Un plan para confundir

Después de todo lo que sanguinario que les había confesado, era momento de llamar a Esteban para que se reuniera con ellos y buscaran una forma de protegerse. Así que, Lilibeth subió al cuarto para decirle a Esteban que bajara, que no había peligro.

"Necesito que bajes, hay algo que debemos hablar. Me estás preocupando, tu semblante es muy serio. Baja, te lo explicaremos. No será nada bueno", le dijo Lilibeth a Esteban.

Así que bajaron, Esteban iba muy pensativo y preocupado, ya que lo que Lilibeth le había dicho lo dejó desconcertado. Al llegar al recibidor, había un hombre extraño que nunca había visto, y eso lo preocupó más, ya que no entendía quién era y qué hacía ahí. Solo le quedaba esperar para ver de qué se trataba todo eso y a qué se refería Lilibeth con sus palabras.

"Bueno, ya estamos todos aquí reunidos, y es momento de contarle todo a Esteban, tal y como nos lo contastes a nosotros, señor Rodolfo", dijo Lilibeth.

"Así es, Príncipe Esteban. Tal como se lo comentó Lilibeth, mi nombre es Rodolfo, y he venido hasta aquí buscándolos a usted y a Lilibeth por órdenes de la señorita Nerina", agregó el hombre extraño.

"¿Pero cómo? Si en el reino de Ternia no hay hadas, ¿cómo pudo contactarse con usted?", preguntó Esteban, desconcertado.

Si entiendo sus preguntas, le responderé una a una todas sus dudas. La verdad, no soy un hada, sino un humano. En el reino, todos me conocen como Sanguinario, es mi apodo de trabajo, y me dedico a realizar trabajos sucios, y ese es el motivo por el cual estoy aquí. La duquesa me contrató para dar con ustedes y llevarle a Lilibeth para vengarse de usted por semejante desprecio. Su padre, el rey Azael, le proporcionó toda clase de ayuda a ella con tal de que desistiera de su decisión. Hicieron una alianza para traerlo de vuelta, pero él no está enterado de los verdaderos propósitos de la Duquesa. El también fue engañado, y sé todo esto porque siempre que alguien me contrata para un trabajo, lo investigo muy bien para saber a qué me enfrento y no llevarme sorpresas más adelante. Lo único que no sabía era quién era Lilibeth, ni mucho menos quién era su madre. Yo conozco a Celín desde hace muchos años. Siempre estuve enamorado de ella y no podría causarle ningún daño ni a su hija ni a ella. Y como ahora, usted también es parte de esta familia, tampoco a usted.

"Entonces Nerina no es buena persona. Sé que la lastimé al romper nuestro compromiso, pero no podía seguir engañándola ni engañándome a mí mismo. Porque no la amo ni la amaré, era lo mejor terminar con toda esa farsa. Pero nunca dimensioné la maldad de su alma ni tampoco los alcances de su venganza, ni tampoco que ella esté utilizando a mi padre para dicha venganza. Esto lo debería saber mi padre. Podría estar en grave peligro si continúa estando cerca de ella."

Así es, ninguno de ustedes estará a salvo, como se los dije antes a Celín y a Lilibeth. Es muy peligroso, y así como me ha enviado a mí para acabar con ustedes, cuando se dé cuenta de que no he llevado a cabo su encargo, buscará a alguien más para que lo realice. Cuenten conmigo para ayudarlos, ustedes solo digan en qué los puedo apoyar y lo haré sin pensarlo dos veces. Aunque Celín no me corresponda, no pienso alejarme de ella ni permitir que la dañen a ella ni a las personas que ama.

"Gracias, Rodolfo. No esperaba menos de ti. Sé que no puedo corresponderte, pero te estaré eternamente agradecida por todo tu apoyo. Ahora es momento de pensar en una estrategia para hacerle creer a esa Duquesa Nerina que cumpliste con tu trabajo y, sobretodo, en idear un buen plan de protección para todos. Ya que esa muchachita no se podrá meter con lo que más amo, tendría que pasar por encima de mi cadáver antes de dañar a mi niña y ahora a mi nuevo hijo. Son mi familia y lo único hermoso que tengo en esta vida, y no voy a permitir que una niña berrinchuda me lo arrebate".

