Amelia:
Annie me consolaba en esos momentos, agradecía que estuviera conmigo. También entendí que Erwin tenía obligaciones que cumplir y yo debía hacer lo mismo.
Anoche soñé con la única ocasión en la pudimos estar juntos, recordaba con exactitud los lugares exactos que él exploró y tocó. Podía sentir nuevamente la exitacion que aquello me produjo y me hizo darme cuenta que no sería capaz de experimentar algo así con nadie más. Estábamos a pocos días para que terminara el mes de Julio y aún no tenía noticias de mis familiares, se suponía que debía viajar y aún no me daban la información de dónde debía llegar. Me estaba preguntando eso cuando llego una carta con remitente Francia...
Estimada Sobrina:
Esperamos sinceramente que estés mejor lamentamos mucho no poder estar ahí contigo cuando fue el funeral de vuestra madre y querida hermana e hija de la familia. Las cosas acá no han estado bien, el abuelo Stefan ha tenido numerosos problemas con su salud, estamos con el temor de que uno de estos días él descanse.
Por esa misma razón se nos ha complicado recibirte acá en Francia y más aún viendo que los familiares de tú padre podrían hacer algo más. Nos entristece no poder ayudarte aún, pronto veremos la posibilidad de que una tía te acompañe para ver los temas de propiedad y negocio de tus padres.
Mis sinceras condolencias y cariños afectuosos
Tía Estella Durand Bajtiar
Cerré la carta con enfadó. Ellos siempre han sabido que mi padre no tuvo hermanos y sus padres habían fallecido, así que no tenía más familia que la de mi madre. ¿Cómo podían ser tan egoístas? Además alguien vendría únicamente por lo de las propiedades. Me encontraba enojada pensando en ello y que lo que más me había encargado Erwin era que saliera del país y no podría hacerlo. Annie aún esperaba noticias de la sra Marta y de Erwin pero pasaron los días y nada aún. Me sentía ansiosa...
Erwin:
Mi padre nos dejó incomunicados y estaba molesto porque yo me encontraba convaleciente por el incidente con aquel sujeto. No le revelamos los detalles, solo le mencioné que tuve una pelea y resulte herido. Mi madre no dejaba de darle vueltas al asunto con Amelia, estaba preocupada y aún no podía escribir a Annie porque mi padre lo prohibió.
Sabía muy bien que la fecha sobre la invasión estaba por ocurrir y yo no estaría para confirmar si Amelia había viajado a Francia. Ella nos aseguró que eso sería así, por lo que le dije a mamá que cuando pudieran comunicarse lo harían.
El 1 de septiembre de 1939 tanques, bombardeos y aviones de guerra avanzaron rodeando a Polonia hasta Varsovia. El poder alemán se hizo ver porque los polacos no pudieron hacer mucho, el asunto no les tomo mucho porque los polacos no contaban con el equipo necesario para hacer frente, Luftwaffe destruyo todo en los primeros días del ataque. Escuchaba por días los informes y aún no tenía noticias de Amelia. Después de aquellos sucesos Francia y Gran Bretaña declararon la guerra a Alemania el mismo 3 de septiembre.
Lamentablemente Polonia tuvo que hacer frente no solo a los alemanes sino también a la unión soviética quien lo estaba invadiendo por el este, los que estaban en el poder en Polonia tuvieron que huir. Así fue como el 27 de septiembre ante los bombardeos Varsovia se rindió ante los alemanes y junto a la unión soviética se dividieron el país.
Me preguntaba una y otra vez si mi querida Amelia estaba en Francia, o si algo sucedió con ella. La última idea me hizo desesperar y decidí que debía averiguar que había pasado con su paradero, Annie tampoco nos había contactado y todo eso me hacía sospechar algo malo. Le hable por carta a mi padre sobre el asunto y le dije que iría dónde él se encontraba, ya comenzaba el mes de octubre y le hacían frente a la resistencia polaca. Viaje con otros compañeros que no conocía y por tener más rango todos me respetaban, además algunos sabían quién era el comandante Heinz. Llegando a Varsovia el lugar estaba un desastre, era la primera vez que mis ojos veían de frente la guerra, el olor que emanaba el aire era denso, sentía la pólvora y olor a comida caliente mezclado en uno. Nos quedamos en casas cómodas que algún día pertenecieron a algún propietario polaco, pensé en el papá de Amelia y esa idea me puso triste, lo más difícil es fingir que estás de acuerdo a los ideales de un gobernante que odia a cierta clase de personas. Lo más duro venía para quienes cómo Isaac eran judíos, comenzaron a separarlos de los demás.
