En esa tarde Salomón ya estaba devuelta en casa, se disponía a realizar las actividades correspondientes, de repente María lo ve fijamente se acerca lentamente, lo toma de la mano, pasa si mano por el rostro, el chico sorprendido no entiende lo que le sucede, ella lo acaricia varias veces hasta que le da un abrazo y dice llorando.
-Lo siento tanto, perdóname bebé, no quería que esto fuera así, lo siento tanto, espero que me entiendas algún día y comprendas que nunca te abandoné.
El chico en realidad se extraña, no entendía lo que le sucedía a la señora, de igual manera le corresponde al abrazo.
María no se salvaría de la mala sangre de su cuñado Rubén, quien sin querer había escuchado todo lo que le había dicho al chico. Cosa que el no entiende.
-¿Me podrías explicar que te va a perdonar este pobre chico?- pregunta Rubén.
-No es asunto tuyo Rubén, eres muy cara dura de volver a dirigirme la palabra después de todas las cosas que dijistes de mi hijo- dijo María muy molesta.
-Todo eso que te dije era la verdad, era eso y mucho más los que se merecía el despiadado de tu hijo, era un monstruo- dijo Rubén.
Salomón aprovecha el momento y decide escaparse lentamente.
-Basta Rubén, no permito que hables así de mi hijo, es mejor que busques maneras de irte de esta casa, se vuelve muy pequeña para los dos- le dijo María.
-Ja, ja, te recuerdo querida cuñada que está es la casa de nuestros padres y nosotros llegamos primero a este lugar, porque no se van a vivir para donde vivían. Tienes que buscar manera eres tú- le dijo Rubén.
María sin mediar palabras sale del lugar, cuando está en la sala oye la sirena de la policía, era Tobías que venía en busca de Francia, todo porque ella era la principal sospechosa de la muerte de su madre.
-¿Qué sucede?- pregunta María.
-Buenas tardes señora, vine por su hija Francia- dijo el policía.
-Sabes que ella no está ¿Por eso es todo este escándalo con las patrullas? Pues no era necesario- Le dijo María.
-Las patrullas son porque ella es la sospechosa principal de la muerte de la señora Fabiana López, osea mi madre.
María se sorprende y no dice nada, solo se va retirando lentamente del lugar, pero Paulina y Rubén que estaban cerca dicen.
-¿Qué? No puede ser, Francia es incapaz de hacer una cosa así y tú más que nadie lo sabe- dijo Rubén.
-Otra tragedia para la familia, espero que esta vez no te equivoques Tobías, y a tu novia, que fuerte– dijo Paulina.
María había subido por las escaleras, logra comunicarse con Francia para poder contarle lo que está pasando.
-Hija, Tobías vino a buscarte con la policía, dice que cometistes un crimen que matastes a su madre- le dijo María.
-No puede ser mamá, ya se sabe toda la verdad ¿Ahora que vamos hacer?- le dice Francia, que estaba trabajando en la zapatería.
-¿Vamos? ¿Cómo que vamos? – le pregunta María.
-Si mamá, Santiago y yo cometimos ese crimen- le dijo Francia.
-No, no puede ser, es mejor que se vallan, que se escapen de aquí, ustedes no pueden entregarse por nada en el mundo- le sugiere María.
-Mamá, no mamá, mamá- lo decía Francia mientras ella le había cortado la llamada, en ese momento llega Santiago, la ve un poco alterada y le pregunta.
-¿Qué te sucede? Estás como angustiada-le dijo Santiago.
-Ya Tobías sabe toda la verdad, la casa está rodeada de policías, mamá me dice que es mejor que nos escapemos- le dijo Francia.
-Es lo mejor, no podemos darles más dolor a la familia, vamos ahora- le dijo Santiago.
-No Santiago hagamos lo correcto, y esto no es lo correcto, es hora de pagar las culpas que tenemos-le dijo Francia.
-Por más novia que seas de Tobías, jamás te perdonará lo que le hicistes a su madre, y vivirás encerrada y amargada por haberle dañado la vida- dijo Santiago.
-No se Santiago, me da miedo- le dijo Francia.
-Deja el miedo y vámonos antes de que sea tarde-le dijo Santiago.
-Bueno, bueno, vámonos, rápido antes de que me arrepienta – le dijo Francia.
Y salen de prisa de la zapatería sin avisar el motivo de sus retiradas.
Por otra parte si pensaron que el asesino se detendría, pues no, no sé calmo para nada, la persona que estaba detrás de esa máscara y ese traje totalmente oscurecido tenía un lugar secreto dónde guardaba todas las fotos de las víctimas que habría eliminado, pero también estaba una foto de Santiago, Francia, Salomón, María y Rigoberto la de este último la agarra, al principio le pasa un cuchillo haciéndole una x en su rostro, lo hace varias veces consecutivas, pero luego le pasa un marcador rojo haciendo la misma x con mayor fuerza, rabia y dolor, acto seguido se propone a echarle un líquido aceitoso para que al final terminar rompiendo la foto de manera enfurecida, pero eso no era problema ya que poseía varias fotos de Rigoberto en un cajón de lo cual saca una, pero ya más calmado le vuelve a pasar una x con el marcador rojo para que al final colocarla en la pared, he hizo lo mismo con la de Salomón.
