Él Prometido

Amelia:

Cuando saludé a Isaac note que me miraba diferente a la primera vez que lo había echo, sus ojos reflejaban cierta atracción que me hizo sentir escalofríos por lo desagradable que me pareció. Salimos por el sendero a caminar y charlamos de asuntos triviales como su trabajo en la tienda de relojes de su padre, las personas que visitaban el lugar y cosas graciosas que suceden a los relojeros.

Todo me resultaba aburrido en extremo pero me esforcé por estar atenta a lo que me decía, con suerte pude decir algunas palabras como que hablaba 3 idiomas y que me habían educado bien, que mis padres son empresarios.

- Quizás sea muy apresurado en decirlo señorita Noga pero hoy se muy hermosa_ dijo Issac

Se me comenzó a acercar de manera incómoda, me di cuenta que buscaba cercanía o quizás besarme.

Con mucho cuidado fingi prestar atención a unas aves que estaban en el lago:

- ¡Mire señor Hasson! ¿Esas aves las conoce?_ dije para escapar de su contacto

- Claro que sí. Es el pato silvestre de cara blanca_ sonrió

Por lo menos es educado el sujeto, claro viéndolo de cerca no es feo, tiene buen porte y tiene los ojos bonitos bajo los lentes. Pero si lo comparaba con el alemán no se podía decir que fuera guapo siquiera. ¿Qué me sucede? Acaso me he vuelto loca, los alemanes son malos y sus ideas están siendo causa de mucho que hablar en Europa. No puedo creer que Erwin me pudiera afectar al punto de acordarme de él, quizás es porque es el primero con el que puedo hablar con más libertad y soy yo misma. En las pocas veces que nos hemos encontrado he peleado con él y he sido vista de manera poco apropiada.

- Me gustaría que pudiéramos salir otro día a pasear. ¿Te parece bien?_ comentó y me miró a los ojos

- Amm si me... me parece bien_ dije con esfuerzo

Porque no era capaz de negarme o decirle en su cara que lo descubrí en ese lugar indecente con esa chica de mala clase. En la otra orilla ví a Erwin que seguía corriendo, note que nos miraba con atención, para demostrar mi rechazo a él sujete a Issac del brazo y me acerque más a él. Volví a la casa pero sin antes soltarme de su brazo, Isaac me tomo la muñeca inesperadamente y me giro hasta su cuerpo.

- Veo que comenzamos a gustarnos señorita Noga, ¿puede ser que usted ha sido tímida en este tiempo?_ dijo acercándose y bajando su mano por mi cintura. Al sentir su toque me hizo sentir un rechazo muy grande, no deseaba que me tocará siquiera, si le sujete por un momento fue para alejar a Erwin.

Erwin:

Estaba contento de haber podido encontrarme con Amelia, sé que si continuo corriendo por este camino podré verla seguido y acercarme a ella. La joven me gusta mucho y la verdad es que me agrada ver cómo tiene respuesta para todo, su mente en audaz y no me sorprendería que haya tenido una buena educación. Cuando la ví vestida con esa ropa color verde, se veía tan encantadora y bella, no pude evitar decirle algo. Pero cuando regresaba por el frente la vi junto a un hombre como de mi edad, no podía interpretar la situación, quizás fuera su hermano, luego ambos se alejaron del brazo y su cercanía me pareció sospechosa. Sentí que la sangre me hervía al imaginar que podía ser alguien más o pensar siquiera que él llegara a besarla. No, debía saber quién es él y su relación, aunque sabía que Amelia no querría decirme, pero ahora que se su nombre podía preguntar.

Llegando a casa mi madre me dijo que papá tuvo que salir con urgencia a Alemania, aquello me alivio por un momento y me di cuenta que nos permitirá estar más relajados. En la cena le comenté a mi madre sobre el lugar y las personas de la localidad:

- Mamá ¿tú sabes algo sobre la familia que vive cerca del lago?_ pregunté

Sé que son nuestros vecinos más cercanos. Fingi no mostrar tanto interés.

- Erwin espero que no te enamores de una muchacha de acá. No quiero verte sufrir... más ahora con lo que está sucediendo, es sabido que no somos bien vistos por la ideología nacista._ comentó

- Mamá simplemente hice una pregunta inocente. ¿Está mal que pregunte?_ dije seguro

- Te conozco muy bien hijo. Pero lo poco que he escuchado es que nuestros vecinos son empresarios y tienen una buena situación económica, son educados, solo tienen una hija y que al parecer se comprometió hace poco con una familia de origen judío.

Nunca me importo eso de odiar a los judíos y esas cosas nacistas pero está vez odie a uno. Así que el tipo con el que iba del brazo era su prometido, con razón se veía molesta de que me acercará y peor aún la haya besado. Ahora que recuerdo bien ese día que nos conocimos ella menciono que estaba en ese lugar porque buscaba a alguien, ¿habrá sido su prometido? Si es así, ¿cómo podía permitir que estuviera con aquel tipo? Debía encararlo, además teniendo una prometida como Amelia, no se me ocurriría siquiera mirar a otras mujeres. La había visto casi desnuda y él solo recuerdo me hacía imaginar teniéndola en mis brazos...

- Erwin debes sacar de tú mente lo que sea que estés pensando hijo_ escuché de repente la voz de mi madre

Las cosas cambiarán para ti hijo y si te fijas en una muchacha durante este tiempo la pasarás mal hijo mío.

Me hablaba con tanto cariño que me di cuenta que tenía razón. ¿Qué pasará cuando Alemanía invada Polonia muy pronto?¿Si logro que Amelia me amé y se desata la guerra? ¿No sufriríamos ambos? Debía esforzarme por evitarla y alejarme...

- Tienes razón mamá, pero no te preocupes no me interesa nadie aún_ le sonríe y seguimos comiendo

Llegué a mi alcoba y mire desde mi ventana la casa de Amelia, cerré los ojos para guardar en lo más profundo su recuerdo. Quería alejarme pero me resultaba difícil. Esa noche soñé con ella y en mis sueños la besaba apasionadamente hasta hacerla mía. ¿Cómo podía haberme interesado en alguien tan rápido?

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