En busca de ayuda

Nerina se levantó muy temprano para ir al pueblo en busca de alguien sin corazón ni escrúpulos que pudiera hacer lo que fuera por dinero para encontrar al príncipe Esteban y a la mujer que le había arrebatado todo. Al llegar al pueblo, se dirigió a una taberna donde le habían dicho que buscara a un hombre apodado "el sanguinario" para que la ayudara con su asunto. Al llegar a la taberna, se dirigió a la barra para preguntarle al cantinero:

- Buenos días, estoy buscando al sanguinario, me dijeron que aquí lo podría encontrar.

- Así es, él viene todos los días, siempre y cuando no tenga algún trabajo por hacer. No debe tardar en llegar, es muy puntual. Si gusta esperarlo, no tarda.

- Muy bien, me sentaré en la mesa del rincón. En cuanto llegue, ¿puede dirigirlo hacia mi mesa? Mientras tanto, quiero un vino tinto.

- Claro, así lo haré. Ahorita le mando su bebida.

En cuanto el reloj marcó las 8 en punto, entró en la taberna un hombre grande y musculoso, con ojos rojos como la sangre y una marca en la cara. Al entrar, se dirigió a la barra y le pidió al cantinero una cerveza bien fría.

- Cantinero, sirve lo de siempre, mi cerveza de raíz y algún aperitivo.

- Claro, sanguinario, solo que la señorita que está en la mesa de la esquina llegó hace rato y te está buscando.

- Está bien, iré a ver para qué me busca.

El hombre se dirigió a la mesa donde estaba Nerina esperando y al llegar se quedó viéndola.

- Me dijeron que me estás buscando, ¿para qué soy bueno?

- Necesito que me hagas un trabajo y me han dicho que tú eres el indicado, así que dime tu precio.

- Dígame de qué se trata el trabajo y ya le diré mis honorarios.

- Necesito que localices a dos personas, uno es el príncipe Esteban y la otra un hada.

- Muy bien, entiendo. Dado que no será un trabajo fácil, esto le va a salir caro.

- Claro, estoy dispuesta a pagar lo que sea, pero quiero que des con su paradero. Y al hada, quiero que la traigas ante mí para verla con mis propios ojos retorcerse de dolor.

Así será entonces, solo necesito algunos datos que me pueda proporcionar de los susodichos, ¿qué lugares frecuentaban?

Sé que se conocieron en el bosque de la desesperación, así que ahí puedes comenzar.

Muy bien, me iré lo más pronto posible y a más tardar en una semana le tendré noticias para ver cuáles serán las medidas a tomar con los involucrados.

Me parece perfecto, estaré esperando tu reporte, cualquier cosa puedes venir a mi casa a buscarme.

Claro, señorita Nerina.

¿Cómo sabes quién soy?

Conozco a todas las personas de por aquí, así que no se preocupe, sé dónde encontrarla.

Te daré la mitad del pago y cuando esté terminado el trabajo finiquitaré la deuda.

Está bien.

Sin más que decir, Nerina se retiró del lugar para dirigirse a su casa a descansar y esperar noticias.

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