Valentina:
(Escuchen- Ocean Princess, Thomas Bergersen)
Abrí mis ojos aun mareada por el medicamento que constantemente me ponían, podía tener en cuenta que siempre la misma mujer venía, la miré de espaldas, abrí y cerré mis ojos. Estaba atada, con mucho cuidado para que no me escuchara la mujer, me removí sintiendo que me dolía todo mi cuerpo.
No sé cuento tiempo llevaba en este lugar, pero esperaba que no fuera el suficiente. Sabía que tarde que temprano Daemon vendría por mi. De no ser así tendría que buscar la manera de salir y regresar a su lado.
Atraje un poco mis manos no llegando lo suficiente, me doble un poco para con mis dientes poder liberarme. ME dolía como los mil demonios. Me solté de una mano, miré hacia la doctora, no la reconocía pero más le valía hacer lo que estaba haciendo y no dejar de hacerlo.
Con mi mano ya liberada solté la otra y luego la de mis pies. Miré alrededor, no tenía nada con que defenderme pero no lo necesitaba.
Me moví bajando poco a poco de la camilla, el suelo estaba totalmente helado. La chica estaba frente al portátil. Caminé silenciosa, miré la sabana quitándola de la cama, la hice corchito, lo más que pudiera ser. La miré de espaldas… ella giró por donde sintió mi presencia, me miró sorprendiéndose mirándome de pie, la enrollé con la sabana apretando pero ella metió una mano para que no pudiera dejarla sin aire fácil mente. Apreté con todas mis fuerzas. Ella intentó oprimir un botón, jalé con tanta fuerza su cuerpo haciendo que se cayera al piso dándose tremendo golpe, me puse encima de ella. Mi cuerpo me estaba doliendo demasiado.
Valentina: ¿Dónde estoy?
La mujer negaba con la cabeza, sonreí.
Valentina: Upsss… ¿No puedes respirar?
Ella volvió a negar. Sus ojos empezaban a llenarse de lagrimas. Lagrimas que en este momento no creo que pudiera sentir. Recordando cuando miré que estas personas le arrebataron la vida a Clara y a Naim. Así que si lastima y pena cree que me causa, estaba en un gran error.
Solté un poco para que pudiera hablar. Me bajé de ella, miré un abre cartas tomándolo, jale la sabana con todo y ella que se arrastraba por el suelo. Golpeó su cabeza con el mueble que estaba en ese lugar. Por todas formas ella intentaba soltarse. La tomé del brazo haciendo que se pusiera de pie.
La miré fijamente, aunque no lo crean estaba desesperada, no sabía donde estaba y tampoco con quienes estaría.
Valentina: Te voy a soltar un poco, si gritas, hace algún ruido, intentas escapar o lo que no me parezca te siempre esto en el corazón. Busco a tu familia, te corto en muchos pedazos y te mando directo a ellos.
La mujer asintió con la cabeza. Solté un poco la sabana. Ella me miraba, empezó a toser, le puse la sabana en su boca para que nadie pudiera escuchar.
Valentina: ¿Dónde ESTOY?
Cordelia: Estas en Inglaterra.
Miré rápidamente sin perder atención a la mujer. Observé el lugar. Era total mente diferente el lugar de las propiedades de Valeria. El adorno pulcro de las paredes no eran de ninguna.
Valentina: ¿Qué parte?
Cordelia: Valentina, quiero que sepas, así como tú, también estoy de prisionera en este lugar.
Valentina: ¿ESO A MI QUE?
Cordelia: Lo digo por que sé que me vas a matar después. Deberías estar ya programada.
Miré a la chica, ¿Cómo que debería? Sonreí, de nuevo Corina había intentado en querer programarme para que estuviera a favor de ella. Pero que mente tan retorcida que pensaba que podía tener dos veces la misma suerte.
Valentina: De ser cierto. ¿Dónde DEMONIOS ME ENCUENTRO?
Cordelia: En la propiedad de la Señora Corina. Aquí ella esta con todo el sequito de chicas que ha programado para hacer un ejercito en contra de los Italianos.
Valentina: ¿MI BEBE? ¿Cómo VOY EN MI EMBARAZO?
Cordelia: ¿Qué has dicho?
Valentina: ESTOY EMBARAZADA…
La mujer negó con la cabeza. Sus lagrimas empezaron a caer, la miré con tristeza, no entendía lo que eso significaba. Tomé su cabello enredándolo muy bien en mis dedos la jalé regresándola golpeando su cabeza…
Valentina: HABLA…
Cordelia: Te amarré tus trompas de Falopio. No podrás embarazarte.
Valentina: ¿Qué has dicho?
Cordelia: Cuando llegaste venías con un sangrado, en efecto demostraba que estabas embarazada, rápido te atendí mirando que se podía corregir, pero la señora Corina dio la orden que te sacara al bebé.
Valentina: ¿Qué COSA?
Cordelia: Se te hizo un aborto, sacaron a tu bebé de tu vientre, una mujer vino desde muy lejos se llama Marietta Rossatti... Le dije que podíamos hacer establecer la placenta. Ella se negó, dijo que no te quiere con hijos, me pidió que te hiciera la salpingoclasia, pero eres joven y sé cuales son las intenciones de Lui D’Leoni. Por eso te amarre las trompas, pero no puedes embarazarte.
