Encuentro

Erwin:

Al llegar a la casa seguía pensando en la joven que me había topado, cuando la ví en el suelo y como su cabello rebelaba que era una chica, no salía de mi asombró. Era muy hermosa, sus ojos grises amenazante porque le llamaba la atención, no pude evitar acercarme tanto por lo valiente que me parecía cuando me hablaba. Y en un impulso desconocido para mí le quise dar una lección dándole un beso, aún podía sentir la suavidad de sus labios y esa inesperada corriente recorriendo mi cuerpo, que me hacía temblar. Deseaba volver a verla nuevamente.

Cuando llegué mi padre preguntó:

- ¡¿Porque te fuiste así Erwin ?! Te había presentado a una muchacha que me pareció adecuada para ti_ reclamo él

- No me gustó la verdad. Además el olor a cigarrillo hizo que me sintiera mal_ le mentí

No me atrevía a contradecir lo que papá me decía que hiciera. Ese día que llegamos al pueblo, nos

acomodamos y papá me instó a salir a divertirnos un momento para distraernos, mamá solo guardo silencio y se retiró. Yo la verdad tenía deseos de caminar por la orilla del lago o por senderos llenos de vegetación.

- Voy a tomar un poco de aire durante la noche, para que no se queden despiertos_ dije

- Ah claro_ papá me guiño el ojo pensando que yo iría al burdel

No le respondí nada y salí por el sendero tranquilo, desde que llegamos hemos escondido el hecho de quienes somos y de andar con nuestro uniforme.

Miraba por el alrededor y quedé encantado por las numerosas luciérnagas que alumbraban el lago de noche, me senté en la orilla pensando en mi vida y futuro. Luego recordé unos ojos grises mirándome con enfadó, no podía sacarme la imagen de la bella joven. Estaba tan concentrado en su recuerdo que no me di cuenta que había alguien más en el lago:

- Está esquisita el agua ahora_ oí decir en Polaco

Me levanté perplejo cuando la veo, por lo visto la chica tampoco había notado mi presencia en el lugar. Se alejo rápidamente a la otro orilla y yo la seguí corriendo, quería volver a verla.

- Alejese por favor _ oí decir

- No quiero_ me escuché decirle

Me sentía poseído por el deseo de verla y querer saber su nombre. Ella no traía mucho, se traslúcia su cuerpo bajo la ropa mojada, sus pechos y su cintura se notaban con claridad y me invadió un escalofrío.

- Perdón no me había dado cuenta... _ dije sin terminar la oración

- Puede irse de donde sea que venga joven alemán_ la oí decirme

Cuando me giro ella ya tenía una manta que la cubría. Supo que era alemán por mi acento quizás pensé:

- Sabe quién soy. Yo no soy mala persona_ quise aclarar

Me observó con recelo pero no comentó nada al respecto.

- No diré quién eres si tú no dices que me viste aquí en la noche_ me habló mirando a los ojos

- Está bien, solo quiero pedirle una última cosa_ dije

¿Puedo saber tú nombre?

- ¿Cómo puedo saber que no usarás mi nombre para algo?_ me respondió

- Bueno tú tienes en conocimiento algo que podría causarme problemas y sabes ya mi nombre desde nuestro último encuentro_ alenté

- mmm Ese verdad, solo espero que no me metas en problemas si dices quien soy._ decía desconfiada

Se veía tan adorable, me sentía con una emoción extraña con verla mojada y como una gota corría por sus labios entre abiertos. Quería besarla nuevamente y me obligue a pensar en otra cosa teniéndola así de cerca.

- Buenas noches señor Erwin. Y mi nombre es Amelia _ respondió antes de salir corriendo por un camino hasta perderse en la oscuridad.

No alcance a nada cuando note que me quedaba solo sabiendo ahora el nombre de la bella señorita.

- Amelia_ susurré

Amelia:

Llegué con el corazón acelerado a mi alcoba, había salido a escondidas de mis padres en la noche. Lo que sucedió en el callejón me tenía molesta y nadar de noche en el lago me despeja, pero no esperaba encontrarme con el sujeto que me hizo enfadar ahí.

Más encima me vio en ropa interior, cosa que me hacía sentir muy avergonzada, una señorita no podía ser vista de esa manera. Si mis padres se enteran que nado de noche me encerrarían, Erwin menciono que si los demás descubrían que es alemán tendría inconvenientes. Esa idea me hizo estar tranquila ya que podía usarlo en caso de que él hablara de mí.

Pensé en las palabras que menciono de que no era una mala persona, pero si estaba en ese antro no me imagino que tan decente podría ser, de seguro con su bello rostro habrían varias de esas vulgares mujeres buscando su atenciones...

Soñé con el primer beso que me habían dado y me enoje conmigo misma por haber dejado que eso pasará. Si lo vuelvo a ver le diré unas cuantas cosas y no dejaré que se aproveché de mí...

Cuando me levanté al día siguiente mamá se encontraba en la mesa y mi padre ya se habia ido a la empresa:

- Cómo dormiste cariño_ pregunto mamá

- No descanse lo suficiente creo_ respondí mordiendo un trozo de pan con mermelada

- Te noto cansada, pero tendrás que verte bien en la cena_ comentó

- ¿Porque lo dice mamá?

- Bueno tú papá mencionó que Isaac vendrá a saludarte y quiere que lo lleves a conocer el lago_ mencionó

Me atore con la comida y comencé a toser sin poder parar, tuvieron que traerme agua. La idea de ver al sonso de mi prometido no me gustaba para nada... Mamá se veía feliz y entusiasmada, yo solo le sonreí para que no me dijera algo al respecto. Aunque mi parecía una imposición este compromiso sentía que no era capaz de hacer algo al respecto.

Subí a mi habitación y encontré un vestido nuevo color verde, zapatos a juego con una boina del color, era muy lindo, lastima que es para ver al fome prometido pensé. Llegando la tarde, estaba vestida y lista esperando en la entrada de mi casa, salí al camino mirando que alguien más se acercaba corriendo, usaba short y una polera blanca que mostraba sus brazos. Era el alemán de anoche, por su expresión sabía que había averiguado dónde vivo, me sonrió y se detuvo:

- ¿Qué haces aquí?_ dije brusca

- Bueno señorita Amelia, suelo correr y quise hacerlo ahora, hasta que la vi a usted_ respondió inocente

- Debería marcharse entonces o continuar. Tengo visitas está tarde_ afirme

- ¿Por eso se ve tan linda?_ me miró de arriba abajo

Su inspección tan descarada me molestaba mucho pero a la vez me hacía sentir extraña.

- No tengo porque responder. Y eso no le incumbe_ me gire para volver a mi casa

- No sea así Amelia, solo deseo conocerla. Y es la verdad que se ve muy bella así_ me miró a los ojos

Me ruborice por su alago pocas veces un joven me ha dicho que soy bella o atractiva. Cuando suelo hablar los hombres se molestan por mi carácter tan directo.

- Espero volver a verla otro día o que podamos ser amigos y conversar_ dijo Erwin y continuo corriendo por el camino.

No mucho tiempo después apareció Isaac y sus padres en su vehículo. Respire hondo y me mentalice con dar el paseo con el aburrido de Isaac, espero que hoy pueda decir algo más que el primer día.

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