ACOSO

MAURICIO

Esa mujer no solamente me irrita, sino también me causa escalofríos.

Ahora la veo de pie sosteniendo un cartel que dice “Éxito en tu nuevo proyecto, Te amo” haciendo un saludo con la mano y con una enorme sonrisa, de esas que dan miedo, me recuerda a Pennywise

en IT.  A veces pienso que está completamente loca.

Al principio no le di importancia, pensé que durante el programa solamente estaba actuando, sin embargo, un par de días lo después empecé a recibir mensajes y llamadas de ella, seguramente obtuvo mi número telefónico de alguien de la producción. Intenté ser amable y le pedí que no me siguiera marcando, después empezó a presentarse en los sitios donde yo estaba. Varias veces la vi afuera de mi casa con algún regalo, las personas de servicio los recibían por cortesía, pero los echaban a la basura por órdenes mías.

Desde hace seis meses no deja de perseguirme y le ha dicho a todo el mundo que somos novios cosa que no es cierto. Me estoy hartando de su acoso, Comienzo a pensar que después de todo no es una mala idea seguir teniendo Escoltas, no la quiero cerca de mí. Con la muerte de aquellos secuestradores ya no debía temer en ser atacado, no obstante esta mujer me había puesto en estado de alerta.

Al concluir la conferencia de prensa, regresé a mi camerino, cual fue mi sorpresa que al entrar me encontré con el espacio lleno de globos de colores y otros objetos de celebración y en medio del piso un gran corazón rojo con la leyenda “TE AMO”. De inmediato llamé a la Escolta y nos fuimos de allí.

-Por favor, desháganse de todo, todo a la basura, les dije antes de salir.

En camino hacia el lugar donde vivo ahora, revisé mi celular, tenía 17 llamadas perdidas de un número que no conocía, en ese momento volvió a vibrar, mismo número. Decidí contestar y antes

de que yo dijera algo, escuche otra vez, esa fastidiosa voz.

-¡Mi amor! ¡que bueno que me contestas! ¿ya te desocupaste? -decía Celeste de manera melosa.

-¿QUÉ DEMONIOS QUIERES AHORA? ¿NO

TE CANSAS DE MOLESTARME? -contesté enojado-

-Pero mi amor ¡yo no sé porqué me tratas de esta forma, si yo te amo! siempre me he portado bien contigo -dijo la mujer

sollozando-

-¿Cuántas veces te he pedido que me dejes en paz?

* ¡Ay amor! ¡Tu no me puedes pedir eso! Tu y yo estamos destinados, yo soy la mujer de tu vida, tu me amas -decía muy segura-

-YA TE LO DIJE, CELESTE ¡DÉJAME EN PAZ! NO ME OBLIGUES A TOMAR OTRAS MEDIDAS.

-Tu no vas a hacer nada, no te vas a escapar de mí, tu y yo tenemos que estar juntos, no se te olvide que yo siempre he tenido todo lo que quiero. -luego de esto, colgó-

Estas palabras las dijo con mucha seriedad, ella no estaba jugando.

Después de la llamada le pedí a la Escolta que pusieran atención a la presencia de esa mujer, debía extremar mi seguridad.

Al llegar a casa, le escribí a mi hermano comentándole lo sucedido, el me sugirió que levantara una denuncia por acoso, aunque no estoy seguro de que pueda ser lo más adecuado, esto me traería problemas en mi carrera. Y hasta el momento la he mantenido limpia de escándalos.

Posteriormente a la llamada tomé algo ligero como merienda y me metí a mi cama, no había podido dormir bien desde que mi padre me dijo del peligro en el que estaba la familia por su culpa. Estuve intentando conciliar el sueño pero era imposible, en mi cabeza habían muchas cosas: las amenazas a mi padre, la obra, el acoso de Celeste y sobre todo: Frida.

Volver a verla había traído en mi esa emoción que pensé ya estaba enterrada para siempre, trataba de mantenerla lejos de mí para que no se notara que tenerla cerca me ponía nervioso, mi corazón volvía a latir como hace años, se veía tan hermosa, tan mujer, aquel día, mientras la observaba cocinar, me preguntaba que hubiera sucedido si ella no estuviera conmigo solo por interés, si mi padre no le hubiera dado dinero.  Quizás ahora seguiríamos juntos.

Pero el hubiera no existe.

Sin embargo, la extraño demasiado, tiene casi dos meses que no la veo, muero por besarla, en este momento no me importa que ella solamente haya estado conmigo por interés.

Sin pensarlo más, me cambié de ropa y me dirigí hacia el estacionamiento, y, sin que se dieran cuenta, tomé las llaves del automóvil de Alejandro, salí de la casa y comencé a manejar sin rumbo fijo, mientras en la radio, en esa vieja estación se escuchaban las canciones que me

recordaban a ella.

...Nunca había sentido algo así...

...La vida me mantuvo siempre en paz...

...Llegaste abrir las puertas del dolor...

...Y a regalarme soledad...

...Tu piel envenenó mi corazón...

...Dejando en completa oscuridad...

...Y así en lugar de olvidarte yo...

...Te fui queriendo mucho más...

...Y ahora estas aquí...

...Viendome sufrir...

...Dime, cómo debo hacer para olvidarme...

...De tus besos y sacarte para siempre...

...De mí...

...Lo supe en el momentos en que te vi...

...Quererte iba a dolerme de verdad...

...Pero volví a mirarte y comprendí...

...Que iría contigo hasta el final[12]...

Continué manejando y escuchando canciones, no paraba de pensar en ella, en Frida.

Era casi media noche, me detuve frente a ese edificio.

Sabía que ella vivía allí.

Hoy tengo que verla.

Toqué el timbre principal y se acercó el vigilante, el tipo me reconoció de inmediato, pero me dijo que no me podía permitir el acceso ya que no eran horas de visita y me sugirió que volviera al día siguiente. Yo, usando mis dotes actorales nuevamente, le comenté que quería hacerle una visita a una fan que cumplía años y le iba a dar una sorpresa. Afortunadamente para mí, logré seducirlo con mis palabras y me dejó entrar.

Subí por el ascensor y por fin me encontré frente a la puerta del departamento 304, detrás estaba ella. Toqué el timbre con insistencia, hasta que un par de minutos después por fin abrió.

-¿Qué haces aquí? -Me dijo sorprendida-

-¿Puedo pasar?  -le pregunté-

Ella abrió la puerta de par en par y me dejó pasar, asomándose en el pasillo, como

buscando a alguien.

-Vine solo -hablé-

*

¡¿Cómo es posible?! ¡eres un irresponsable! ¡no debes salir sin Escolta! -Frida estaba tomando el teléfono, pero se lo impedí-.

-Quiero hablar contigo

-Eso puedes hacerlo mañana en el día, en este momento no son horas de visita.

-Por favor, escúchame, yo quiero dec… -no terminé mi frase, porque una adolescente

se acercó a nosotros y dijo-

-¿Qué pasa, mamá?

[12]Canción “De mí” Camila, “Dejarte de Amar”, 2010

Más populares

Comments

Eugenia Venegas Oyarzo

Eugenia Venegas Oyarzo

Wow, la manerita de enterarse que fue Padre, sólo tendrá que sacar cuentas y deducir que,..uno más uno son Dos 🤷🏼‍♀️🤣

2023-05-31

5

Maria Laura Jimenes Coronel

Maria Laura Jimenes Coronel

Seguir esperando que pasa

2023-05-01

2

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play