Volviendo a la casa de la familia Rodríguez, Tobías estaba en espera a que Francia hiciera su entrada a la casa, pero ha tardado demasiado, pero como ve que nadie le da respuestas dice.
-Definitivamente, Francia debe estar en la zapatería, vamos allá- dijo el policía.
-Momento, momento, esperemos ella ya debe de llegar, pero te aseguro que mi hija no tiene nada que ver en la muerte de tu madre -decía María, mientras bajaba por las escaleras.
-¿Cómo está tan segura señora?- le pregunta Tobías.
-Se que mis hijos no tienen nada que ver en eso, eso te lo ha de asegurar- le dijo María.
-¿Cómo dice? ¿Cómo que sus hijos? ¿ De qué me habla?- le pregunta Tobías.
Un error había cometido María, le da más fuerza a Tobías de detener a el amor de su vida, pero esta vez acompañada de su hermano.
-Es lógico, ninguno de los dos hijos que tengo, ha sido, soy su madre y defiendo lo que me duele, sabes muy bien Tobías que hemos pasado por los peores momentos en estos últimos días- le expuso María.
-Le entiendo todo eso, pero si ellos son responsables tienen que pagar por lo que hicieron- le dijo Tobías.
Rigoberto que había salido a la tienda por un momento, estaba de vuelta y se encuentra con su casa rodeada de policías.
-¿Qué sucede aquí? ¿Qué hace toda la policía en mi casa?- pregunta Rigoberto.
-¿Dónde están sus hijos?-le pregunta Tobías sin dar muchas explicaciones.
-Quedaron en la tienda, ya deben de llegar- le dijo Rigoberto sin saber lo que pasaba.
-Gracias señor, muchachos vamos a la tienda, pero ya- les ordenó Tobías.
Y salen de la casa en busca de los asesinos de la madre de Tobías.
-Bravo Rigoberto, acabas de entregar a tus hijos- le dijo Paulina.
-¿De que diablos hablas?- pregunta Rigoberto.
-Francia y Santiago han matado a la madre de Tobías-María contó la verdad.
-¿Qué?- sorprendido pregunta Rigoberto.
-Vamos a ver qué sucede en la zapatería- dijo Rubén.
-Si vamos para allá-les dijo Rigoberto.
Van en busca de encontrar cosas positivas en ese lugar o tal vez imaginando lo peor.
Mientras Tobías hacía entrada en la tienda.
-¿Primo que haces aquí?- le pregunta Adrián.
-Vine por Francia- y mostrándole la chapa policial – estoy de servicio- dice el policía.
-Creo que ellos salieron hace rato creo, es que me estoy incorporando, ya va déjame preguntarle a Olimpia- Grita- Olimpia ven por favor.- llama Adrián a Olimpia y está llega de inmediato.
-¿ Dime? – dice Olimpia.
-¿ Has visto a Francia o a Santiago?-Pregunta Adrián.
-Acaban de salir, bueno en realidad hace rato- les dijo Olimpia.
Tobías se había quedado extrañado que su primo preguntara también, por Santiago, cosa que el no había hecho ¿Sabía algo él?
-gracias- le dijo a Olimpia, y ella se va, pero luego le pregunta a Adrián-¿Cómo sabías que iba a preguntar por Santiago?- intrigado había quedado Tobías.
-Por dios, si no está Francia le preguntaríamos a Santiago- fue la respuesta que dio Adrián.
Al rato llegan los miembros de la familia Rodríguez a cerciorarse de que no atraparán a Francia y a Santiago.
-¿Dónde están?- pregunta María muy angustiada.
-Tranquilícese señora, la cosa se empeoró, sus hijos ahora son prófugos de la justicia, tarde o temprano han de caer eso se lo aseguro- le dijo Tobías.
-Mis hijos no han hecho nada- le aclaro Rigoberto.
-Al parecer si, se le suman más cargo, si no aparecen, cómo ya les dije son prófugos de la justicia a partir de ahora, ruegue de que aparezcan- le informa Tobías.
-Debe de haber un error – le dijo Rubén.
-Ningún error, esto me ha demostrado la sombra de la mentira que Francia profesaba, con permiso señores- y se retira del lugar.
Rigoberto tratando de animar solo decide poner orden en la tienda diciendo.
-Vamos todos a seguir trabajando aquí no ha pasado nada.
Ellos continúan laborando, aunque todos habían quedado intrigado por lo que acaba de suceder, pero los Rodríguez muy mortificados han quedado, ahora sin saber donde podrían estar Francia y Santiago.
Ellos han construido un universo sobre los cimientos de la mentira, pero sabe que esas bases son tan frágiles que tarde o temprano llega su final, Francia y Santiago supieron llevar la mentira hasta este punto ¿Será lo correcto para ellos? ¿Habrá una escapatoria de esta emboscada que ellos mismos hicieron?
En este mundo la mentira te hará llegar muy lejos, pero jamás volver atrás.
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