Después de cenar y de tanto platicar, Celín le indicó a Esteban dónde pasaría la noche para que descansara.
- Puedes quedarte en esta recámara, ya la tengo preparada para ti. Cambié las sábanas y te dejé unas mantas por si te da frío.
- Muchas gracias, señora Celín, por su amabilidad. Si le tomo la palabra, estoy muy cansado.
- También te dejé haga limpia por si te quieres dar un baño y un poco de ropa que espero y te quede. Los dejo para que se despidan. Yo me retiro a descansar.
- Gracias, señora, muy amable.
Celín se retiró a su cuarto y dejó a Esteban con Lilibeth para que se despidieran antes de ir a dormir.
- Lilibeth, gracias por todo lo que estás haciendo por mí.
- No tienes nada que agradecer. Lo hago con mucho cariño. Espero te sientas a gusto en mi casa. No es nada comparado con tu hogar, pero es un lugar con mucho amor.
- No te preocupes, está perfecto mientras sea a tu lado.
Sin más, la tomó por la cintura y le dio un cálido beso de buenas noches.
- Ahora sí, me retiro. No quiero faltar el respeto a tu casa. Te amo. Nos vemos mañana. Descansa.
- Sí, claro. También te amo. Hasta mañana. Cualquier cosa, puedes hablarme. Mi habitación está al final del corredor. Descansa.
- Muy bien.
Al despedirse, Lilibeth se dirigió a su recámara para descansar, ya que había sido un día largo de tantas aventuras. A la mañana siguiente, llegó muy temprano Uriel a visitar a Lilibeth para ver cómo estaba, ya que estaba preocupado porque tenía varios días que no sabía nada de ella. Al llegar, tocó la puerta (toc, toc). Celín, que se despertó muy temprano, fue a atender la puerta. Al abrir, vio que era Uriel.
- Hola, Uriel. Buenos días.
- Buenos días, señora Celín. ¿Se encuentra Lilibeth?
- Sí, hijo. Pasa. Estoy preparando el desayuno. Ya no ha de tardar en bajar.
Se dirigieron a la cocina. Al llegar, Uriel tomó asiento mientras esperaba que Lilibeth bajara.
- Señora Celín, estoy muy preocupado, ya que tengo varios días sin saber nada de Lilibeth. Por eso vine a buscarla.
Te agradezco que siempre estés pendiente de mi hija, pero no te preocupes, está bien. Solo si hay noticias nuevas, que ella baje y te cuente.
Está bien. En eso iba bajando a desayunar Lilibeth y vio que estaba su amigo Uriel en la casa, era su mayor confidente, así que debía contarle todo para que él también la apoyara a encontrar una solución para que el príncipe se pudiera quedar en Cora.
Hola, buenos días Uriel, qué bueno que has venido, tengo tantas cosas que contarte.
Me imagino, ya que tengo tanto tiempo sin saber nada de ti.
Sí, lo sé, es que he estado ocupada ayudando a Esteban a entrar a Cora.
¿Qué?
Sí, logré introducirlo aquí y se está quedando aquí con nosotras.
¿Pero cómo lograste tal cosa?
Mi madre me dio un brebaje para que pudiera cruzar las barreras que no permiten pasar a los humanos.
Entiendo, pero ¿qué piensas hacer? No lo puedes tener escondido toda la vida.
Sí, lo sé, por eso ocupo de tu ayuda para que entre los dos busquemos una solución.
Creo que la única solución que habría sería que unieran sus vidas, así el rey tendría que aceptarlo como parte de nosotros.
Yo también había pensado lo mismo, solo falta decírselo a Esteban para ver qué opina. En eso iba bajando Esteban y los vio a todos reunidos en la cocina, así que se dirigió para allá, pero se asustó al ver a otro hada que no conocía y no sabía qué hacer ya que esconderse era muy tarde ya que ya lo había visto.
No te asustes Esteban, es un amigo de la familia.
Ahh, está bien, ya me había asustado.
Sí, nos dimos cuenta, pero no te preocupes, él es mi mejor amigo Uriel.
Hola, mucho gusto Uriel.
Mucho gusto, príncipe Esteban.
Solo llámame Esteban, ya que eres un amigo de Lilibeth, también eres un amigo y entre amigos no hacen falta formalidades.
Muy bien, así lo haré.
Esteban, en lo que tú bajabas, Uriel y yo estuvimos platicando sobre cómo tenerte aquí en Cora sin que te tengamos que ocultar.
Sí, ¿encontraron alguna solución?
Sí, ¿el unir nuestras vidas?
¿Casarnos?
Bueno, algo así. Aquí en Cora, como te había dicho antes, es diferente las uniones.
Sí, lo recuerdo. ¿Cuándo lo haríamos?
Yo pienso que se puede hacer hoy. Solo necesitamos conseguir todas las cosas para el ritual.
No te preocupes, hija. De eso nos encargaron Uriel y yo.
Muy bien, me parece perfecto hacerlo hoy. Por mí no hay problema.
Sí, madre. Acepto toda la ayuda necesaria.
Entonces no se diga más. Terminando de desayunar, nos iremos a preparar todo. Así transcurrió la mañana desayunando y conociéndose un poco más todos los reunidos. Al terminar de desayunar, Celín le pide a Uriel que la acompañe para reunir todo lo necesario para el ritual.
Nos vamos. Tenemos que ir por todo lo necesario. Sígueme, Uriel.
Sí, claro, señora Celín.
Sin más, se fueron del lugar para dirigirse al pueblo. Lilibeth y Esteban se quedaron conversando un poco más en lo que llegaban con todo lo necesario.
¿Estás seguro de unirte a mí?
Claro que lo estoy. No tienes ni que preguntar. Estoy enamorado de ti.
No quiero que te sientas presionado.
Y no lo estoy. Te amo demasiado que no veo mi vida sin ti. Te juro que te voy a amar por el resto de mi vida.
Yo también te lo juro.
Sin más, sellaron su juramento con un beso cálido y un largo abrazo.
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Updated 23 Episodes
Comments
Carlos Cardenas
guauh
2023-05-02
1
Nadia Rodriguez
perfecto
2023-04-13
2