Capitulo 15, El silencio es dolor

Ha quedado más tranquila Blanca desde que la llevaron al centro de salud del pueblo, pudieron detener la hemorragia ocasionada por el golpe, y la vida del bebé continúa de maravilla, Salomón la había acompañado esa noche para asegurarse de la seguridad de ellos.

Este joven sabía quién era el asesino, lo había visto planear la muerte de Fer y el no pudo hacer nada para detenerlo, luego lo vio sin máscara cuando había eliminado a Carlota, ahora el silencio lo quemaba por dentro, quería detener de una vez por todas a esa persona, para que no continuará haciéndole daño a la familia Rodríguez. Se siente culpable por no haber frenado tanta muerte, para él nadie merecía morir.

A la mañana siguiente, no lo piensa dos veces y trata de informarle a Rigoberto a su manera lo que había sucedido la noche anterior con Blanca y además le diría quien es el asesino. Rigoberto trae un periódico en sus manos, más una taza de café muy caliente en la otra, el decide abordarlo, le señala que se detengan.

-¿Que te pasa Salomón?-Pregunta.

El continúa con su lenguaje de señas esta vez cabizbajo por lo que ha de contarle. En el primer gesto, le quería informar que Blanca fue atacada anoche y que estaba en el centro de salud del pueblo, cosa que aquel hombre puede entender.

-¿Quién está en el centro de salud?- pregunta, no había entendido el nombre de la persona ósea de Blanca. Haciendo gestos para que él le entienda.

Salomón le señala la taza blanca que traía en su mano.

-Blanca? – Pregunta, hablándole lentamente para que pueda leer sus labios.

El le da una respuesta de positivo, y Rigoberto trata de ir a su habitación cuando lo detiene y agachando la cabeza, se disponía a contarle la verdad del asesino. Le hace seña de quién lo hizo.

Rigoberto incorporándose a su lenguaje le pregunta que ¿quien lo había hecho, si el sabe quién es?

Pero en ese momento tocan la puerta, al escuchar Rigoberto le indica que valla a abrir. Cosa que hace, al ir se da cuenta que es su padre Loreto que había venido a buscarlo.

-Hijo gracias al cielo te veo- dijo Loreto quien le da un abrazo a su hijo Salomón.

Él emocionado también corresponde a ese sentimiento, pero para Rigoberto no era una visita grata por lo cual al momento de verlo frunce el ceño por lo qué dice Loreto.

-Que alegría te da verme amigo- le dijo Loreto.

- Tu y yo nunca hemos Sido amigos, ¿Qué haces en mi casa? – le replicó Rigoberto.

-Vine por mi hijo, a saludarlo y a llevarlo de paseo un rato- le dijo Loreto.

Mientras a Salomón le daba un poco de pena porque podía ver las expresiones de sus rostros.

-Si desean pueden ir- le ordena Rigoberto.

Salomón sonríe de forma obligada porque sabe que algo pasa con ellos dos. Ahora la cosa ha de ponerse color de hormiga, es el momento en que María baja, los ve y su cara se pone blanca como un papel , conocía perfectamente a Loreto.

-¿Qué haces aquí?- pregunto nerviosamente María.

Tranquila María solo vine por mi hijo- le dijo Loreto.

Cosa que hace que ella se ponga más mal hasta se marea.

-¿Estás bien?-dijo Rigoberto.

-¿Tu hijo? ¿Cómo que tu hijo?-Pregunta la mujer.

-Si mi hijo Salomón- dijo Loreto.

Le cae como un balde de agua fría y sale del lugar corriendo además decía.

-No, no puede ser.

Los hombres se extrañaron, pensaron que les recordaría algo.

-Es mejor que te largues Loreto aquí tu no eres bienvenido- le dijo Rigoberto.

-Lo se solo déjame llevarme a mi hijo aunque sea por el día de hoy para compartir un rato, luego el vendrá- le dijo Loreto.

Rigoberto le da la afirmación y ellos se despiden retirándose del lugar.

