Las calles de la ciudad de Baooh, ahora mismo se encontraban en completo silencio. Es por estas calles que se desplazan Kazuki acompañado de la salvaje Vibi, ella funcionaba como una especie de sabueso, mientras tanto Kazuki solo le sigue el paso, sosteniendo entre sus manos un papel muy importante mientras lleva puesta una mochila rota. Esta era una mochila que Kazuki encontró en una caja del sótano, donde se refugian. Gina solo los observaba desde una distancia moderadamente lejana, se mueve bastante lenta analizando los alrededores buscando alguna amenaza.
(Los frutos del paraíso… Kazuki, necesito saber tú desempeño, para saber que tan útil, serás o de lo contrario, deberé someterte a un trato especial.)
Esos eran los pensamientos de la mujer súcubo que sacaba sus alas para elevarse a un edificio para observar todo el paisaje desolador de la ciudad consumida lentamente por el control de los demonios, esto le provoco una sonrisa mientras el cielo de color rojizo parecía tener algunas nubes de una tonalidad oscura.
—Debo conseguir más esclavos, pero primero este fruto… Deberá
ser una tarea sencilla, no hay demonios peligrosos por la ciudad, la mayoría deben estar en otros lugares solamente cazando humanos —Dijo sin alguna clase de empatía en sus palabras.
Eso dijo para sí misma, mientras solo continuó moviéndose a la lejanía mirando a sus esclavos acercarse al objetivo. Gina tiene conocimientos sobre estas misteriosas frutas, son frutos enlazados a los deseos de salvación, son frutos que solo pueden darse bajo ciertas condiciones en ciertos lugares y según las investigaciones que había realizado anteriormente, Baooh cumple con los requisitos que necesita una ciudad para que este fenómeno sucederá. En un punto, que según sus fuentes, daría una gran cantidad de frutos y era el lugar que los demonios visitarían cuando la ciudad de Baooh, fuera completamente destruida. Al moverse se dio cuenta, de una figura femenina que solo caminaba por las calles llenas de criaturas demoniacas dormidas. Esta chica no llamaba la atención de las criaturas, era raro considerando que un demonio cuando siente la presencia de un humano.
Tiene la exagerada necesidad de fijar su mirada en estos humanos. Con fines de poseerlo, para matarlo por mero placer. Sin embargo, Gina vio como la figura pasaba entre todas esas criaturas sin llamar su atención.
(No le están prestando atención, si ella no llama su atención, ¡Maldición! Sí, llega al hotel antes que ellos…)
Esos eran los pensamientos de Gina que bajo de la forma más sigilosa posible, solo buscaba observar a la figura femenina, desde una posición más cercana, para, en el peor de los casos, arremeter contra ella. No necesitaba obstáculos.
Pero… No había nada.
(¡Desgraciada, lo hiciste a propósito!)
Se dio arrepiente de haber caído en una trampa, tan sencilla, se volteaba buscando a la responsable, viendo a la figura femenina, al otro lado del callejón donde Gina estaba. Pensaba que había tomado las más cuidadosas medidas, pero al final de todo, ella solo era un súcubo, su especie solo nace y crece para seducir humanos, esto le hizo enojarse, maldiciendo a su propia especie. Pero la figura femenina se acerca mucho más a Gina, revelando la apariencia de una mujer de largos cabellos dorados, con unos hermosos ojos azules que desbordan un encanto, que hace juego con su definida figura. La mujer rubia se relame los labios observando a la preocupada Gina, que trataba con todas sus fuerzas de mantener la compostura, esto era de los problemas que Gina siempre se quiso evitar, pero en una ciudad donde los demonios acechan en cada esquina, era muy complicado que algo así no sucediera.
La mujer rubia solo mueve su cintura como si presumirá de su esbelta figura, y luego ella misma siguió el contorno de su curva figura, cuyo cuerpo solo estaba cubierto por un hermoso vestido largo rojo. La rubia solo continuaba caminando hacia Gina, pero Gina no retrocedió para nada, sintiendo como sus esclavos se alejaban de ella.
(Debo tratar de hacer tiempo y luego irme huyendo cuanto antes.)
—Vaya, Vaya, no pensaría ver a una Súcuba en este lugar—Dijo con una sonrisa enmascaradamente amable— ¡Qué vueltas da la vida!
—No sabía, que los demonios también utilizan aspecto de zorra para llamar la atención, bueno, ciertamente siempre aprendes algo nuevo.
— ¡Oh! Qué osado de tu parte, Súcubo —Dijo mirando muy enojada a Gina, la rubia solo llevo una de sus manos a su cintura mientras señala a Gina— ¿Qué haces por estos lugares?
Gina no quería responderle, por eso solo pensaba ignorarla. Pero la mirada coqueta de la mujer demonio, solo le causo incomodidad, como si estuviera esperando el momento perfecto para acabar con la vida del súcubo. Ciertamente, ahora estaba en completa desventaja, sin alguno de sus esclavos cerca. No esperaba encontrar un demonio de esta clase por estos lugares.
(¡Si ella está aquí! ¡Significa que Kazuki! Puede encontrar a algún demonio, si él muere todo servirá para nada y mucho peor si también pierdo a mi esclava Vibi, maldición no tenía nada de esto en mis planes, pero no permitiré que un contratiempo como este me detenga ¡Voy a superar esto!)
Gina estaba completamente segura que todos utilizarían este método para recolectar los frutos, por eso estaba convencida de obtener alguno antes que otros demonios. Pero ella cambia por completo esa estrategia. Gina debía retirarse. Sin embargo, la mujer demonio, solo dio un paso hacia delante sin quitarle los ojos de encima a Gina, parece de gran interés para la criatura del infierno.
—Parece que no piensas decirme nada… En ese caso, lo averiguaré por mí misma, entonces —Abre sus manos, revelando lo que parece alguna clase de fuego muy intenso salir de la palma de sus manos.
—Continuará—
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