El contrato

La familia Nazarov siempre obedecían a los señores Filatova. Ante los ojos de todos era evidente que les temían y supongo que mucho mas por lo que dicen de su padre mafioso.

La señora Deniska se veía obligada a tenerles mucho respeto, asi que para ahorrarse un problema o molestia simplemente no le importa lo que pase conmigo.

Estoy aterrada ¿ahora que hago?.

Cuando pude reponerme limpie mi rostro y me dirige al jardín, en donde se encontraba Benedikt disfrutando de la poca luz del sol mientras conversa con el señor Antón Nazarov y Arman Filatova.

-Buenas tardes- saludé e hice una medio reverencia.

Benedikt me observaba como siempre, su mirada era sería y peligrosa posiblemente la misma de un león hacia su presa, por mas que intento evitarlo todo el día se la ha pasado dedicándome esas intensas e incomodas miradas, sin duda es un total descarado y mas cuando se fija en cada parte de mi cuerpo sin siquiera pestañear.

Serví cada trago que se les apetecia, al cabo de un rato llego otro invitado, quien parecía ser un abogado por su vestimenta y el portafolio con las diferentes carpetas, apenas intercambiaron palabras el señor Benedikt se retiró junto con el nuevo visitante pero cuando intentaba seguirlos me indico que me quedara, suspire con alivio y obedecí con todo gusto; Encontrandome aliviada de poder descansar de su incómoda presencia mis hombros se relajan, pocos minutos pasaron cuando al fin me podía retirar para dejar en mi lugar a mi otra compañera.

Unas dos horas pasaron cuando mi tranquilidad y descanso se acaba, mi compañera me informa que el señor Filatova regreso al jardín, lo observo y en todo momento se encuentra con expresión tranquila y asta sonriente mientras continua conversando con Antón Nazarov y su hermano Arman, por lo que apenas logre entender de su tan complicada y animada conversación parece que algunas compañías de los señores Nazarov no iban bien y justo en ese momento pude comprender su larga estadía en la mansión, supongo que la manera de ejercer presión y causar miedo eran visitar y quedarse asta solucionar lo ocurrido.

Un par de días pasan y yo seguía aterrada, temblaba con el hecho de seguirlo a cada lugar de la mansión, estar a solas con él me causaba un enorme miedo e inseguridad, su sola miradas diarias se volvían mucho más intensas e incomodas y tener que ser su sirvienta personal era un desafió, por supuesto me esforzaba en hacer todo bien temiendo que me echarán en cualquier momento por alguna queja que el pueda dar, pero lo que más temía es que ese hombre volviera a intentar algo conmigo y si ese momento llega a pasar sin duda prefiero que me voten a tener que entregarme a un hombre al que no quiero además es tan peligroso y temerario que la sola idea me aterra.

Mi único alivio es que a diferencia de como se comporta con las otras empleadas a mí muy poco me dirige la palabra; Tampoco es que me haga falta simplemente no entendía si su silencio era bueno o malo, solo me limitaba a disfrutar de ello y lo seguía como su silenciosa sombras.

Es un alivio que no me haya vuelva a tocar el tema de la insinuacion que hizo hace unas noches, con los días que han pasado puedo tener un poco de esperanza de que le haya quedado claro que no me interesa.

Escuche en medio de los tantos rumores de mis compañeras que muy pronto se marcharán y podre continuar mi aburrida y tranquila vida.

El abogado que había venido hace unos días volvió el día de hoy, en este momento se encuentran reunidos en el despacho poco tiempo paso cuando el señor Benedikt me llama pero esta vez por mi nombre, lo que en segundos me enciende los nervios.

Desde su estadia en la mansión nunca me llamaba por mi nombre solo hacia un molesto ruido con su boca como si llamase a un animal o hacia señas con la mano, ambas cosas me molestaban pero quien soy yo para quejarme, aun cuando es bastante ofensivo e insoportable, como siempre debo callar no teniendo de otra que seguir soportando y esperando que sean pocos días los que le queden en esta casa.

-Buenas tardes, desean algo de tomar- Pregunte con edición en cuanto entro a la oficina

- No Zoe estamos bien asi, siéntate tenemos que hablar.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo tan solo de volver a escuchar mi nombre en su boca, mi corazón se acelera y mis manos tiemblan, por la manera en que me indica que me siente y esa mirada tan seria estoy segura que algo ocurre, ¡¡dios ayúdame!!

¿Por qué tengo que ser tan cobarde?, no tengo idea de lo que me pueda decir pero él solo hecho de llamarme por mi nombre y estar con esa mirada seria pero de un aparente buen humor no me da buena sensación, por lo que en mi pecho se intala un mal presentimiento.

