¡¡ Ahora que hago!!

Su oscura mirada me pone en alerta, se hace evidente su molestia lo que viene no será nada agradable.

-Siéntate y me cuentas que es lo que mis padres y yo aún no sabemos de ti – me grita y ordena

Lo observo y mi semblante cambia a uno con evidente enojo, Benedikt no tiene por qué saberlo todo.

¡¡Pero ahora que hago!!, en este preciso momento es que necesito uno de esos ataque de pánico o algo que me salve y cuando justo le estaba rezando a diosito para que apareciera una distracción; llega el milagro...Arman.

-Tienes idea de quien fue – pregunta Arman mientras camina hacia nosotros.

-No estoy llegando tengo algún posible culpable en mente pero no comprendo porque me atacan después de tanto tiempo, además los primeros disparos fueron hacia Zoe, no estoy seguro de quien pudo tener las agallas para atacarnos de esa manera– responde y comienza a escribir en su teléfono celular al mismo tiempo que le cuesta los detalles del atentado a su hermano.

Me siento en el amplio sofá y en cuanto Melissa aparece me tomo mi te, intentando de mantener la calma pero los recientes recuerdos se me cruzan por la mente.

Luego de un baso de agua seguía igual de nerviosa además de la adrenalina que aún siento por mis venas y el tanto correr me a dejado una sed insoportable, mientras los hermanos Filatova siguen haciendo llamadas y enviando mensajes por la puerta aparecen seis guardas espalda armados.

-De ahora en adelante ustedes tres protegen con su vida a esta mujer – les dice a tres altos y fuertes hombres mientras me señala.

-Pero porque tres guardas espaldas, estás exagerando – comento levantando de mi asiento y todos se giran a verme, mientras que mi atención va hacia todas las arma que ellos llevan.

El Benedikt concentrado y paciente de antes desaparece y se transforma en el hombre que conocí los primeros días en la mansión Nazarov, con esa evidente mirada camina asta quedar a sentimientos de mi rostro.

-Tú solo obedece y no opines, acaso no te diste cuenta que los primeros disparos eran hacia ti – es verdad me apuntaron primero a mí y si no fuera por mi pobre guarda espaldas que me cubrió con su cuerpo justo ahora estaría muerta.

Quien sería tan demente y malvado de quererme muerta si solo llevo una semana con Benedikt.

Entonces mi mente viaja recordando que soy el secreto y mancha oscura de un difícil pasado, recordando las palabras de mi madre "malvado demonio" repitiéndose una y otra vez.

Ese hombre es el único que creo capas; mis manos tiemblan y caigo sentada por fortuna en el sillón, mirando a la nada viendo que todo comenzaba a verse en cámara lenta mi cuerpo se siente pesado solo escucho las voces como si se tratara de susurros.

-Melissa trae algo para que reaccione – grita esta vez Arman, mientras que Benedikt sacude mi cuerpo con fuerza como si yo fuera un abanico.

Reacciono cuando siento un fuerte pellizco en mi brazo.

- Auzzz, idiota – le digo a Benedikt el sonríe con malicia pero gracias a eso, regreso de nuevo al ahora.

-Es que de verdad eres muy rara- vuelve a reír- con lo pálida que te pusiste es evidente que te estaba dando algo, ¿porque no reaccionabas?, ya dime ahora mismos que te pasa por esa mente no permitiré que me evadas- comenta con vos suave y deja un baso de agua en mis manos.

Bebo un poco de agua -Está bien pero antes puedes llamar a tu padre y preguntarle si han investigado algo sobre mi pasado, deseo saber de que manera lo hicieron, es la única condición que pido si lo haces juro que te lo diré todo– Benedikt se gira ve a su hermano, Arman asiente con su cabeza y se aleja.

Necesitaba saber si sus padres se atrevieron a contactar con Roberto, si mis sospechas eran ciertas no solo yo corría peligro también estarían buscando a mi madre y el solo pensarlo siento que me falta el aire.

Increíblemente, Benedikt sin replicar toma su celular hace la llamada se aparta lo suficiente, escucho como habla y discute con sus padres pero no logro escuchar bien todo lo que les dice por estar a una buena distancia.

Arman en el sofá justo frente de mí, me ve de arriba abajo con un dedo en su barbilla, me sentía incómodo, muy incómoda, todos los guarda espaldas y el hermano de Benedikt no paran de observarme de una manera sospechosa, aún no estoy segura de que sea el pero ya me siento culpable ellos me hacen sentir así.

¡¡Diosito, ayúdame a sobrellevar esta tención tan fuerte!!