Lilibeth quedó muy sorprendida con las palabras de su madre. Nunca hubiera imaginado que al ver a su hija en peligro reaccionara de esa manera, y mucho menos que estuviera acogiendo como parte de ella al príncipe Esteban. Eso la hizo estar muy orgullosa de su madre, ya que era un claro ejemplo de amor y valentía de su parte al estar dispuesta a darlo todo por su familia. Lo que hizo ponerse a llorar, y no de tristeza sino de orgullo.

"Mi pequeña niña, no llores. No dejaré que nadie les haga daño".

"No estoy llorando por eso, madre, sino estoy muy orgullosa por ti. Eres la mejor madre, amiga y ahora aliada. Estás dispuesta a darlo todo por mi y por mi pareja. Eso muestra la gran mujer que eres y lo guerrera que eres, y eso me hace estar muy orgullosa de ti. Y eso me puso nostálgica".

"Ay, mi pequeña niña, ven aquí".

Celín abrazó a Lilibeth y la apretó tan fuerte para demostrarle a su hija lo mucho que la ama y que todo estaría bien.

"Ahora es momento de decidir qué haremos. Yo propongo que usted, señor Rodolfo, nos dé un poco de tiempo y vaya a informarle a Nerina que dio con nosotros y que nos tiene capturados. Así, yo podré ir al castillo con mi padre e informarle los planes de la Duquesa y que corre un gran peligro a su lado".

"Estoy de acuerdo con usted, Príncipe Esteban, ya que ella me pidió llevarlos a un lugar alejado. Podría decirle que los tengo cautivos en el bosque de la desesperación y así le daré un poco de tiempo para que usted vaya al reino de Ternia y hable con su padre, el Rey Azael, y le informe todo lo sucedido. Solo antes de que vaya a hablar con su padre, deben casarse ante la ley de los humanos para que así su padre el Rey Azael no tenga más impedimento para aceptar a Lilibeth como parte de la familia y puedan contar con su protección. Yo conozco a un buen amigo que es sacerdote y los podría casar sin ningún problema. ¿Qué les parece?"

"Nos parece muy bien señor Rodolfo. Mi madre, Esteban y yo estamos de acuerdo. Debemos preparar todo para partir lo antes posible antes de que la Duquesa Nerina empiece a sospechar".

"Solo hay algo muy importante y que no está a discusión. Yo iré con ustedes. No pienso dejarte sola con esto, mi pequeña. Seré de gran ayuda, ya que uno de mis poderes es la sanación. Eso creo nos serviría en algún momento, por si algo malo llegara a suceder, aunque ojalá no sea necesario".

"Muy bien. Ya estamos todos de acuerdo. Así que hay que recabar todo lo necesario para nuestro viaje. Tendremos que ir al pueblo para buscar todo lo necesario para las protecciones y víveres. El señor Rodolfo, mi madre y yo podemos ir al pueblo para recolectar todo lo necesario".

"Para mí está perfecto. Así, partiremos a más tardar en tres días. No se preocupen por el príncipe Esteban, yo traigo una piedra con la cual podremos atravesar la barrera sin ningún problema y un camino solitario por el que yo llegué hasta aquí para que nadie lo vea en el Reino de Cora. También ocuparemos una carreta para transportarnos todos y llevar todo lo necesario para el viaje.

No se preocupen por eso, mi amigo Uriel puede apoyarme con la carreta. Él tiene una y sé que no se negará a prestárnosla para el viaje, así que de eso me encargaré yo.

Así que, ya planificado todo para ir un paso adelante de Nerina, todos se fueron a descansar, ya que estos días serían de gran trabajo para recolectar todo lo necesario para enfrentar todos sus peligros y necesitaban estar descansados y alertas."

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