Ahora todo se ha puesto patas para arriba para la familia Rodríguez, sobre todo para María la llegada de Loreto le daría un cambio total a su vida. ¿Esto tendrá que ver con la paz que busca o la justicia que desea? Lo cierto es que no ha conseguido ser feliz por ese momento ¿Todo esto se basa en un secreto? Aunque sabemos que no hay secreto que el tiempo no revele y creo que con estás emociones todo ha de relucir en el momento menos esperado.

Por otro lado en la estación policial están a punto de revelar algo terrible para la cabecilla de ese lugar, ósea para Tobías.

En un terreno baldío, han de construir una gran fábrica de salsa de tomates, los encargados han encontrado un cuerpo enterrado allí e inmediatamente dan parte a la policía.

-Hagan los estudios pertinentes, tenemos que saber quién era esa persona- les dijo Tobías, aunque se da cuenta de que cargaba una camisa similar a la que su madre utilizaba la noche en que desapareció, el se armaba de valor, no aceptando que ella es la que está allí ya puro huesos.

Las horas pasan y los resultados están listos, el hombre se encontraba rellenando documentos cuando es interrumpido por el forense encargado de hacer el estudio a la persona que habían encontrado.

-Señor, listo los resultados- dijo el doctor.

-Que bien, ¿Encontraron algún registro?-Pregunta inocentemente Tobías.

-Si cuánto lo siento- dijo el doctor.

Él frunce el ceño porque no entendía lo que el doctor quería decir, agarra el material, lo revisa y se da cuenta de que es su madre Fabiana. Respira hondo, cierra la carpeta y el sentimiento de pérdida lo ha consumido, solo alcanza a decir.

-Gracias por su trabajo- dijo el policía.

El doctor sale, y el no duda ni un momento en llorar por la muerte de su madre. Ahora tendría que buscar el culpable y hacerle pagar todo lo que le habían hecho a su familia.

Piensa en su hermano, el joven mantenía la ilusión de que su madre estuviera viva ¿ Cómo haría el para decirle todo esto? Pero tendría que hacerlo para poder brindarle la paz que todos deseaban en esta historia, aunque le daría un dolor inmenso al saber la forma en que partió.

Ahora bien, se sabe que Fabiana está muerta, ¿Pero quien la mató? Eso era lo que el tenía que saber, será el mismo asesino, se le pasó por la cabeza por un instante. Pero luego recordó los anónimos que había recibido últimamente, pero en realidad lo tenía todos en su casa, decide ir a buscarlos.

Ya estando en casa, Yohan había llegado temprano, y estaba leyendo un nuevo anónimo que les hicieron llegar.

En el anónimo estaba la dirección donde estaba enterrada su madre y una frase que decía.

-Solo el amor no puede construirse bajo la sombra de la mentira- Lee Tobías.

-¿Qué quiere decir eso Tobías? Es otro anónimo, no entiendo nada de esas cosas- dijo Yohan.

Llorando alcanza a decir.

-Mamá está muerta, acabamos de encontrar sus restos, justamente en el lugar que nos mandaron- decía Tobías.

-No puede ser-empieza a llorar Yohan.

-Y creo saber quién lo hizo- dijo Tobías.

-¿De quien hablas?- pregunta el hermano.

-Fue Francia, ella mató a mamá, mira une todos estos anónimos- en ese momento saca todos los anónimos y se los muestra a el hermano- es ella Yohan, Francia mató a nuestra madre- confirma Tobías.

-No, no puede ser, lo más seguro es una trampa para que ustedes terminen, ella no fue te lo aseguro-Dijo Yohan.

-Todo concuerda, ella es la culpable no hay otra más-Dijo Tobías.

-Entonces que vas hacer hermano- pregunta Yohan.

-Hare lo conveniente para que pague la persona responsable que le quitó la vida a nuestra madre- le dice Tobías.

Las cartas están echadas, el fin de la búsqueda de Fabiana y el inicio de una nueva etapa dónde se descubre el asesino en cuestión, ¿ Perdonará Tobías a Francia por lo que le había hecho a su madre? ¿Ella dirá la verdad y asumirá su culpa o seguirá negando todo?

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