JAQUE MATE

 4. JAQUE MATE

FRIDA

El ajedrez es un juego de tablero entre dos contrincantes en el que cada uno dispone al inicio de 16 piezas móviles que se colocan sobre un tablero,1dividido en 64 casillas o escaques.

Se trata de un juego de estrategia en el que el objetivo es «derrocar» al rey del oponente. Esto se hace amenazando la casilla que ocupa el rey con alguna de las piezas propias sin que el otro jugador pueda proteger a su rey interponiendo

una pieza entre su rey y la pieza que lo amenaza, mover su rey a un escaque libre o capturar a la pieza que lo está amenazando, lo que trae como resultado el jaque mate y el fin de la partida.

El ajedrez no es un juego de azar, sino un juego racional y de estrategia, ya que cada jugador decidirá el movimiento de sus piezas en cada turno. El desarrollo del juego es tan complejo que ni siquiera los mejores jugadores (o los más

potentes ordenadores existentes) pueden llegar a considerar todas las posibles combinaciones: aunque el juego solo pueda desarrollarse en un tablero con solo 64 casillas y 32 piezas al inicio.

Después de la sorpresa recibida en mi trabajo, salí del edificio y me dirigí a casa de Lillian, aunque

siempre hemos estado las tres juntas (Lillian, Verónica y yo), con ella me une un cariño muy especial, la quiero como una verdadera hermana y creo que es mutuo. Se volvió mi confidente, es la única persona que conoce a detalle mi vida, sobre mi infancia triste, el desprecio de mi padre, la indiferencia de mi madre, el abandono de Mauricio y sobre todo, los verdaderos motivos por los que estuve en coma y mi arribo al Santa Teresa.  Así que, después de tantos años de conocernos, tenía que contarle lo sucedido.

Llegué a la casa de Lillian, vivía a dos calles del Santa Teresa, actualmente ella es la Directora,

por lo que había decidido mudarse junto con su hija a una pequeña casa cerca del lugar para atender cualquier emergencia.

Era una construcción pequeña pero con espacios amplios, de dos plantas, y, a diferencia de mi departamento, tenía bastante iluminación.

Toqué el timbre y enseguida me abrió Lily.

-¡Hola tía! ¡Por fin llegaste! -se acercó a darme un abrazo-

-Estoy muy bien ¿y tu?

- Me muero de hambre y mi mamá no quiere darme de cenar hasta que tu llegaras.  -Dijo Lily en tono de berrinche-

-¡Bueno, niña! ¿Qué te vas a estar quejando con todo el mundo? ¡van a pensar que no te doy de comer! -se acercó Lillian reprendiéndola con la mirada.

-¿Cómo estás, Bellota?  -me preguntó Lillian, (haciendo alusión a que somos Las Chicas Superpoderosas, incluso las tres traemos un

tatoo referente) dándome un gran abrazo.

-Estoy en shock, Bombón, te tengo que contar -le contesté hablándole en voz baja para que no

escucharan Lily ni Valeria, que acababa de integrarse al grupo.

-¡Mami!  -Valeria me dio un abrazo, y yo lo recibo feliz, son los abrazos que me llenan el alma-.

-¿Todo bien, Pequeña? -pregunté, acariciando su cabello

-Si ma, Lily me ayudó con mi tarea, ella es muy buena para el álgebra.

-Claro que si, es muy buena estudiante. Contesté.

-Y como buena estudiante que soy necesito alimentarme. ¡Por favor, vamos a cenar! -suplicó

Lily.

-Ya la mesa está servida, indicó Lillian.

Se acercaron a la mesa y se dispusieron a cenar, transcurrió con mucha tranquilidad, en medio de risas y las niñas contaron como les iba en el colegio, Lily mencionó que había un chico de su clase que le gustaba mucho pero este no notaba su existencia y parecía que tenía novia. Vale habló sobre su emoción por llegar a la final del concurso

de ajedrez y los nervios que sentía, faltaban dos días, sin embargo, la ansiedad la dominaba.

Al concluir la cena, mientras Lily y Vale veían una película. Frida estaba en la cocina con Lillian

ayudándole a lavar los platos.

-Ahora si, cuéntamelo todo. -exigió curiosa

-Pues resulta -inició Frida- que en la mañana estaba durmiendo y soñando con el hombre misterioso y me despertó un mensaje de mi jefe diciéndome que debía ir a la oficina porque

tenía una nueva asignación.

-Ok, y esa asignación es….

-Mauricio.

-¿QUEEEEEE? ¿POR QUÉ?  ¡Habla!

-Pues simplemente eso, parece que su padre está siendo amenazado por los sujetos que lo secuestraron hace años, dicen que le van a hacer daño a su familia.

-No sería raro, -dijo Lillian- de ese viejo astuto no me extraña nada. Es capaz de todo, seguramente

algo debe.

