Conociendo un Benedikt diferente

Se siente extraño estar así a su lado y no me refiero a que no me guste más bien es el hecho de conocer esta parte de Benedikt que nunca imagine que podía tener.

Fue atento y considerado cuando creí que sería rudo y violento, tal cual como lo es su carácter pero me deja sorprendida al hacer todo lo contrario a mis miedos, fue atento y cariñoso aunque para ser una primera vez me parece que fueron demasiados sentires.

Una humedad incómoda se hizo presente en mi parte íntima por más cómoda que comenzaba a sentirme al permitirme relajarme en sus brazos, debía asearme.

Al levantarme y mover la sabana note manchas rojas en ellas por lo que me quede un momento al borde de la cama además que con ese pequeño movimiento me dolía así que espero unos segundos a que pasara el dolor.

Ante su intensa y descarada mirada, tomo la sabana para cubrir mi cuerpo aferrándome fuerte como si con ella pudiera ocultar mi vergüenza.

-¿Te lastimé, fui muy rudo?- me pregunta con evidente preocupación, me quedo observando en silencio mientras el revisa bajo las sábanas- Has sangrado demasiado, llamaré a Melissa para que te atienda y cambie las sábanas- Habla rápido al mismo tiempo que se incorpora, me quedo en silencio tratando de comprender su evidente y extraña preocupación.

-No te preocupes estuviste bien, supongo que el dolor es normal- le sonrió- mañana se me pasara no hace falta que llames a Melissa yo limpio todo, además ya debe estar descansando.

-Bien, ¿segura que no te hice daño?.

Ahora sí que lo entendía menos que ayer, es mi imaginación o ¿Benedikt de verdad se nota preocupado?

-Me dolió pero lo importante es que fuiste amable y atento- obvio que me duele más por su tamaño supongo pero imposible decirle eso.

-Bueno descansa- dice levantándose y juro que su rostro se tornó diferente.

-¿Te vas?

- SI o acaso deseas más pequeña traviesa- me dedica de nuevo esa jodida y coqueta sonrisa que ya empieza a gustarme.

-No, es solo que pensé…-trago saliva- Olvídalo- no me atrevo a terminar lo que deseaba decir.

-Yo no duermo con nadie, así que nunca esperes eso de mí- responde como si me leyera el pensamiento.

Sin decir nada más se coloca su ropa interior para luego tomar lo demás en sus manos y se marchó dejándome confundida.

Después de asearme y cambiar las sábanas pensé mucho en lo que ocurrió, mi cuerpo aún sentía esas placenteras sensaciones además el muy traidor respondió ah cada caricia y tacto de Benedikt ¿será que está empezando a gustarme?, Como podría gustarme y menos después de todo lo que me ha dicho y hecho, sobre todo cuando se perfectamente que es una mala persona, comienzo a sentirme fatal cuando mi conciencia me confunde y me recrimina el error que cometí.

Luego de unos minutos de tanto reflexionar, llegó a la conclusión de que no puedo confundir lo que sucedió, todo esto para Benedikt es solo sexo obviamente, el siendo heredero y CEO de muchas empresas de la familia Filatova, además de guapo y calculador; está tan acostumbrado a obtener lo que quiere sin importarle a cuantos pisotee en el proceso.

A planeando todo este contrato para complacer sus caprichos, así que no tengo razón alguna para hacerme otra idea.

Seré un juguete más para su colección después que se canse de tenerme y acabe el contrato podre ser libre, aunque le entregue constantemente mi cuerpo no tendrá mi corazón de eso tengo que estar segura.

Todavía sentía un poco de dolor en mi centro pero de tanto cansancio físico y mental finalmente me quedó dormida.

A la mañana siguiente no vi a los hermanos Filatova me encontré de nuevo sola en el amplio departamento, fui a la cocina y tan pronto vi a mi única compañía no dude en molestarla y volverla loca con mis curiosas preguntas.

-Melissa, ¿Cuántos años tienes trabajando para los Filatova?

- Llevo 6 años señorita Zoe.

Le sonrió- solo dime Zoe.

-Está bien Zoe pero delante del señor no me gustaría tutearla, ya que el se molestaría.

-Tienes razón no quiero que te regañe por mi culpa, así que será nuestro secreto- le guiño un ojo y sonrió por complicidad

Ella también me sonríe y sigue cortando las verduras que se encontraban sobre la tabla. -Melisa ¿los señores Filatova han traído otras mujeres?

-Señorita no estoy autorizada a responder ese tipo de preguntas.

Esa respuesta la esperaba -Puedes confiar en mí yo no le diré absolutamente nada a ellos, es solo que en mi armario hay tanta ropa que no me pertenece y tenía la sospecha de que sean otras mujeres -Comente esperando crear esa confianza que necesito de Melissa.

Tenía la pequeña sensación de que no eran de nadie más, ya que toda la ropa me quedaba siendo exactamente de mi talla y por alguna extraña razón quedaría más tranquila confirmándolo, además de nunca darles mis medidas pero eso solo quiere decir que Benedikt tiene suficiente experiencia con las mujeres sino de que manera podía saber mis medidas exactas.

Que tonta Zoe, que te importa su experiencia y menos las mujeres que a tenido, es obvio que tuvo o tiene muchas mujeres.

