Capitulo 13

Corina:

Entramos a la mansión. Me alegraba saber que al menor Valentina haría cerrar el trato con los Iraníes.

Valerio: ¿Crees que quiera?

Corina: Aceptará.

Sonreí sabiendo que entre Valerio y yo había más el acercamiento que por mucho tiempo quería. Vanessa estaba con el sufrimiento de la perdida de Valeria y andaba distraída con otras cosas.

Nos aparcamos, Valerio se bajó para abrir la puerta. Me extendió su mano entregándole la mía. Bajé mirando a Kina que se había bajado de la camioneta con Vanessa.

Corina: hiciste un excelente trabajo.

Kina: Ojala que me lo dijeras cuando estemos siempre frente a Valentina.

Corina: Kina, Kina. A partir de mañana Valentina ya no estará con nosotros.

Kina: Eso espero, LA ODIO.

Sonreí al escuchar sus hermosas palabras de Kina hacia Valentina. Ella se dirigió donde tenía que descansar.

Vanessa: Solo tú quieres tanto a Valentina.

Corina: Si tan solo nunca hubieras hecho diferencia entre tus hijas tu también la quisieras.

Vanessa: Como querer una piedra en un zapato.

Corina: Valentina es la que nos dará la entrada al poder. Eso te lo aseguro.

Las dos entramos, Vanessa subió a su habitación para poder ir a descansar. Miré hacia el pasillo donde Kina caminaba como si nada, ella siguió de largo, como si en verdad no le interesara nada de Valentina. Tomé el barandal de las escaleras para subir. Negué con la cabeza, quería saber al menos como se sentía Valentina.

Me detuve entrando en la cocina. Todo parecía muy limpio y perfecto. Las chicas ya deberían estar descansando. Tomé el vaso para tomar un poco de agua, mi mirada se fue hacia una pequeña astilla, caminé hacia ella poniéndome de cuclillas. La tomé mirándola, me dila media vuelta observando toda la cocina. Caminaba por todo alrededor de la barra desayunador.

Levanté la mirada encontrándome con kina…

Kina: Han asesinado a las chicas.

Corina: ¿Qué dices?

Salí empujando a Kina, pasé por el cuarto de Valentina abriendo con gran fuera, lo que mis ojos veían no lo podía lograr creer, negué con la cabeza, Kina entró empezando a soltar tremenda carcajada… Ella me miró. Apuntando a Lui.

Kina: Tu adorada Valentina asesinó a Lui. MALDITO CERDO… MIL VECES MALDITOS.

Corina: VALERIOOOOO, VALERIOOOO…… VANESSA….

Miré a Kina que estaba empezando a ponerse fuera de control. Ella había sido una persona muy difícil de controlar… Valerio llego corriendo cuando los demás de seguridad empezaron a llegar. Sabían que con Kina había que tener muchísimo cuidado. Era una asesina nata y ella no se tentaría el corazón.

Valerio: Todas las capsulas de las chicas han sido desconectadas.

Corina: maldita Valentina. ¿Cómo pudo?

Kina: Mas bien piensa, piensa. Fue Lui quien la llevó a todo esto.

Ella como si nada salió riendo por lo que había pasado con Lui, me puse adelante para ver lo que Valentina le había hecho, miré el cuerpo de Lui colgado sin vida. Sus partes estaban por todo el piso.

Valerio: Santos cielos. Si que tenía tanta furia

Corina: LA MARCO EL MUY PERRO.

Valerio: Cariño, crees que Valentina lo iba a permitir.

Negué con la cabeza. Sabía que Valentina era de temer, pero hasta que punto la tuvo que llevar Lui para hacerle esto.

Hombre: Señora el auto del señor Lui no está.

Salí del cuarto dirigiéndome al despacho. El auto de Lui tenía rastreador, era momento de traerla de vuelta. No me iba arruinar el trato con los Iraníes, eso si que no.

Tomé el portátil, levantando la tapa, entré para verificar la ubicación del auto de él.

Valerio: No crees que ya estamos en problemas.

Corina: Tengo el cargamento de los lingotes de Daemon. Eso es nuestra salvación.

Valerio: Estas loca, sabrán que nosotros lo tenemos. Ellos tienen que pensar que le mismo Teo les traicionó

Negué con la cabeza. Me levanté tomando el censor de mi camioneta.

