Capitulo 4 -No debiste verlo-

La ciudad de Baooh tiene varios edificios departamentales donde se hospedan muchos de los ciudadanos, pero ahora debido a todos los desastres que provocaron los demonios por toda la ciudad. La habitación donde se quedaba Kazuki junto con sus padres era una edificación casi por completo destruida.

Un patético Kazuki miraba la estructura con terror, por todo el daño que causaron estas criaturas a donde vive. Se sentía enojado e impotente, no podía hacer mucho más que desear tener las fuerzas para llegar a subir. Pero cuando trato de pasar entre todos los demonios, varios le miraron de una forma amenazadora asustándolo, como si

observaran a una presa justo antes de atacar. Sin embargo, rápidamente solo se alejaban del. Pues la marca en su pecho resplandecía cuando tenia demonios cerca.

En su mente recordaba ya estar marcado, por la Demonio de largos cabellos plateados que le miraba con mucha curiosidad mientras acaricio su barbilla, luego de volverlo su esclavo. Kazuki estaba confundido, pero fue su único opción para salvarse de lo que parecía ser una tortura eterna con una demonio desquiciada, la súcubo no dio detalles sobre sus intenciones volviéndolo su esclavo.

Sin embargo, Kazuki le pidió amablemente que le permitiera ir a ver a sus padres. Aunque ella no parecía de todo segura de dejarlo ir a buscar a sus padres.

— ¿Estas consiente en donde vives ahora cierto? —Pregunto ella cruzada de brazos.

—No, pero igual tengo que ir a ver a mis padres… No puedo solo irme por allí ignorándolos.

—Eres un humano muy estúpido. No estas preparado para ver eso, solo cumple con mis ordenes ahora.

Pero Kazuki se negó a obedecer sus órdenes, por lo que salió huyendo de su protección, aunque en ese momento descubrió la función del contrato que había firmado. Un contrato firmado con un demonio, no solo te obligaba a cumplir tus palabras, si no que estaba atado a tu alma mortal, un alma que para la mujer súcubo era fácil acariciar,

pero no exagero solo le provoco un poco de dolor haciendo que cayera al suelo adolorido.

Kazuki se sintió muy débil, pero ella quiso imponer sus obligaciones encima de su nuevo esclavo, solo miro a Kazuki explicándole las cosas.

—Tu eres mi esclavo ahora Kazuki —Dijo ella simplemente mirando al joven tirado en el suelo— Eres mi

herramienta y te usare como crea conveniente, por eso no permitiré que vayas a ver a tus padres. Lo mas seguro es, que ellos ya no existan mas.

—Me niego a creerlo… No hasta que lo vea, con mis propios ojos.

— ¡Oh! ¿Así que vas a desobedecer mis órdenes? ¿Las de tu nueva ama? —Dijo mirando desafiante a Kazuki.

Kazuki no quería retractarse a su palabra, pero ahora se sentía bajo la completa merced de esta mujer demonio, como si en cualquier momento pudiera tomarlo del cuello y acabar con su vida. Estaba en sus manos, dependía completamente de ella en un terreno lleno de estas criaturas del averno. Pero ella pareció interesada en que experimentara sus propias decisiones, por lo que dejo que se fuera.

—Recibirás un castigo, por haber comenzado de esta forma nuestra relación.

Por esas razones ahora mismo, Kazuki estaba subiendo las escaleras del edificio donde ha vivido gran parte de su vida, viendo una gran cantidad de criaturas menores parecidas a bebes oscuros con alas de murciélago, solo comer restos de cosas que ni siquiera quiso ver con lujo de detalle, temiendo que se tratara de algo horripilante.

Un mundo de demonios. Eso era en donde ahora se encontraba Kazuki, ya no existía la tierra, su tranquilo hogar, las personas que alguna vez conoció. Fue algo tan repentino para procesar, que no pudo evitar derrumbarse en el piso de unas habitaciones cerca de su casa. Comenzando a perder los ánimos de entrar.

(¿Y que tal si lo único que encuentro, son los cadáveres de mis padres? ¿Y si estoy en peligro nuevamente, podría volver a ser salvado por la súcubo?)

Kazuki pensaba esas cosas mientras abrazaba su cuerpo.

Pero camino con temblando, para asomarse por la entrada de su departamento, solo para encontrarse con una inmensa cantidad de destrucción alrededor. Su sala de estar, estaba completamente destrozada, los muebles de su casa rasgados por lo que parecen largas garras, corrió hacia la cocina solo viendo mas desastre y un modelo de un

dinosaurio construido por su padre, solamente en pedazos, todas esas cosas que

formaron parte de su casa.

Eso lo destrozo por dentro, solo rompió en llanto tomando el dinosaurio. Estaba muy triste ¿Por qué tenia que pasar todo esto tan de repente? ¿El tiene alguna clase de culpa sobre la ira de los demonios en la tierra?

Probablemente no.

Pero igualmente tenia que pagar las consecuencias. Por eso camino a las habitaciones de sus padres, solo notando como era casi imposible, acceder a ellas, por el estado en que se encuentra el piso, que parece en cualquier momento colapsara por completo.

Kazuki esta muy asustado, tenía miedo que estuviera frente a un escenario probablemente de batalla. Pues Kazuki

viendo algunos cuchillos clavados en la pared y algunas cosas rotas como vidrios por el piso, a través de agujeros.

Sin embargo, eso no lo detuvo, un tembloroso joven siguió caminando con dificultad por el pasillo para encontrarse con unas habitaciones un poco destruidas, pero vacías lo que no le daba completa seguridad de la supervivencia de sus cuidadores.

Esto lo hizo sentirse sumamente triste, quiso lanzarse al suelo muy triste, pero el estado del piso parecía que fuera a colapsar con un movimiento muy brusco.

Kazuki pensaba en las cosas que estaba viviendo, era horrible y odiaba cada segundo de esta tortura. Quería creer que se trataba de un sueño del cual despertaría en cualquier momento. Solo se acostó entrando a su cuarto, abrazando lo que alguna vez fue uno de los pasatiempos de su padre.

El deseaba que volvieran, que lo regañaran, que se quejaran de todo las cosas mal que hacia, los quería ver una vez mas. Quizás para despedirse como era debido. Pero no había más que gritos de personas siendo atacadas por demonio, de fondo.

Ahora mismo, seguía llorando, por como fue reducido a un esclavo de una mujer súcubo.

Escuchaba como unos pasos se acercaban, ahora estaba tan deprimido, que ignoraba su seguridad, pensaba que

de seguro era la súcubo, Cuando aparto un lado la mirada de la pared de su cuarto, fijándose en la persona que había llegado,  no pudo evitar llorar, por ver de quien se trataba.

—Lo siento.

Se disculpa una voz femenina, de la persona que ahora estaba al lado de Kazuki llorando muy débil, no era la mujer súcubo, es otra persona que no quería ver a Kazuki sufrir, tenia el cabello brillante de un suave azul de mar. Solo se inclino para estar a la altura de Kazuki.

—Continuara—

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