La Fiesta

Erwin:

No sé cómo llegué a la casa, estaba aturdido y aún le daba vueltas en mí mente sobre como fui capaz de abrir la boca y decirle a mi querida Amelia algo que pondría en riesgo nuestras vidas. Sabía muy bien que podían estarme vigilando y de ser así en cualquier momento vendrían hasta mi casa. Entre y vi a mi madre sentada, me acerque hasta donde se encontraba:

- Fuimos invitados por tu vecina a su fiesta de compromiso_ dijo antes de que yo pudiera hablar

- ¿Cuándo paso eso?_ pregunté asombrado

- Te fuiste corriendo a ver a la joven y no me dejaste contarte. Ayer pase a la tienda de su madre y conversamos alegremente, en un principio no sabía quién era hasta que menciono dónde vivía.

Y como fue tan amable, le entregué información sobre unos contactos para hacer sus compras con las joyas. Fue ahí que nos invitó a su fiesta porque le comenté que tenía un hijo_ terminó de decir

- Seguramente su padre me reconozca del incidente con su novio_ dije preocupado

- ¿Qué incidente?_ quiso saber

- Hace un tiempo atrás me puse a discutir con el novio de Amelia porque iba con una de esas vulgares mujeres. Le hice ver lo mal que estaba actuando, engañando a su prometida. Y bueno lamentablemente llegó el padre de él y él de Amelia a defenderlo_ terminé de decir preocupado

- Ayy mi Dios Erwin. ¡Nunca aprendes! Es obvio que no debes meterte. Y menos tú qué no eres de la familia_ aclaro mi madre.

- Es por ese motivo que no debería ir aquella reunión de compromiso. Además como podría tolerar que ella esté haciendo eso con aquel sujeto_ dije molesto

- Eso no es asunto tuyo cariño, sus padres tienen todo el derecho de decidir su futuro_ dijo ella firme

- Eso significa que mi padre o tú madre, ¿pueden decidir con quién me debo casar? ¡¿yo solo debo obedecer?!_ quise saber

Ella suspiró con pesadez y luego respondió

- Lamento decirte querido pero tú padre es quien decide por los dos. De verdad quisiera yo que conocieras a una buena joven y la amarás con todo tú corazón y sean felices._ comentó seria

- ¿Tú amabas a mi padre cuando te casaste con él?_ le pregunte directo

- Con el tiempo he llegado a Amarlo cariño_ acarició con ternura mi rostro

Por primera vez ví la tristeza en los ojos de mi madre, quizás ella amaba alguien más y no se le permitió estar con él. Me imaginé a Amelia en esa situación y me dolió el corazón de solo pensar en que ella podría terminar así... Pero... ella al final no se casará, me decía otra vocecita en la cabeza.

Con suerte podrá irse del país o peor aún llegar a odiarme por invadir su hogar y ser quien causo el desastre en su vida. No podía hablar de lo que pensaba y lo que sentía en estos momentos, o evitar sentirme atraído hacia ella.

De lo que si estaba seguro es que iría a su casa, me presentaría y hallaría la manera de evitar que tenga cercanía con ese tal Isaac, solo imaginar que la toque de alguna forma me hace hervir la sangre. ¿Qué habrá pensando Amelia después de lo que le revelé? No dijo mucho, parecía estar como yo en un profundo estado de shock, ¿y si llegaba a odiarme ahora? Las preguntas me estaban volviendo loco.

Amelia:

Ese día de la fiesta tenía todo arreglado, aunque la noticia de Erwin me había impactado al menos era una razón fuerte para romper el día de la boda. Pero podía hacer algo más, hacer que mis padres decidieran irse del país, cómo me recomendó Erwin por instinto supuse que lo que él había revelado podía ser motivo de que nos asesinaran. No me dió detalles pero eran lo suficientes para percibir que lo que sucedería no sería nada bueno...

Me bañé, me arregle el cabello con el nuevo estilo francés que ha estado de moda y escogí un vestido en color rojo. He sabido que ese color en particular me favorece más, me esparcí algo de colorete en mis mejillas y un poco color en los labios. Al mirar en el espejo sabía que mis padres estarían contentos con mi aspecto elegante y por lucir bella para la ocasión. Comencé a escuchar voces de amigos, algunos niños jugando, luego que Issac y sus padres habían llegado, sabía que debía bajar y presentarme ante los invitados. Me tomé un tiempo en mirarme nuevamente y comenzar a bajar por las escaleras, para mí sorpresa veo a un Erwin radiante y guapo, que me miraba con atención. Sus ojos brillaban con intensidad y a su lado su madre le sujetaba el brazo.

- Siempre me sorprendes querida Amelia_ se acercó y me habló al oído

Te ves preciosa, me gustaría besarte delante de todos_ comentó y me hizo un guiño con el ojo

Me ruborice profundamente pero decidí disimular, saludando cortésmente a su madre.

- Muy Buenas tardes Sra. Marta_ saludé

Me alegra mucho poder verla en mi casa_ dije cordial

- Muchas Gracias a su familia por tan amable invitación_ respondió amable

Déjeme decirle que se ve bellísima, mi hijo por poco y no se desmaya de la impresión._ comentó mirando a Erwin divertida

Yo me sentí avergonzada, pero le sonríe para que no viera mi nerviosismo, pero ella lo percibió.

- Tranquila cariño estoy haciendole una broma a ambos_ respondió

- ¡Aquí estás hija!_ escuché decir a mi padre

Quiero que saludes a los demás invitados

Vi a mi padre saludar cortésmente a Erwin y su madre cuando los vio, les dió la bienvenida y los incluyo con los demás invitados. Estaban Isaac, sus padres, algunos vecinos cercanos, amigos de mis padres y parientes de los Hasson. Recibí varios cumplidos mientras la velada seguía:

- Querida mía estás muy linda_ oí a Issac hablarme y besando mi mano. Un escalofrío me recorrió el cuerpo como si fuera tocada por una asquerosa serpiente.