Me siento y enseguida aprieto el borde de la silla para así intentar apasiguar lo nerviosa que estoy, en cuanto el abogado se levanta, sale y cierra la puerta el aire comenzaba a faltarme.

Me atrevo y observo sus ojos que son de un gris intenso, esos ojos tan peligrosos como bonitos los cuales me saben devoran a su pleno antojo, los mismo me causan un terrible miedo por la manera tan intenza de su mirar, tanto asi que siento como se clavan en lo más profundo de mis huesos.

-Bien seré lo más breve posible, Quiero que seas mi novia ante toda la sociedad, Lee las condiciones y firma- estira su mano y deja la carpeta en el escritorio.

Frunzo mi ceño no entendiendo sus palabras, trago saliva sintiendo mi garganta seca, presionó mis labios reprimiendo el enfado e incomodidad que me causan la intriga.

-No logro entenderlo - apenas mi voz se escuchaba tomo la carpeta con mis manos temblando, aterrada e intrigada la abro.

Benedikt me observa en silencio detallando mis diferentes facciones mientras yo leía la primera hoja que dice normas establecidas:

- Debe estar al lado del señor Filatova siempre que el lo exija.

- Acompañarlo a todos los eventos importantes.

- Debe vivir en la misma casa.

- Debe viajar a su lado cuando sea necesario.

- Obedecer en todo momento y seguir reglas extrictas.

- Tener relaciones sexuales donde y cuando él lo desee – abro mis ojos como platos leyendo tal atrocidad.

- No tener novio o amante durante el tiempo establecido del contrato.

- Asistirá a todas las citas ginecológicas programadas para verificar su salud.

- No tendrá autoridad en la casa u otras instalaciones de su propiedad.

- Ser puntual a sus citas y acuerdos establecidos.

El solo hecho de leer las primeras 10 normas mis ojos se humedecen y unas lágrimas de rabia e indignación corren por mis mejillas, intento reprimir todo sentimiento pues las personas como él no les importe ofender y jugar con las buenas personas humildes como yo, nada de esto es justo, estas normas y ofensiva propuesta me hacen sentir humillada.

Mantendo mi mirada en la carpeta, no dejendo de leer ni queriendo que el vea mi debil reacción, había otros documentos donde decían los beneficios que obtendría, hablaban de fuertes suma de dinero marcando entre los beneficios casa, carros y otras muchas cosas materiales, sin parar de leer en lo único que podía pensar era que este monstruo tenía días planeando este contrato, me está intentando comprar y yo estaba mas ofendida e indignada que asustada, porque algo muy adentro de mi sospechaba que el no aceptaría un no como respuesta.

¿Que sería capas de hacer si me niego?, aun así con miedo y muchas dudas, me importa poco sus exigencias, no puede dominarme por simple capricho u obsesión, no debo dejar que vea mi miedo ante las posibles amenazas que estoy segura obtendré.

-No acepto, no estoy interesada en tu dinero, y no le venderme mi cuerpo a una persona como tu.

Esas palabras salieron de mi boca temblorosa y con nervios, pero con decisión debía sacar el valor de donde no tengo, algunas pocas lágrimas caen sin darme tiempo de reprimirlas pero rápidamente las limpio, que tonta debo verme ante el, claramente no puedo evitar que su propuesta me de esta manera.

-Verás Zoe no tienes otra opción, ya te dije siempre obtengo lo que deseo de una forma u otra - responde con calma, tomo un segundo respira fuerte y pesado sin dejar de verme para luego continuar - Salvaré la vida de tu madre ella tendrá su operación y todo lo necesario para que viva, sumado a todo lo estipulado es mi última oferta.

Claro era de esperarse, el ya sabe todo sobre mi vida, no tengo palabras, su advertencia me aterra tomo un segundo para reflexionar y buscar una salida pero no tenía suficiente tiempo ni cabeza para pensar y menos cuando toma la salud de mi madre a su favor, ha logrado crearme la duda aún cuando odio pensar en la idea.

Limpio mis húmedos cachetes y lo vuelvo a encarar, se notaba muy calmado y seguro de sí mismo.

- ¿Por qué yo? Podría tener infinidades de mujeres con mejores cualidades, es un hombre apuesto, estoy segura que podría conseguir una candidata adecuada y sin un contrato de por medio.

Respondo tratando de jugar con sus ideas hacia mí, pero estaba segura que un hombre como él no tomaba decisiones a la ligera, esto lo estaba planeando de hace unos días, ¿Me está tratando de comprar como cualquiera o nada menos que su dama de compañía?.. Porque es evidente que novia puedria conseguir en cualquier lugar, solo de pensar en mi tan desventajosa posición me desecciono mas por esta cruel vida.

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