Valerio: ¿DONDE VAS?

Corina: POR LO QUE ME PERTENECE, VALENTINA ES MÍA.

Traspase la información del portátil hacia mi móvil, no estaba muy lejos y al menos eso nos daba un ventaja para volver a traerla y esta vez, ni Dios bajado del cielo podría con lo que te espera.

Salí del despacho, Valerio venía tras de mi. Llamó a varios hombres para que fueran con nosotros. Los alcance de Valentina son los peores que los míos. Tenía que dar a toda costa con ella. No se le devolvería a Daemon, si no sería nuestro final.

Me subí a la camioneta, aceleré a todo lo que daba, oprimí el botón para abrirse el rejado. Salí a toda velocidad, me tardaría un poco más pero sabía que donde se fuera a mover la seguiría. No cabe duda que lo mejor estaba por venir. Levanté mi mirada encontrándome con Valerio que se me emparejó. Él más que nadie tenía que desearlo, sobre todo por que fue el mismo que haría pagar con Valentina sobre las nuevas armas que hacia el mismo Daemon Gaudi en su laboratorio. Sería la única manera de conseguir que matemos a Daemon con sus mismas armas.

Visualicé que el registro de ubicación no se movía. Empecé a bajar la velocidad mirando que era un comercio, el auto de Lui estaba aparcado. Sonreí ella debe estar buscando la manera de mantener comunicación con alguien.

Me aparqué bajando a toda prisa de la camioneta. Me dirigí hacia la entrada, mirando al despachador del combustible. Él bajó su gorra para poder dormir de nuevo.

Abrí la puerta donde Valerio la sostuvo para poder entrar. Las personas nos miraron. Todos se quedaron quietos sin apartar la mirada en nosotros.

Corina: Busco a una mujer, 1.60 delgada, cabello claro, ojos azules. Es la dueña del auto que esta aquí.

(Hombre borrando la grabación de las cámaras)

Hombre: si, si llegó aquí, unos hombres en camionetas doradas entraron como si fueran como unos 100 o 200.

Levanté una ceja, Valerio me miró que igual estaba sorprendido. Los únicos que pudieran tener camionetas doradas por la cobertura en oro serían los Árabes o los Iraníes. Aunque algo extraño ya que no he escuchado que ellos estuvieran por aquí. Al menos que Ken haya decidido llevársela pensando que se la entregaría.

Corina: Como saben que se la llevaron.

Despachador: La chica gritó, le dispararon como 5 o mas veces y la alzaron. Ni la dejaron terminar de comerse unas galletas.

Valerio: Lasa cámaras.

Corina: Quiero el centro de mando de las cámaras.

El hombre empezó a desconectar todo, levantó el control de mando entregándomelo.

Corina: Revisen todo el lugar.

Nuestros hombres empezaron a revisar, movían todo como si detrás de un estante pudiera estar. Subían y bajaban, negaban con la cabeza pero estaba claro que estas personas decían la verdad. Se la habían llevado.

Corina: Comunícate con Ken.

Valerio: Conozco a Ken y dudo que él haya sido.

Corina: Entonces fueron los árabes.

Valerio: Estoy seguro que Lui había hecho algún trato con ellos. ¿Cómo te explicas eso? Estoy seguro que la forzó a querer entregarla y mira en que terminó todo.

Solté un gran golpe en el auto. De nuevo Valentina estaba fuera de mi alcance, tenía que dar con ella cuanto antes.

Corina: Lo bueno es que Valentina no sabe del cargamento de lingotes de Oro, sino sería que tendríamos a los Italianos aquí cuando menos lo esperen.

Estaba totalmente furiosa. Lui D’Leoni era capas de traicionar a todo mundo y estoy seguro que esa traición le costó la vida por ser un maldito cerdo. Con lo que le hizo Valentina estoy segura que la marcó. Empujé a Valerio entrando a la camioneta. ¿Cómo pude ser tan estúpida y subestimar a Valentina? Ahora sé que realmente es la Asesina Letal más temida y ahora sé el por qué.

Aceleré saliendo del lugar. Todos nuestros proyectos empezando por mis niñas había sido destruido. No podía perder el tiempo y tener preparado de nuevo todo mi equipo, no podía distraerme, al menos no con Valentina fuera de mi alcance.

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Kina

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