Peligro

Erwin:

Tuve que salir temprano y dejar una nota a mi amada Amelia para que se quedara tranquila. Era muy probable que no tuviera que trabajar por las explosiones que se oyeron anoche. La misión de hoy era saber sobre el paradero de Annie, me preocupaba que aún no había señales de ella, así que me fui a investigar el asunto. Pregunté a algunos conocidos de si atraparon a sospechosos y algo que fuera distinto de otras ocasiones:

- A decir verdad Erwin apareció una mujer que llevaba un mensaje para familiares en Francia. La mujer alegaba ser alemana y que buscaba información de la familia de una amiga suya nada más. Nos sorprendió lo convincente que parecía al respecto y tenemos la sospecha que su carta está en clave, para dar información a los enemigos_ informó

Estaba asustado cuando pregunté:

- ¿Qué sucedió con la mujer?_ pregunté

- No estoy seguro, pero la torturaron hasta que falleció según entiendo_ dijo sin asco

- Déjame corroborar algo, puedes llevarme a dónde sucedió aquello_ declare pareciendo seguro

- Si señor

Caminamos por un lugar creado para llevar a los prisioneros, sospechosos de traición entre otras cosas que pueden perjudicar el avance alemán en esta guerra. El Führer ha tendido una victoria aplastante contra sus enemigos, quienes son judíos lo único que les espera es la muerte. Deseaba tanto sacar Amelia de todo este escenario y para empeorar todo Annie, la mejor amiga de la familia, prácticamente había sido asesinada de la peor forma por ayudar. Intentaba controlar el dolor y la pena que me embargaba, ahora mi amada no tenía a nadie más que pudiera protegerla exepto yo.

- Aquí es señor_ me informó el cabo

- Puedes irte soldado. Gracias por tú ayuda al Führer_ dije pareciendo seguro de mis palabras

Encontré un escenario bastante horripilante, Annie estaba amarrada a una silla y el rostro casi desfigurado por la paliza que le dieron, tenía el cabello mojado con su sangre y los manos rotas, pies también estaban sujetos. Casi vómito por lo impactante que resultaba a la vista ver a alguien querido así.

- Perdóname Annie_ murmuré casi sin aliento por la angustia

Te prometo que te daré una sepultura digna.

Amelia:

Aquí me encontraba ahora en casa de Marie intentando juntar lo que más se podía de alimentos que les ayudara a los Hasson. Una de las niñas se encontraba en muy delicado estado de salud, la comida era principalmente para ayudarla a ella. Tenía miedo por lo que planeabamos hacer, sabíamos bien que las raciones a los que estaban en los guetos era limitada, Marie aprovecharía de pasarle disimuladamente unas cosas y entre las cosas habría pan, dulce, tarros de comida.

Debía resultar bien, el señor Hasson saldría a realizar un trabajo específico que nos permitiría hacerle llegar las cosas.

Caminamos cerca de un mercado donde hayamos más alimentos, sabíamos o por lo menos escuchábamos en las noticias que los alemanes odiaban a los judíos, todo el asunto no hacía más que empeorar las cosas con relación a la ayuda. Hubieron personas que fueron asesinadas por sospechas de espionaje, de proteger a gitanos, comunistas y judíos, en general todo a quien pusiera en peligro la seguridad de Alemania. Llegado el momento note que me encontraba sola en el punto que debía ver al señor Hasson, no supe en que instante Marie se había marchado; rayos no quería hacer esto sola.

- Sra Noga, ¿cómo le va? Aquí está lo que le comenté _ me decía el señor Hasson

- Buenas tardes Sr Hasson, gracias por entregar el diario_ era evidente que no dormía bien, su ropa y su rostro reflejaba un tormento que no sabía explicar

Y Señor Hasson ¿cómo sigue su familia?_ argumenté

No muy lejos andaban unos soldados alemanes vigilando, al ver la insignia de la estrella judía en el señor Hasson se acercaron. Lo empujaron a la calle y me preguntaron si me estaba molestando, yo había desarrollo cierta cercanía con los alemanes por hablar bien su idioma.

- Les explique que solo me estaba entregando el diario_ les respondí en Alemán

Que el caballero trabaja en ello.

Me sentía tan afectada por ver a quien fue mi exsuegro tirado en el suelo, con los ojos rojos y con dificultad para incorporarse. Los hombres se marcharon sin antes propinarle una cachetada que le recordara por dónde debía caminar.

- Señor Hasson_ intenté acercarme para ayudarlo

- No lo haga señorita Noga. Me alegra mucho saber que se libro de esta situación al no casarse con Isaac _ me respondió, sentía que las lágrimas me nublaban la vista

- Aunque admito lo enojado que estábamos mi esposa y yo con mi hijo, por haber huido. Me alegro que lo haya hecho_ dijo en lágrimas

No vera a su familia ser asesinada.

- No diga eso señor Hasson. Ustedes no pasaran por eso_ le entregué lo que habíamos recolectado

- Le agradezco mucho su ayuda, no sabe cuánto me alegra verla. Puede que sea la última vez_ respondió y se marchó

Llegué al negocio de las joyas y tenía la esperanza de que estaría en ella Annie pero aún no había señales de ella. Pasaron unas horas en que recibí a alguna personas, luego aparecieron dos alemanes.

- ¿Usted es la señorita Noga?_ preguntaron

- Sí, Soy yo ¿les puedo ayudar en alguna cosa?_ dije intentado estar tranquila

- Debe acompañarnos en este momento_ me dijeron

- Está bien_ busque las llaves y cerré

Mi corazón latía como loco en mi pecho, tenía miedo. Algo había ocurrido, pensé primero en la comida que le dimos al Señor Hasson, que lo descubrieron y él menciono mi nombre. Llegamos a un lugar donde se llevaba a algunos prisioneros, me sentía a punto de perder las fuerzas. Entre a una sala y me dejaron sola, un oficial alemán entro y dijo:

- Adelante y siéntese señorita _ dijo un oficial

Se senté con calma. Mi corazón parecía que quisiera salirse del pecho y estaba segura que él podía oír los latidos.

- ¿Sabe porque la hemos traído hasta acá?_ pregunto en alemán

- No señor_ respondí en Alemán

- Bueno señorita Noga la hemos descubierto_ respondió

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