Capitulo 14

Daemon:

Miraba fijamente cuando los técnicos estaban reparando las cajas de registro de las puertas. Beida estaba sentada frente a la caja de la cava. Parecería que esperara que pudieran acceder para darnos respuesta.

Sonreí al verla, trabajaba en el portátil. Cuando mi móvil, sonó. Miré la pantalla dándome cuenta que era un número de Inglaterra.

Llamada:

- Diga…

Estaba en total silencio al otro lado, levanté mi mirada topándome con la de Dimitri que de igual manera estaba mirándome mientras los dos trabajamos en los enlaces de las puertas.

- ¿Quién habla?

Dimitri me hizo señal, para saber lo que sucedía, terminé por colgar. Sinceramente me estaba empezando a dar mal sabor de boca.

Muy pocas personas tenía mi número. Casi ninguno de Inglaterra. Solté un gran respiro para volver mi atención a lo que estaba haciendo.

De nuevo mi móvil empezó a sonar. Rodé los ojos… tomé la llamada.

Llamada:

- DIGA. ¿CON QUIEN DESEA HABLAR? HABLE POR UN DEMINIO.

Dimitri sonrió negando con la cabeza. De igual manera sonreí. De nuevo el móvil volvió a sonar.

Dimitri: Quizá no quieren hablar contigo.

Le entregué el móvil a Dimitri, él lo tomó, miró el numero de la pantalla, alzó los hombros. Tomando la llamada.

Llamada Dimitri:

- Hola, alguna mujer hermosa que quiera comunicarse con el señor Daemon Gaudi. Ahh si, claro. Ahora se lo paso.

Miré extrañado a Dimitri con esa sonrisa de broma.

- DIGA. BUENO… ASH…

Terminé por colgar, negué con la cabeza apagando el móvil. No me gustaba que me molestaban.

Daemon: ¿Quién era?

Dimitri: Nadie hombre.

Solté un gran respiro, levanté la mirada donde Guido venía con el móvil.

Daemon: ¿Ahora que?

Guido: Carlo.

Me entregó su móvil.

Llamada:

- Hola Carlo… ¿Cómo estas?

- Mejor. Tenemos que ir a Colombia para entregar el cargamento.

- Si, cierto. Ahora preparo la maleta para vernos como a las 5:00 pm.

- De acuerdo. Lo de Inglaterra.

- Por ahora no puedo ir hasta allí, al menos no sin Beida. No quiero dejarla por nada del mundo.

- Ella vendrá a lo de Colombia.

- Si. Allí tengo mi villa para que se pueda quedar.

- De acuerdo.

Terminé la llamada. Sinceramente me había dejado un mal sabor de boca. Las llamadas sin respuesta.

Me levanté dirigiéndome a Amelia para que prepararan nuestras maletas.

Amelia: Señor, ¿Todos iran?

Daemon: si, me llevo a Beida, no la quiero dejar sola. Mirala.

Los dos miramos a Beida que estaba sentada con sus brazos reposados en sus piernas sosteniendo sus manitas su rostro.

Amelia: Señor. Le servirá distraerse.

Me acerqué a Beida, desde la ultima vez hace una semana que Marietta estaba aquí junto con los demás para Beida era motivo para no dirigirme la palabra.

Daemon: Beida, tenemos que ir a Colombia para entregar los cargamentos.

Ella me miró con cierto desafío. Se levantó sacudiéndose y pasó de mi. Rodé los ojos. Al menos era indicativo que ya se sentía mucho mejor. Pasó por la cocina donde Marietta se reposó en el marco de la entrada.

Marietta: Te hice tu comida preferida Beida.

Beida: NO GRACIAS, NO COMERIA NADA HECHO POR TI. DE SEGURO HASTA VENENNO LE PUSISTE.

Marietta negó con la cabeza, me acerqué a ella. Marietta me dio un leve golpe en el brazo.

Daemon: No le hagas caso.

Marietta: No te preocupes. La entiendo. Quería mucho a tu… Valentina.

Daemon: Marietta. Las cosas no cambian entre los roses que podríamos tener tu y yo. Sin embargo ¿Vienes a la entrega?

Marietta: Me encantaría. De esa manera podré revisar el traspaso de mi padre en Colombia.

Asentí con la cabeza. Guido estaba con Beida cuando los dos entraron a su habitación. Había ciertas cosas que le toleraba a Beida pero nunca que fuera grosera con nadie. A pesar de la situación que tenía con Marietta, tenía que ceder. Marietta solo se había preocupado por ella y más ahora que estuvo durante estos días. Subí las escaleras para poder tener una seria conversación con Beida. Abrí la puerta mirando que Guido la estaba ayudando a empacar.

Daemon: Nos permites.

Guido caminó para poder salir.

Beida: Quédate Guido.

Guido: Mejor espero afuera.

Beida: DIJE QUE TE QUEDARAS.

Daemon: ¿Se puede saber que te ocurre?

Beida: Eso mismo digo. ¿Qué te ocurre? Tienes aquí a tu amante. Mínimo un poco de respeto para esta casa donde vivió Valentina. ESTAS CASADO.

Daemon: Viudo.

Beida: Claro, se me olvidaba que ya has dado por muerta a Valentina.

Me acerqué a Beida, su enojo me estaba empezando hacer la paciencia con ella y eso era lo que menos quería.