Amelia:
Cuando amaneció ese primero de septiembre sentí que la vida no volvería a ser la misma. La gente estaba aterrada por lo que pasaba, tanques, aviones de guerra volaban por los cielos, aquel sonido de alerta nos hizo ocultarnos por primera vez. Mis padres tenían en la casa un sótano en que se guardaba objetos valiosos, menos mal estaba ordenado para cuando comenzaron los ataques.
Se oían las explosiones y a la gente gritando asustada. Todo lo que alguna vez fue un lugar tranquilo para vivir se había perdido, recordé que justo antes de que las cosas se pusieran más difíciles Issac había huido con su amante, su familia se quedó y no les fue nada bien cuando los alemanes tomaron el control. Pasaban los días y quiénes resistían la invasión alemana fueron perdiendo fuerza, además por el otro lado de Polonia estaba siendo alcanzada por la unión soviética. No les tomo demasiado para el ejército alemán tomar el control, Annie se preocupaba de cuidarme y fue gracias a ella que yo me sentía más segura, no pudo contactar a la Sra Marta porque la zona estaba hecha un desastre. Supimos por los medios que Francia y Gran Bretaña le habían declarado la guerra a Alemania. Todo sería diferente ahora.
Era triste ver qué las propiedades de mis padres eran ocupadas por otros, solo pude atender el negocio de mamá para tener lo necesario para vivir junto a Annie. Los alimentos se volvieron más escasos por la invasión alemana, y el control que existía era tal, que aún había recelo con que los polacos hicieran sus cosas, las revisaban con mucho cuidado, nos quitaban otras y poco a poco nos fuimos a acostumbrando a esa rutina. Quienes tenían descendencia judía fueron apartados y despojados de sus vienes, los hacían usar distintivos para diferenciarlos de los demás y eran tratados mal. Un día llegó a mi tienda la mamá de Isaac pidiéndome ayuda médica para una de sus hijas, yo había aprendido lo básico en medicina por mis estudios, además sabía alemán lo que me permitía ser intérprete en ocasiones. Annie también sabía alemán ya que su padre era alemán y creció en Alemania siendo criada de la Sra Marta, lo que nos dio ciertas ventajas, fui a ver a una de las hijas de la Sra Hasson y la niña menor estaba débil porque no se alimentaba lo suficiente, sin generar sospechas deje algunos alimentos para que pudieran soportar.
A fin de protegerme Annie les informo a los alemanes que yo estaba comprometida para asegurarse de que no fuera acosada.
- Amelia la única forma de que no te lastimen es que mientas un poco_ me tomo del brazo
Es peligroso para una joven tan linda como tú que diga ser soltera_ dijo firme
- Está bien Annie haré lo que me dices_ suspiré
Numerosos sujetos intentaban acercarse de manera que no me gustaba, algunos me decían que me olvidará de mi prometido, la verdad es que en mi corazón solo había espacio para una persona y ese era Erwin. No podía mencionar que conocía a un joven alemán y que era mi novio, sería sospechoso y podría poner en riesgo a Erwin. Los alemanes eran demasiados sigilosos con todo asunto que se hacía, de esa manera se aseguraban de hallar a espías, traidores y judíos. Los días pasaban e iniciaba el mes de octubre, se escuchó que algunos rebeldes luchaban todavía, sin embargo la mayoría de las personas habían perdido la esperanza y solo nos limitamos a observar lo que sucedía a nuestro alrededor. Me preguntaba dónde estaría Erwin, si pensaba aún en mí y que deseaba huir a algún lugar tranquilo, viviendo juntos.
- Debí haberme casado con él y proponerle que escaparamos como lo hizo Issac con esa chica del burdel_ decía en un susurro que Annie escuchó
- Señorita Amelia, todo lo que vivió fue tan repentino y lamentable. Era lógico que en ese momento estuviera asustada y sin saber que hacer. Su familia debió acompañarla pero en lugar de eso solo enviaron sus buenos deseos y condolencias. ¿Qué se suponía que debía decidir una jovencita en tan poco tiempo? Sus mismos padres la presionaron tanto en casarse que me imagino que no estaba preparada._ decía Annie animadora
Sentí que no había podido despedirme como se debe, tenía la esperanza aunque sea pequeña de que nos volveríamos a ver. Aunque ahora seríamos enemigos.
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