que tan fuertes se volvieron esas simples ratas!". "¡Me hierbe la sangre sólo de pensarlo!", exclamó al despertar sus iluminados ojos impregnados de intensión de matar.

La 'Amante del Señor' miró el accionar de Arius con aspereza, sin embargo su serenidad se mantuvo sin purgarse. Su mano izquierda que está a la altura de su estómago fue impuesta por la mano derecha que se sobrepuso, marcando un confianzudo acto. Y reflexionó en su mente la situación con calma:

"Sabía que Arius es conocido por ser despiadado, sanguinario, un total sicario que mata por placer. Se dice que incluso un Dios pudo morir bajo sus Dagas Malditas y por eso es temido en todo el Goddard, ocupando así el 4to lugar dentro de los Arcángeles".

Maryam giró su cabeza hacia otro lado, dándose la vuelta en objetivo a su asiento, y dijo en torno de suspiro: "Me hace acordar a Lucifer".

Mael, 'Arcángel de la Gobernanza', miró con repudio a Arius y le dedicó una agravantes palabras:

"Un monstruo de tu calibre no debe estar con los de sangre pura. Eres de sangre mestiza y nos denigras a todo con tu presencia, retirate de la sala por favor".

Arius escuchando estas palabras reaccionó levantándose de su asiento desprevenidamente mientras su ojos se ensanchaban y su lengua salía a relucir. Una expresión aterrada que manifestó intención asesina prendió la llama a la provocación de Mael.

"¿Eh?", suspiró primero el 'Arcángel de la Muerte'. "¿Escuché mal? ¿Acabas de amenazarme a mi, Mael?", dijo Arius ya entrando en los turbulentos terrenos de una futura pelea.

"Como escuchaste, un sangre mestiza como tú debe estar con la basura del mismo estándar. Es mejor si te vas de aquí antes de que tenga que hecharte yo mismo", respondió Mael avivando más las llamas de un fuego que se incrementa en la sala.

La sala se profundizó bajo una presión por el fuego indomable de dos fuertes Arcángeles, generando que los demás sean meros espectadores y quieran saber con curiosidad quien ganaría en una pelea ahora más que nunca.

Pero, cuando las miradas asesinas se cruzaban y la expectativa estaba en su punto máximo, alguien intervino en la situación para poner orden. Ella no iba a dejar que una importante reunión como esta sea estropeada por dos sujetos que intentan ver quien es más fuerte.

El aire se comenzó a agitar y la sala tambalea, el ambiente se volvió incluso más pesado que antes, fue una feroz aura la que está provocando todo esto en este momento.

Mael voltio su cabeza al sentir esta inmensa aura llenar de peligro el ambiente, al ver quien seria el que originó dicha aura se sorprendió demostrándose en su cara, con sus ojos expandidos y sus cejas levantadas.

"¡E-Esa aura es la de...!", dijo en un tiempo. Ya mostrándose como Mael contempla con unos ojos temerosos a Maryam sentada pero armando un revuelo: su aura cubriendo todo su cuerpo y de sus ojos salían finas líneas doradas influenciadas por su decidida intención asesina.

"Es mejor si todos se callan y aprenden hacer silencio, ¿no ven que intentamos hacer una reunión importante? Todavía falta hablar sobre la Prueba Final que le daremos a los humanos restantes", exclamó la ferviente Arcángel mostrando autoridad.

Mael se disculpó sin poder discrepar al igual que Arius, aunque éste último fue una disculpa mas despreocupada.

Haakon sonrió jactadamente ante esto, burlándose un poco de los dos y respetando a su mandamás aún más. Einar exhibió una leve sonrisa, sólo estirando su labio hacia un costado. Mientras que Astrid colocó cerca de su labio su mano abierta ocultando su risita a los demás. Helge, por su parte, soltó una risa, sin embargo agachó su cabeza triste e impotente cuando Mael lo miró molesto por lo sucedido.

Maryam, la 'Amante del Señor', se volvió a serenizar y dijo con un tono calmado:

"Retomaremos la reunión de vuelta después del momento inoportuno que tuvo lugar. Hablemos del Veryguard y la Prueba Final que le daremos a los humanos".

