Capítulo 9:

— ¿No tienen el presentimiento de que alguien nos está siguiendo? — pregunta Sagitario a sus amigos, estaban recorriendo las tiendas del centro comercial.

Viendo las variedades de tienda que había y los varios tipos de locales de comida.

Los tres se habían comprado un helado, cuando Sagitario comenzó a sentir que alguien los miraba.

— Tal vez sea nuestra guía — comenta Aries mirando las tiendas de zapatos deportivos.

— Me da curiosidad saber porque hay tantos conejos — dice Leo de repente.

Sagitario lo mira extrañada y se comienza a fijar mejor a su alrededor, se da cuenta que León tenía razón. Había muchos conejos y de diferentes colores: blanco, gris, marrón y negro.

Sagitario nota como los conejos se le quedan mirando y de la nada comienza a patear el suelo, los golpes se escuchan fuertes y claros.

— Tengo un mal presentimiento — murmura Aries preparándose a correr en cualquier momento.

Los tres signos de fuego son testigos de ver como aparecían más conejos, golpeando el suelo.

— Si siguen así, pueden causar...

— ¿Un temblor? — interrumpe Leo a Sagitario.

— Si.

— ¡Corran! — es lo único que dice Aries para después salir a las carreras fuera del centro comercial, en medio del camino observan como aparecían más consejos y comenzaban a seguirlos.

— Traten de evitar sus patadas, si golpean con tanta fuerza el suelo. No me quiero imaginar los moretones que pueden ocasionar en la piel — habla Leo mientras que salían corriendo por las tiendas, hasta llegar a una de las puertas que daban hacia las afueras de la infraestructura.

Al salir, Leo siente como alguien lo golpea y lo tumba al suelo.

Adolorido comenta — Bien, está es la segunda vez en la semana que me tumban al suelo. Rompí un nuevo récord.

— Eres lindo — dice una voz dulce y suave que estaba sobre encima de él — Pensé que ibas hacer un ogro.

Leo mira al ser misterioso que estaba encima de él, tenía el cabello blanco, piel morena y ojos rosados, también tenía dos orejas de conejos sobre su cabeza, usaba un vestido corto blanco y se encontraba descalza.

— Disculpa, ¿te puedes quitar? — comenta Leo confundido por la actitud de la chica.

— No quiero — comenta la chica divertida y colocando ambas manos sobre las mejillas del signo de fuego.

— Yo no pregunte si querías.

Leo se queda callado cuando ve la chica muy cerca de él, estaba apunto de gritar cuando ve que ella lo quería besar. Pero antes de hacerlo, alguien la aleja de él. También siente como unas manos lo ayuda a levantarse. Se da cuenta que Sagitario alejó a la chica y Aries lo ayudó a colocarse de pie.

— ¿No sabes lo que significa espacio personal? — pregunta Sagitario a la pequeña atrevida.

La chica se ríe y juega con la falda de su vestido, para después dar unas vueltas sobre su propio eje.

— Pensé que era mejor un beso que matarlo — comenta la jove entre risa — Yo soy el signo del conejo, represento los signos chinos. Y me mandaron a matarlos, pero son tan lindos.

Los tres signos de fuego se miran extrañados, tratando de buscar respuestas a esa rareza. Solo pudieron llegar a un acuerdo mutuo, salir corriendo una vez más.

Sin mirar hacia atrás entraron al bosque, donde podían escuchar risas y gruñidos raros.

— ¡Hay que regresar a la mansión rápido! — grita Aries a sus amigos, que al mismo tiempo esquivaba ramas, piedras y raíces que salían del suelo.

Los otros asintieron y siguieron corriendo, tratando de hacer todo lo posible para no detenerse, hasta llegar a la mansión. Aunque le costará la respiración y los músculos le dolieran, sin importarle que se llenarán de sudor y algunas gotas saladas entraran por sus ojos.

No podían parar.

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— ¡Nos están atacando un tigre diente de sable y por otro lado un perro que parece un lobo modificado. Y tú te paseas desunido por el pasillo! — grita Tauro avergonzada al ver como Escorpio salía de una de las habitaciones como los dioses lo trajeron al mundo.

El chico indiferente le responde — Me quería dar un baño y olvide mí ropa, no veo el problema.

— Nos están atacando, ese es el problema — dice Virgo mientras que le daba ropa limpia a Escorpio.

Tauro tenía los ojos tapados con sus dos manos.

— ¡Hay una quimera en la entrada! — dice Capricornio llegando en ese momento — ¿Por qué Escorpio está desnudo?

Escorpio hace un resoplido de molestia absoluta y de mal humor responde — ¿Acaso es la primera vez que ven a una persona desnuda?

— Si — respondieron los tres signos de tierra la mismo tiempo.

— Las quimeras son enorme — comenta Piscis divertida y luego mira a su amigo escorpión — ¿Cáncer no te prohibió desnudarte?

— Cáncer no es mi jefe y ya me voy a vestir — responde Escorpio, para luego comenzar a colocarse la ropa interior, un pantalón deportivo y una camisa de algodón — ¿Feliz?

— Te faltaron los zapatos — le señala Piscis mientras que mira sus pies descalzo.

Escorpio mira a Virgo, como si con la mirada le preguntará sobre los zapatos.

— No sabía que talla podrías ser — fue la respuesta simple que signo del ángel.

— ¿Ya es seguro ver? — pregunta Tauro para después destaparse los ojos y abrirlos — Mucho mejor.

Escorpio los mira ofendido y con sarcasmo comenta — No sabía que estar desnudo era más peligroso y loco, que una quimera, un lobo y un tigre que nos quiere atacar. Uy cuidado y los atacó con mi....

— ¡Hay monos en la cocina! — lo interrumpe un grito de Libra que se escuchó desde la planta baja — ¡Tienen cuchillos! ¿¡Quién le da cuchillos a unos primates!?

Los signos que estaban en la segunda planta, se miran. Sin poder creer todo lo que les estaba pasando en menos de tres días.

Necesitaban resolver las cosas y de forma rápida, porque si no todo sería un completo caos.

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