Capitulo 18: Sangre derramada.

Una noche de sufrimiento y tortura ha vivido Salomón, él sabía la cantidad de sangre derramada que había provocado este cruel asesino, pensaba que moriría y que no volvería a volver a ver a su familia. El silencio es una pieza fundamental, cuando se sabe cosas de seres tan malvados, lo que el tenía que hacer en su momento era denunciarlo y así ponerle fin a todo, pero la cobardía arropa la valentía.

Lentamente se acercaba el brutal asesino, en sus manos cargaba unos cables para poder hacer electro shop , se los pone en la mano al pobre chico y activa todo el voltaje de corriente , esto hace que el chico se sobre salte al momento, luego lo suelta, pero lo amarra en un tronco con las manos para arriba, colocándole los cables nuevamente para volver hacer electro shop al pobre joven, lo hace una y otra vez, ya Salomón no tenía la fuerza para resistir más, pero el quería hacerlo nuevamente, se sentía de maravilla verlo en ese estado, su identidad estaba a salvo.

La maldad es una adicción, la peor que existe, si no le haces daño a alguien no eres feliz.

En esa mañana en la casa de los Rodríguez, las cosas estaban claras para María no se iba a permitir seguir allí después de todo lo que se había enterado, a pesar de que ella no profesa con la palabra, le duele que le hayan engañado, por eso decide recoger toda su ropa y marcharse porque sabe que ella las tiene de perder.

Metiendo ropa en su maleta se encontraba cuando Rubén entra y le pregunta.

-¿Has visto a Salomón? Creo que no pasó la noche aquí- le dijo Rubén.

-No, no lo he visto, lo más seguro es que debe estar con su padre, con Loreto- Le contesta María mientras metía más ropa en su maleta.

-¿Qué estás haciendo?- le cambia el tema Rubén.

-Sabes que no podemos seguir así, nos han visto la cara de tontos todos estos años, es mejor retirarse dignamente- le dijo María.

-Tienes razón, tal vez en su momento lo haré también, mientras me interesa saber dónde está Salomón- le dijo Rubén.

- A mi más porque el es…- se detiene María.

-¿Es que?-Pregunta Rubén.

-Mejor llamaré a Loreto para ver dónde esta- le dice María.

Mientras en el estudio a Rigoberto solo le importa lo que Salomón sabía, pensaba que había más de lo que se imaginaba.

-¿Pero que sabrá el? ¿Sabrá quién es el asesino?- se preguntaba Rigoberto- esto me lo va a explicar ahora mismo, de algún modo me dirá- se dirige a la cocina en busca del chico, pero se encuentra a María y a Rubén que venían bajando es el quien rompe el silencio eterno que se había generado por un momento-¿ Han visto a Salomón?

-Íbamos a buscarlo, al parecer no ha venido a dormir anoche, pero Loreto dice que en la casa de ellos tampoco está- dijo María.

-Es extraño el nunca se desaparece así- dijo Rigoberto.

En eso le llega un mensaje de un número desconocido con lo siguiente.

-Lo tengo, tu no lo vas a salvar- Lee Rigoberto-¿Qué es esto? ¿ Será a Salomón?-Pregunta rápidamente Rigoberto.

-Lo más seguro es a el- dice María- vamos a buscar manera de salvarlo.

-Déjame llamar a este número- dijo Rigoberto, quien lo intenta pero no contestan- no me contestan.

-Es lógico- dijo Rubén.

-Donde están Sergio y Paulina es extraño que no estén aquí- se extraño Rigoberto.

Después de un rato le enviaron un vídeo de 10 segundos dónde el asesino lo tortura con electro shop.

-Ahora a llegado un video- dijo Rigoberto, al descargarse lo ven.

Para María era difícil que detuviera el llanto al ver tales escenas.

-Qué despiadado ¿por qué le está haciendo esto a el?- lloraba María.