-Bien, si efectivamente investigaron todo de tu pasado- mi ritmo cardiaco se acelera y mis rodillas tiemblan bajo el acecho de esos indescifrables ojos grises - Entonces la misteriosa e inocente vida no es tan pobre como creíamos- abro mis ojos como platos, no puede ser estoy muerta en una fracción de segundo todo pasa muy rápido por mi mente pero mi pobre madre es la que más me preocupa en estos momentos.

Me levanto de golpe con el corazón a punto de salirse por la boca- mi madre corre peligro, ayúdame- le digo a punto de llorar.

-No le pasará nada ahora mismo llamo a mis hombres para que cuiden de ella- me dice con calma y me rodea con sus brazos, apoyo mi rostro en su pecho, no resistiendo más las lágrimas ruedan por mis mejillas.

Me separo sintiendo vergüenza por mi debilidad, limpio mis lágrimas y me alejo de su cuerpo para que llame y envíe las personas que sean necesarias para cuidar de mi madre.

Llevando su celular a la oreja se aleja un poco para hablar con sus hombres, mientras todos quedamos en total silencio.

-Listo, me aseguré de dejarles en claro que deben estar muy de cerca siguiéndola a todos lados pero no se me olvida nuestra cláusula todo se hará sin que ella se de cuenta además así evitaremos que se preocupe- lleva su mano a su largo cabello removiendo un poco, viéndose cansado- mañana enviaré una enfermera que la ayudara y cuidara como ya tenía pensado hacer para empezar a cumplir parte de mi trato- se acerca a mí se sienta y me invita a sentarme- con esto es suficiente- me advierte- ahora cuéntanos todo a detalle desde el principio asta el fin – asiento con mi cabeza y sintiendo un nudo en mi garganta limpio mis lágrimas.

Comienzo a contarles todo lo poco que se sobre el pasado de mi madre; de esa misma manera en que ella me lo contó cuando yo solo era una niña de diez años, a estas alturas ya no tenía sentido cumplir mi promesa si Benedikt de igual manera se enteraría de mi historia.

-En ese caso no es tan raro que te disparan primero a ti, el muy desgraciado te quiere muerta sin importar a quien se lleve por el medio – comenta Arman y yo asiento con mi cabeza dándole la razón.

-Bien ahora más que nunca debes tener suficiente guardas espaldas además desde mañana comenzarás a entrenar, aprenderás a usar una pistola y todo lo que sea necesario para defensa personal – me dice Benedikt dedicándome una fría y autoritaria mirada.

-No, yo no pienso tocar una pistola, no me convertiré en una asesina acaso estás loco– respondo comenzando a alterarme

-Es necesario que aprenda, como piensas que te vas a defender en este caso son ellos o tu Zoe deja de ser tan inocente – me dice alzando su voz

-Te dije que no pienso hacer nada de eso – le grito tan fuerte asta sacar el aire de mis pulmones

-Te digo que mañana comienzas y así lo harás porque se me da la gana, eres tan tonta que no entiendes ¿que harás si te atacan y matan a todos tus guardas espalda?- se agacha quedando a mi altura cara a cara - que crees Zoe esto no es un juego, tu papito tiene dinero y contactos siempre vendrá por ti y si no te sabes defender para ellos será muy fácil asesinarte – dice poniendo su dedo índice en mi frente y empujando mi cabeza.

Siento mi sangre arder por la rabia que su acto y sus palabras me causan, voy a explotar de rabia; ya no puedo soportar una grosería mas todo se a sumando en mi contra además de lo que a pasado el día de hoy, este es mi límite.

Me levantó y lo encaro con mi evidente rabia, Benedikt retrocede con intriga en su mirada está viendo por primera vez a una Zoe diferente, presionó mi mandíbula mientras miro a los lados en busca de algo para lanzar y lo primero que tomo es un cojín y se lo aviento pegándole en el pecho pero eso no le causa daño alguno.

Bajo la atención de todos, algunos riendo en bajo Benedikt se queda sorprendido pero esto no es una broma para mí, estoy echando humo por las orejas tengo toda la rabia acumulada y este será solo el comienzo porque ya no estoy dispuesta a quedarme callada, no me someterá a sus órdenes.

Todo eso que llevaba callando y aguantando en medio de un fuerte grito sale a relucir cuando lanzo todo lo que veo a mi alcance, la bandeja con las bebidas, todos los cojines que se encontraban en los sillones, unos adornos que tenía en la mesa mas cercana, casi todo lo golpea pero el muy idiota no le afecta en nada, ignorando a todos los presentes sigo buscando que lanzar y agarro un hermoso jarrón que se encontraba en una esquina.

¡¡Pues lástima que sea hermoso porque se lo parto en la cabeza!!

-Noo – gritan todos al mismo tiempo haciendo un fuerte eco.

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