"¿Será que mandaremos a un monstruo de alto nivel esta vez?", preguntó seguro y curioso el 'Arcángel de la Tempestad'.

Todos se asombraron a la conjetura que lanzó sobre la mesa el Arcángel Haakon, por primera vez se hablaba de que un monstruo de alto calibre se hacia luego de que otros híbridos que salieron del antiguo experimento, con la serie de apareamientos entre Ángeles y mujeres humanas como objetivo. Un evento que seguramente habrá marcado una línea del destino diferente para la humanidad.

Maryam nítidamente se exhibió sorprendida por esto, mirando a Haakon con esas cejas levantadas y ojos dilatados. En un momento hizo una sonrisa bajando su cabeza unos centímetros, y contestó:

"Si. Como varios humanos sobrevivieron más de lo esperado los de arriba quieren que sean exterminados antes de que vuelvan a su planeta".

Astrid se conmovió por las millones de vida que se perderían, ciertamente seria un horrendo campo de batalla. Sus ojos comenzaron a estar lagrimosos y sus dos manos se agruparon en su boca para tapar su desconsuelo, una encima de la otra.

"¡No podemos mandar a un monstruo de alto nivel, si mata a tantas vidas sería totalmente un espeluznante y macabro campo de sangre con miles de cadáveres tumbados por ahí! De solo pensarlo me da náuseas...", dijo la 'Arcángel de la Justicia' con compasión.

Los demás Arcángeles reaccionaron de diferente manera, pero todos concordaron en algo: ¡la burla a lo que mencionó Astrid! Mael sonrió arrogantemente y con sus ojos transmitía su desprecio y burla hacia las palabras compasivas. Einar no dijo nada, se mantuvo en silencio y siendo testigo de la situación. Maryam, callada e igual que Einar, aunque negó con la cabeza repetidas veces al escuchar la petición de Astrid.

Haakon colocó sus brazos por detrás de su cabeza y también sonrió, sin embargo esta fue más irónica, y comentó con unos ojos influenciados por una llana intención:

"¿Crees que podemos dar piedad a los humanos, eh?".

"P-Pero...", intentó la Arcángel para convencer a sus pares.

"Responde", interrumpió firmemente Haakon.

Astrid se quedó callada a partir de ese momento sabiendo lo que significaban esas palabras de Haakon. Y se sentó en su asiento sin nada que objetar.

El 'Arcángel de la Tempestad' mientras que por el rabillo del ojo miraba a la 'Arcángel de la Justicia', decidió decir con enojo:

"-Tch- Astrid no entiende que nosotros estamos bajo el...".

Brusca y repentinamente las palabras de Haakon fueron silenciadas sin ningún motivo aparente por él mismo. Movió su cabeza como si la estuviera sacudiendo y se quedó desorientado por unos instantes. Ya para ese momento se olvidó lo que iba a decir.

Maryam mirando seriamente esto, se preocupó por Haakon y le dijo: "¿Estás bien?"

"Si, si... Estoy bien", respondió el Arcángel todavía desorientado.

La 'Amante del Señor' sabia que esto era extrañamente raro, no sabe porque pero tiene una sensación de impotencia y rabia que nace desde su interior y agita con fuerza su corazón. Dudas e incertezas llenaron su mente como un río seco después de una tormenta. Aunque, sin importar que, no podía encontrar alguna respuesta que satisfaga esta duda....

...¿Qué será exactamente lo que pasó con Haakon?...

Los otros Arcángeles no le dieron tanta atención a este detalle como Maryam, en cambio, se dispusieron a hablar sobre quien iba a dar la Prueba Final del Veryguard. Discutieron durante horas haber quien sería el elegido hasta que... Se decidió. Rasna, antiguo discípulo del Gran Maestro Demoniaco, iba a ser él el que pruebe a los humanos en la Prueba Final. ¿Su recompensa? Volver a la Tierra y salvar a su raza de la extinción.

Así y con todo en calma, culminó la reunión de estos particulares seres de alas.

La batalla por la supervivencia de la humanidad comienza ahora.

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