-Cálmate mujer le daremos parte a la policía, Tobías se tiene que enterar de todo esto- les dijo Rigoberto.

Pero en la estación policial Tobías había recibido los mismos mensajes, era como una clave para que lo detuvieran de una vez.

-Por dios es mi primo- dijo Tobías- necesito que me rastreen este número ya, tenemos que encontrar con vida a este chico, es mi primo- decía mientras daba el teléfono para que su equipo hiciera su trabajo.

-Te juro que has cometido un gran error, ya te tenemos, este será tu final.

Los segundos pasan y el sufrimiento para el joven continúa, pero Tobías daría con un nombre para empezar a descartar.

-Listo señor, está es la dirección donde está la propietaria del teléfono, una mujer llamada Martina Flores- le dice el chico encargado de realizar lo pedido por Tobías.

-Martina Flores, no me suena, vamos ahora, no hay que perder ni un segundo más.

Mientras tanto Loreto llega de inmediato a la estación donde tienen el proceso de la búsqueda, esta vez retrasándolo.

-Tobías tienes que salvar a Salomón, María me llamo y me dijo de un vídeo que le mandaron- lo dijo muy angustiado Loreto.

-Si ya tenemos ubicados el personal para este proceso, tío danos permiso, la vida de Salomón está en peligro, ese demonio lo está torturando, no hay que permitir que lo siga haciendo, así que por favor dame chance, esto ya se va a terminar- le dijo Tobías.

El hombre logra salir de la estación de policía, va en busca de la persona que le mando el vídeo, pero al parecer llega muy tarde, el punto era el correcto, era la persona propietaria del celular de dónde enviaron los respectivos mensajes, pero estaba una señora muerta, está estaba ahorcada con unos cables, su nombre era Martina Flores, en su pecho estaba escrita una frase que decía, yo soy Martina.

-No, no puede ser- dijo Tobías al ver a la pobre mujer muerta.

Estaban como al principio en realidad habían caído en el juego del asesino cuando el estaba afinando los detalles de la muerte de Salomón, ya muerto decide pasarle un cuchillo por la cara rompiéndole las mejillas hasta llegar al labio superior, ¿Qué obra diabólica planea este monstro? ¿Se detendrá algún día?

Por otra parte, la familia Rodríguez todavía estaba en espera de los detalles del secuestro de Salomón, en realidad todos lo querían y querían que regresará con vida.

En eso llega Adrián a la casa de ellos.

-¿Qué noticias hay sobre mi hermano?-Pregunto Adrián.

-No sabemos nada más, Loreto dijo que habían dado con la persona que envío los mensajes, lo más seguro que Tobías lo ha de rescatar- dijo María.

-Esperemos que este bien- dijo Adrián.

En eso llega Loreto.

-¿Qué pasó papá?- le pregunta Adrián.

-Al parecer hubo un error, Martina Flores está muerta la asesinaron- les dijo Loreto.

-No puede ser, pero que sabes de Salomón- pregunta Rigoberto.

-Nada aún- le dijo Loreto.

Ellos en realidad se angustian al no tener lo detalles correctos de la ubicación de Salomón.

En una carretera abandonada cerca del pueblo, en una silla amarrado bajo la luz del sol, está el cadáver de Salomón, con la cara rota por las heridas ocasionadas por el asesino.

De inmediato Tobías y su equipo reciben la lamentable noticia del estado de Salomón, él acude de prisa para poder hacer el levantamiento respectivo.

La sangre derramada de un ser totalmente inocente que en realidad quería detener tanta tortura, mientras el malo sigue ganando más llanto, más dolor y nunca está feliz con el daño que hace.

Las cosas hay que decirlas a tiempo en el momento exacto, en el instante, no guardarnos nada porque será muy tarde. Ahora la cosa está más difícil, la persona que sabía todo ya no está ¿Cómo se sabrá quién es el asesino? ¿Cuándo se detendrá? ¿Eliminado a Salomón encontraría la felicidad?

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