Daemon: MIRA BEIDA… MAS TE VALE QUE TE COMPORTES. ENTRE MARIETTA Y YO NO HAY NADA.

Beida: Ahh no pues… que alivio.

Daemon: HABLO ENSERIO. Y TE GUSTE O NO IRÁ CON NOSOTROS.

Beida soltó de mala manera su maleta dejando caer todo lo que había metido.

Beida: PUES LARGATE CON ELLA QUE NO VOY.

Daemon: Vas a ir. TE LO ADVIERTO. HE AGUANTADO Y SIDO BASTANTE TOLERANTE CONTIGO. VALENTINA NO VA A REGRESAR. ESTA MUERTA… ENTIENDES BIEN MUERTA…

Beida corrió hacia mi con tanta furia soltándome tremenda cacheta… el golpe se escuchó tan fuerte que parecía que me arrancaría la cabeza. La sostuve de las manos cuando Guido la apartó de mi alzándola con fuerza.

Guido: TRANQUILOS.

Negué con la cabeza mirándola que estaba empezando a dejar caer sus lagrimas, me partía el corazón verla de esa manera.

Beida: LARGO… VETE… LARGATE CON ESA MALDITA TRAIDORA, ZORRA Y… FUERAAAAA… FUERAA… FUERAAAA LOS DOS. VAYANSE. NO IRE A NINGUNA PARTE CONTIGO ENTIENDES. FUERAAAAAAAAA………

Rodé los ojos. Salí de la habitación, Guido se acercó para levantar la maleta pero ella la pateó. Guido solo la miró fijamente, se dio la media vuelta. Ella entró al baño soltando tremendo portazo.

Cerré la puerta. Guido y yo bajamos de nuevo para entrar con Dimitri al despacho.

Marietta:

Había escuchado todo lo que Beida había dicho de mi y de la tal Valentina.

Tenía que aclarar las cosas con Beida, no me gustaba tener la mala voluntad de Beida y mucho menos que pensara algo que no era. Además para mi es muy importante en ser aceptada por ella. Más que nada para que pudiera tener paz y tranquilidad Daemon.

Abrí la puerta de Beida donde ella estaba sentada en su tocador. Se peinaba su rubia cabellera, estaba recién de haberse dado la ducha. Se detuvo al mirarme.

Beida: FUERA DE AQUÍ.

Marietta: No. Necesitamos hablar.

Beida: No tengo nada de que hablar contigo. (aplaudiendo) Lo hiciste muy bien. Tu jugada de querer meterme con Daemon esta resultando de lo mejor. Ya hasta viajarás con él. FE-LI-CI-DA-DES. AHORA SAL ANTES QUE TE ECHE A PATADAS.

Marietta: Me vas a escuchar, si luego quieres echarme adelante.

Ella pasó de mis palabras, estaba claro que Beida me odiaba, me acerqué a ella, me senté en un sillón que estaba cerca del tocador de ella.

Beida solo se dedicó a cepillarse el cabello.

Marietta: Beida, sé que todo esto te resulta difícil, por muchos años Daemon y yo hemos sido aliados, peleamos en el mismo bando, no soy tu enemiga. Sé que Valen…

Beida: NI SE TE OCURRA MENCIONARLA. NO TIENES DERECHO A MENCIONAR SU NOMBRE. ENSUCIAS SU NOMBRE.

Marietta: Basta Beida. Tampoco tienes derecho a tratarme de esta manera.

Beida se giró medio cuerpo mirándome. Le tuve que levantar la voz por que ya me había cansado por su mal trato, sus palabras ofensivas y su manera de hacerme sentir culpable.

Marietta: NO TUVE LA CULPA QUE IDDY HAYA DECIDIDO NO QUERER MAS HIJOS. NO ES MI CULPA DE QUE DAEMON HAYA QUERIDO DARSE OTRA OPORTUNIDAD CON OTRA MUJER QUE AL POCO TIEMPO LA TERMINARON ASESINANDO. NO ES MI CULPA QUE SENTIR LO QUE SIENTO POR TU HERMANO. SI LO QUIERO, LO AMO. SI VOY A IR A ESE VIAJE Y TE GUSTE O NO SI LAS COSAS SE LLEGAN A DAR ENTRE ÉL Y YO ENTONCES LO SIENTO, PERO SEREMOS PARIENTES.

Beida tomó el cepillo con el que se estaba cepillando y me lo arrojo golpeando mi cabeza con eso. Tenía una mirada intensamente de odio. Se levantó caminando hacia mi, me sostuvo del brazo para que me pusiera de pie.

Beida: JAMÁS, ESCUCHAME, JAMÁS DAEMON TE ACEPTARÁ COMO PAREJA. SI LO HACE MIRA QUE LO PONDRÉ ENTRE LA ESPADA Y LA PARED TU O YO.

Marietta: Él sabe que eres una niña. Eres su hermana pero parece que su felicidad no te importa.

Beida: PONME A PRUEBA Y VERAS. LA FELICIDAD DE DAEMON ME IMPORTA, POR ESO Y A PESAR DE TODO VALENTINA ERA LA UNICA QUE PODÍA CONSEGUIR LO QUE OTRAS… (mirando de arriba para abajo) NUNCA… NUNCA PODRAN OBTENER.

Beida empezó a empujarme una y otra vez para lograr sacarme de su habitación.

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Beida

Guido

Marietta

Daemon.

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