Negué con la cabeza, mis ojos se llenaron de lagrimas. ¿Qué estaba diciéndome esta mujer? No, eso era totalmente mentira… Mataron a mi bebé sin mi consentimiento.
Valentina: MATARON A MI BEBE SIN MI CONSENTIMIENTO.
La mujer estaba llore que llore….
Cordelia: Hice lo que Corina pidió.
Valentina: NOO, ESO NOOO…. NOOOOOOOOOOOO…..
Mis ojos me ardieron en su totalidad, ¿Cómo pudieron hacerme esto? ¿Cómo maldita sea? Sujeté la sabana con gran fuerza… Empezando apretar con gran fuerza para que esta mujer pagara por lo que me hizo… No lo iba a perdonar a nadie. ABSOLUTAMENTE A NADIE…
(Escuchen- Carmina Burana: O fortuna)
La chica empezaba a golpearme para que la dejara libre y pudiera respirar… La miré con tanto odio así como a cualquiera de estos malditos ingleses. La miraba fijamente, mis lagrimas caían quemándome mis mejillas.
Esto es lo que querían de mí, ahora tendrás a la verdadera Valentina… QUE DIOS SE APIADE DE SUS ALMAS….
Sonreí mirando como la chica empezaba a quedar sin fuerzas… Apretaba con más fuerza.. con más fuerza… con muchísima fuerza. No dejaría a nadie con vida en este lugar. La chica ya no se movió más. La solté dejando caer su cuerpo sin vida.
Miré el portátil, me apresuré, tendría que entrar al circuito de los lectores del huella de Daemon, bastaba con saber la clave para saber que podía hacer un enlace y que sepa que estaba con vida.
Hacía todo rápido como me había enseñado Dimitri. Santos cielos, si él estuviera aquí ya me hubiera ido de este maldito lugar. Me estaba empezando a desesperar por completo… Mi mente estaba en las palabras de esta mujer que había perdido a mi hijo por decisión de Corina, juro por todos los cielos que haré que derramen lagrimas de sangre. Mi corazón latía tan fuerte que no quería imaginarme que no pueda salir de esto. Negué pensando en Daemon, que sucedería cuando él se enterara de lo que me hicieron.
Me dolía saber que una vez más los Ingleses tomaran poder sobre mi. Quería acabarlos…
Miré que el enlace se había hecho… Sonreí entre lagrimas, activé la seguridad de la casa de Daemon… Había bloqueado todas las entradas y salidas que tuviera. Con eso ellos pudieran tener nuestras coordenadas.
Me levanté tomando el portátil, la tiré en el piso empezando a pisarla para que no quedara ningún rastro de lo que había hecho. Tomé el abre cartas, caminé hacia la puerta. Giré la perilla, maldición la puerta no se abría. Corrí hacia las ventanas intentando mirar que haya alguna abierta, las ventanas eran herméticas… solté un gran golpe haciendo que se cuarteara, estas ventanas eran de cristal blindado, que viendo bien aunque las rompa tenían un rejado para que nadie pudiera escapar.
Me sentía atrapada, totalmente atrapada… Empecé a golpear y a tirar todo lo que estaba en este lugar.
El dolor me estaba consumiendo por dentro. No estaba con Daemon, había perdido a mi bebé. Era mucho para mi… Como era posible que estas personas me hicieran este daño, ¿como se atrevieron hacerme esto? Mis lagrimas caían sin poder contenerlas, tiré la camilla… Me dejé caer en el suelo sintiendo que me habían derrotado.
Corina:
Miré la alerta del cuanto donde Valentina se encontraba. Sabía que Cordelia nos avisaría que estaba ya despierta. Abrí el portátil mirando que Valentina trabajaba limpiamente con mucha astucia terminando por quitarle la vida a Cordelia.
Valerio: ¿Qué sucede?
Corina: Mi Valentina esta despierta.
Valerio se apresuró para mirarla, buscaba algo en el portátil. Accedí rápidamente a la red para saber que era lo que estaba buscando, al parecer no era nada más que el lugar de venta de aparatos eléctricos. Sonreí era tan tonta que no sabía nada de como entrar a mi sistema y desbloquear todo. Ella muy molesta de seguro no pudiendo hacer lo que quería soltó el portátil rompiéndola en mil pedazos.
Estaba desesperada, era cierto, Cordelia tenía que decirle la verdad a Valentina del bastardo que estaba esperando.
Solo en pensar que el maldito Daemon Gaudi tuvo la dicha de hacerla su mujer me daba asco pensar que ella retozaría entre los brazos de Daemon. Valentina si logró lo que yo nunca pude con Daemon.
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Valentina
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Comments
Anonymous Carmen diaz
Valentina recuerda lo que te dijo cordeles Marietta está de acuerdo con Corina y te dañaron y a tu hijo
2024-09-02
1
Alexandra Del Carmen Fonseca Chirino
OMG 😶
2024-02-14
2
Alexandra Del Carmen Fonseca Chirino
ya sabía yo que estás Marieta, no me daba buena espina 🤔
2024-02-14
1