-La mamá y la hermana están en Estados Unidos y su hermano, pues ya sabes. Entonces, resulta que el único que necesita seguridad es Mauricio. Y pues allí es donde entro yo. Me toca dar protección a su integridad física.

-¿Y de verdad lo vas a hacer? Yo creo que deberías hablar con tu jefe y renunciar.

-Lo pensé, pero no puedo renunciar, tú sabes que ante todo soy profesional, no te voy a negar que me inquieta mucho la idea de volverlo a tener cerca, pero no puedo ni quiero fallarle al jefe Samuel, él ha sido como un padre para mí. Ya pasaron 15 años y sinceramente no creo que me recuerde, nuestro trato será meramente laboral.

Además, no voy a estar a solas con él en ningún momento. Julio César es mi compañero de asignación.

.No pues se te juntó el trabajo -mencionó Lillian con ironía- Ella sabía que Julio César y yo

sostuvimos una relación sentimental hace algunos años la cual no funcionó, sin embargo en la actualidad mantenemos una excelente amistad, somos compañeros de trabajo y de vez en cuando tenemos encuentros sexuales.

-Te prometo que estaré bien. Esto es solo una asignación más -dijo Frida con firmeza-.

-Pues yo también quiero contarte algo -comenzó a hablar Lillian- Hoy lo ví.

-¿A quién? ¿Marco? -preguntó-

-Si, es como si los hermanos se hubieran puesto de acuerdo para reaparecer. ¿café?, - le ofreció-

-Si nena, gracias -repuso Frida- No entiendo, ¿Cómo carajos pasó esto?

- Hoy tuve que asistir a una reunión a la Casa de Gobierno para revisar algunos puntos sobre la

celebración del 85 aniversario del Santa Teresa y él estaba entre los invitados, yo sabía que iba a asistir un representante del Senado, pero jamás pensé que fuera él.

- ¿Qué sucedió después?, ¿conversaron?

- No, pero lo cierto es que no estaba sorprendido al verme, pareciera que ya sabía de mi asistencia. –enseguida dio un sorbo a su café- me saludó por educación y se sentó del otro lado del salón de juntas. Al final de cuentas no creo que esté dispuesto a hablar conmigo, la última vez que lo ví me dijo que no quería volver a tener trato alguno con una vulgar ramera como yo, y seguramente sigue pensando que lo engañé y que Lily no es su hija. ¡por Dios! ¡es su vivo retrato!   -mencionó Lillian con melancolía- nunca me dio la oportunidad de defenderme. En fin, no creo que volvamos a tener algún tipo de conversación.

-Nuestras hijas son lo más importante que tenemos, por ellas trabajamos y seguimos adelante a pesar de todo.  -dijo Frida.

-Así es y así será.  -Lily no necesita a su padre.

Eso era lo que Lillian creía, pero la vida da muchas vueltas.

VALERIA

¡Por fin ha llegado el sábado! Es el día que más he estado esperando porque hoy es la final del Torneo Inter escolar de Ajedrez. Me inscribí en las categorías menores para jóvenes de 15 a 17 años. Como cada inicio de ciclo escolar, tengo que tomar una clase extra curricular, en esta ocasión me decidí por el ajedrez, es una actividad de

estrategia mental que me gusta mucho. Creo que estoy siguiendo los pasos de mi padre.

Mi madre no lo sabe, pero me enteré de eso por casualidad, un día estaba en casa buscando un libro de Geografía para hacer una tarea y al abrirlo me encontré con una carta que él le escribió:

"Mi pequeña:

No tienes idea de todo el bien que me haces, amo poder abrazarte todos los días y agradezco al

universo la posibilidad que me da de poder compartir esta alegría tan grande que tengo el día de hoy: ¡He ganado el torneo de Ajedrez! Esto es algo que no podría haber hecho sin tu apoyo y porque siempre me estás alentando a seguir

todos los días.

He logrado una de mis metas y solo a ti te la puedo dedicar, porque me haz apoyado para conseguirla. Este reconocimiento es de gran valor para mi vida.

El ajedrez es mi gran pasión, pero tú, eres todo mi amor.

Te amo.

M."

No se nada sobre mi padre, no tengo idea de quién es, en casa no hay alguna fotografía suya, y mi mamá no habla de él, por esa carta sé que su nombre empieza con “M” y que estudiaban en el mismo colegio. Mi mamá sólo me dijo que mi padre es muy guapo y que me parezco a él, yo no he querido preguntar más, no creo necesario

conocerlo.

Con mi mamá soy muy feliz, ella me ama y me cuida y yo quiero corresponder a ese cariño siendo buena hija y no causando problemas.

Se que hay muchos tipos de familias: la mayoría de mis compañeros tienen papá y mamá que viven juntos, otros que están divorciados y otros amigos donde alguno de sus padres está muerto. Habemos otras personas que nuestra familia solo es mamá, así crecimos Lily, Diego y yo.

No me hace falta mi padre.

Solo compartiré secretamente con él nuestro gusto por el ajedrez.

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