-En los años que llevo de servicio en esta casa el señor solo la ah traído a usted, le juro que no he visto otras mujeres.

Le sonrió espontáneamente al sentir un alivio- Gracias Melissa, agradezco tu sinceridad.

Seguimos platicando de otras cosas solo para llegar a conocernos, Luego de almorzar y conversar por largas horas con Melissa me despido y subo a mi habitación.

Paso el resto de la tarde viendo TV al rato revisé el teléfono que me había regalo Benedikt y casualmente tenía un mensaje de el.

》llegaré a tiempo para cenar juntos ¿Cómo te sientes?《

Mi corazón da un brinco extraño y Reí como una tonta al pensar que de verdad le interesaba saber cómo estoy.

》Hola Benedikt ¿Cómo va tu día?, Estoy muy bien ya no me duele, gracias por preguntar《

》Nos vemos en unas horas.《

Entro a la ducha me di un relajante baño en la tina algo que había desea desde que llegué a la casa de Benedikt pues nunca me había bañado con tantos productos aromáticos y menos en una tina tan grande como esta.

Al salir del baño tomo mi teléfono y llamo a mi madre no había pasado tantos días y ya la extrañaba demasiado, tuve una muy agradable conversación con la única persona que amo, ella es lo más impotente que tengo en este mundo.

Por un momento mi madre me hizo reír y nuevamente llorar, desde que nos enteramos de su enfermedad es inevitable no hacerlo, tuve que contarle que Benedikt me regalo el teléfono y un sin fin de mentiras más para seguir con el patético papel de su novia ilusionada.

En cuanto callo la noche escuché sonido proveniente de la sala sospechando que eran ellos, bajo las escaleras para saludarlos.

-Hola Benedikt -Salude con una media sonrisa buscando a su hermano con mi mirada.

-Hola -respondió devolviéndome la sonrisa -Melissa ¿cenaremos ya? Porque tengo hambre.

-Si señor pasen al comedor ya les sirvo la cena.

-¿Tu hermano no cenara con nosotros?

-No, el está en su casa, somos muy unidos pero preferimos vivir separados.

-Ha pensé que el también vivía aquí.

-No, está es mi casa, siempre que él quiera puede quedarse pero por ahora solo seremos tú y yo.

Asiento con la cabeza y caminamos hacia el comedor.

-Buen provecho -Digo en cuanto nos sentamos y el me responde igual.

La cena estuve deliciosa, extrañamente Benedikt me habló sobre algunas de las compañías que tiene en Roma, se trataba de una gran aseguradora, bancos comerciales y otras grandes propiedades del rango hotelero, nuestra conversación se basaba en administración y cosas que no entendía pero me agradaba conversar y saber más sobre él y sus diferentes pasiones; por primera vez me sentí cómoda estando con su compañía y agradecí que hoy estaba de mejor humor.

Cuando terminamos el se marcha a su despacho y no me queda nada más que hacer que volver a mi habitación.

A la mañana siguiente me despertó unos toques en la puerta.

-Adelante -Digo llevando mis manos asta mis ojos los froto duro intentando despertarme.

-Buen día señorita Zoe, espero no molestarla, el señor Benedikt me envió para despertarla y ayudarla a prepararse.

-No te preocupes Melissa gracias por despertarme, te dijo a dónde iríamos- al fin saldré de esta casa aunque era bastante temprano.

-Si comentó que irían a la empresa, debe vestirse apropiadamente.

-Gracias Melissa necesitaré tu ayuda, me iré a bañar mientras por favor ayúdame a seleccionar una buena opción de vestir.

Luego de probar varias opciones de vestir me sentí cómoda con pantalón de mezclilla negro y camisa elegante manga larga color ladrillo con unos tacones negros que me hacía ver más estilizada.

Baje las escaleras y Benedikt ya me esperaba en el comedor para desayunar.

-Buen día Benedikt- por la evidente sombra oscura bajo sus ojos cansados, se notaba que no había dormido mucho.

-Buen día vida, de ahora en adelante me acompañarás a todos lados, escucharás y verás cosas de las cuales no puede hablar con nadie. ¿Entendido?

Abro mis ojos como platos sorprendida por todo lo que a dicho ya ni se que me asombra más o su mal humor o esas desconfiadas palabras.

- Entendido Benedikt pero puedo saber por qué me llamas ¡¡vida!!- pregunto seria

-No me gusta como suena tu nombre estuve pensando en diferentes opciones pero se de ante mano que la mayoría no te gustaría así que para ahorrarme tus quejas decidí llamarte vida es lo más lógico, ya que eso es lo que significa Zoe ¿no?– me quedo mirándolo con mi boca abierta.

¿En verdad se complica tanto pensando en mi nombre? Asta se tomó la molestia de investigar lo que significa, ¿que tiene de malo mi nombre?, pues ah mi me encanta pero bueno Benedikt es muy raro.

Estoy perdida en la profundidad de su indescriptible mirar más por el hecho de que deseo entenderlo, pero con sus diferentes cambios de humor se me hace muy difícil.

Es evidente que lo está intentando, está siendo un hombre completamente diferente a como lo fue hace dos días aunque no creo que esa seria expresión y todo eso que lo hace un hombre peligroso y temido cambie jamás.

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