No deseaba ser tocada por él, pero está recepción era por motivo de mi matrimonio. Ambas familias se veían complacidas al vernos juntos, tuve que seguir tomada al brazo de Isaac cuando nos acomodaron a la mesa. No muy lejos veía los ojos de Erwin, se le veía molesto... Papá hacía un brindis por la felicidad de los futuros novios:

- Espero que mi futuro yerno pueda concedernos él sueño que teníamos con mi esposa de tener muchos nietos_ lo decía mi padre mirando a mamá. Al oír aquello sentí un fuerte deseo de decirles algo.

- Muchas Gracias señor, perdón futuro papá_ decía nervioso Isaac

- Tienes que cumplir a tus suegros querido niño_ oí a alguien decir entro los invitados. _ y las risas seguían

Sabía bien a lo que se referían y me hizo perder los estribos, no soportaba que Issac me tomara la mano y menos que sucediera algo más. Todo esto confirmaba que estaba siendo usada por mis padres, porque ellos no pudieron tener más hijos.

- Gracias a mis queridos padres por educarme, amarme tanto, consentirme, les agradezco mucho. Pero si deseaban llenar la casa de nietos ¿No debieron tener más hijos? Tampoco es como si pudiera hacer milagros_ comenté divertida y les sonríe con provocación.

Observé como la cara de mis padres se descomponía de rabia, y los demás no parecieron notar nada extraño a mi comentario sino reir y afirmar que era verdad. El alcohol ya estaba haciendo su efecto, quizás por esa razón nadie le dió importancia. Sin darme cuenta Issac intento propasarse, tocando con rudeza mi pierna por debajo de la mesa, me levanté de inmediato asquiada y le di una buena cachetada.

- ¡¿Cómo se atreve a hacer tal cosa?!_ dije con voz fuerte

No me sorprendió cuando papá llegó a mi lado y me propinó un buen golpe en el rostro. Caí al suelo y me toque la mejilla que me comenzó a doler.

- ¡¿Cómo te atreves a hacer una escena así con tus padres y tú prometido?!_ grito furioso

- Papá él señor Hasson se estaba propasando conmigo por debajo de la mesa_ dije haciendo que mi voz sonara débil, yo sabía que mi padre haría esto si lo provocaba. Ya me había demostrado que estaba fuera de control.

Está acción de mi padre hizo que todos se sorprendieran y hablarán. No entendían porque mi estaba tan enojado conmigo, o porque se había atrevido a golpearme delante de la gente. Antes de siquiera tener respuesta, escuché otro golpe seco pero este fue de Erwin hacia mi padre:

- ¡¿Cómo puede un padre hacerle eso a su única hija!? Todos saben la clase de sujeto que es el señor Hasson y usted le defiende incluso cuando ahora le está faltando el respeto a su hija. ¡¡¿Quién le ha faltado el respeto a quién?!!_ dijo con enojó Erwin

- ¡Maldito mocoso quién eres tú para decir eso! ¡¿Ahora recordé de dónde te había visto?! Eres él tipo que insulto a Issac en la calle._ hablaba furioso mi padre

- Si insulte al Señor Hasson fue porque usted cómo padre no tuvo la desencia de hacerlo cuando evidentemente está engañando a su hija con una dama que no debería ni siquiera mencionar. ¿O me equivoco?_ seguía diciendo enojado

- ¡Eso no te concierne! Amelia se casará con quién yo diga aunque sea el peor libertino, ¡porque yo lo digo! ¡Y si Isaac sale con prostitutas eso todos los hombres lo hacen!_ dijo para empeorar todo

Cuando mi padre terminaba de hablar muchas personas se retiraban horrorizadas por sus horribles palabras, mi padre se dió cuenta que él que hizo la escena en la fiesta finalmente fue él, quedando como un mal padre frente a todas estas personas.

- Mi madre y yo nos llevaremos a Amelia de aquí. Y ella acompañará a mi madre, mientras yo me alojó en otro lugar._ dijo Erwin firme

- Tu no te llevarás a mi hija. ¿O te harás responsable de ella si arruina su imágen?_ amenazó papá

- Hay varios testigos que han visto como trata a su hija. Y sí es necesario me casare con Amelia mañana mismo, si es que tanto desea que ella se casé. O puedo llamar a las autoridades señor, si continúa con ese compromiso.

La cara de mi papá lo decía todo, no dijo nada mientras yo salía tomada del brazo de la mamá de Erwin. ¿Sería verdad que él se estaría dispuesto a casarse conmigo? La verdad es que quería evitar a toda costa el matrimonio con Hasson pero estaría logrando algo más.

Llegando a la casa de Erwin él me concedió su habitación, luego se retiró para irse a alojar a otro lugar como había informado a mi padre. Mientras tomaba sus cosas, le dije:

- ¿Es verdad que te casarías conmigo?_ quise saber

Se me acercó y me acarició la mejilla que mi padre había golpeado.

- Sería el hombre más feliz si pudiera hacerlo Amelia.

Te Amo

Me dió un ligero beso en los labios y comencé a sentir esas cosquillas en la boca de mi estómago. Era una sensación extraña pero a la vez agradable...

Levantó su rostro y me sonrió con cariño.

- Mi madre te acompañará, si llega aparecer tus padres. Lo sabré de inmediato... Y si llega a ser necesario podemos casarnos_ dijo y se marchó bajando rápidamente las escaleras

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