Lo más valioso de mi ser.

Desliza sus dedos sobre mi piel y poco a poco sube llegando a mis melones, apretándolos y rozándolos por breves segundos sobre la fina tela de encaje.

Basto esos pocos segundo para que mi cuerpo suba de temperatura sintiendo un extraño e indescriptible ardor por debajo de mi piel; mas esa sensación de estar a punto de perder la razón y quemarme en el mismo infierno junto a todo esto que Benedikt de la nada a despertado.

No entendía como este traicionero cuerpo le respondía con tanta facilidad pero esta más que claro, este experto y grosero ogro sabe perfectamente como y donde tocar.

Cuando suelta mis labios, aprovecho para yo poder respirar profundo tomando bocanadas de aire sintiendo que al principio constaba recuperarme, ya que mi corazón seguía demasiado agitado, por otra parte, Benedikt sin perder un segundo comenzó a dejarme un camino de pequeños y suaves besos desde mi cuello bajando de a poco hacia mi pecho.

Sin pudor y restricciones deja suaves caricias por cada parte donde sus dedos y su boca se van deslizando, con ello esos pequeños espasmos que ayer sentí en mi vientre nuevamente hacen acto de presencia.

Con un roce de su dedo que para nada me esperaba, aparta la fina tira de mi bata de seda que se interponía en su claro objetivo.

Con suma delicadeza lleva su boca asta ese punto donde se concentra la sensibilidad de uno mis melones, mientras sus dedos siguen deslizándose sobre la tela de encaje.

Su experta boca haciendo estragos con mis sentidos jugando a su libre antojo con lo que parece un simple acto pero eran tantas deliciosas sensaciones que solo puedo concentrarme en disfrutar de las placenteras consecuencias en mi vientre bajo.

No bastándole con eso mi corazón se detuvo cuando ágilmente aparta la tela de esa parte baja con uno de sus juguetones dedos haciendo contacto directo en mis cálidos y sensibles pliegues.

Esos certeros y delicados roces hacen que un indescriptible placer se apodere de cada centímetro de mi cuerpo.

Toda una perfecta combinación que incrementa aún más esos increíbles espasmos que ya no tengo la voluntad de detener.

Con nuestras respiraciones agitadas y las feromonas esparcidas en el aire nuestros corazones mas se aceleran cuando lo entregan todo.

Benedikt gruñe como si su paciencia se agotara aumenta el ritmo dando rápidos, precisos pero delicados movimientos en ese lugar que sin duda alguna está ardiendo.

Las fuertes palpitaciones se hicieron presentes, cierro mis ojos, aprieto con fuerzas las sábanas cuando naturalmente me dejo llevar mi espalda se dobla en cuanto suelto un ahogado gemido.

Aleja su boca de mi cuerpo levanta su cabeza y me observa con intensidad, por un segundo me pierdo en esos profundos ojos grises donde solo podía ver deseo.

Me sigue atacando queriendo obtener más de mi, rendida y perfectamente atendida le permito desarmarme con esas placenteras sensaciones.

Inclino mi cabeza hacia atrás soltando un fuerte gemido que por vergüenza intentaba reprimir pero es inevitable cuando mi cuerpo se rinde ante la agilidad de sus toques.

Aun sintiendo pequeños corrientazos de placer en todo mi centro allí estaba yo rendida con los movimientos de sus dedos, diciendo sin palabras un evidente "sí" también te deseo.

Se acerca a mi rostro deja un corto beso en mis labios y me susurra al oído

- Quiero saborear cada parte de tu cuerpo - Su cálido aliento y la sensibilidad que aún poseo de tan solo sentir esa única y sensual frase en mi oído, mi piel se erice.

Muerdo fuerte mi labio inferior mientras nuestras miradas se cruzan, el sonríe cuando mi mirada se intercala entre sus labios y el gris intenso de sus ojos.

Sin dejar de mirarme con esa intensidad en sus ojos se aleja dejándome completamente deseosa de más.

Poco a poco se deshace de su ropa dándome tiempo de admirar ese perfecto y muy bien trabajado cuerpo.

Por último se quita la prenda de abajo dejando al descubierto su gran soldado que ya se encontraba más que listo.

Sorprendida por lo que nunca había visto pero en realidad mas sorprendida por su tamaño, las dudas y vergüenza regresan.

Además, del miedo por tan solo permitirme pensar en lo mucho que me pueda doler, pero decido ignorar mis dudas porque se perfectamente que en ese debate, gana el deseo que poseo.

Lentamente y llena de nervios me deshago de mi ropa tomando ese valor e impulso que necesitaba cuando el me anima dedicándome toda su descarada atención.

Muerde sensualmente su labio mientras me devora con su mirar, la pasión y el deseo reflejado en su rostro hace que mis nervios aumenten.

Trago saliva sintiéndome igual que el, incapaz de despegar mi mirada de su tonificado cuerpo juro que también me lo estoy devorando con mis más oscuros y pecadores pensamientos.

Mis descarados ojos eran como un imán hacia el, nunca antes tuve la oportunidad de sentir y desear de esta manera.

Benedikt camina asta quedar más cerca se detiene justo en frente regalandome una vista más cercana.

Desvío mi mirada de su soldado, subiendo mi vista de a poca asta cruzar nuestras miradas quedando hipnotizada en esos indescifrables ojos grises.

Suavemente con sus dedos toma mi barbilla, cierro mis ojos cuando acorta los pocos centímetros que nos separan.

Deja un tierno beso en mis labios entreabro mi boca dándole permiso de continuar besándome, al segundo me responde comenzamos a disfrutar de un profundo y apasionado beso.

Sin romper el beso me acomodo en la cama, unos segundos después suelta mis labios y comienza por dejarme un camino de besos por cada espacio de mi cuerpo.

Reafirmando su palabra se toma el tiempo para degustar cada espacio de mí, trazando un recorrido bajando de a poco llegando muy cerca de ese punto que ya se encontraba tan deseoso, en cuanto siento su mojada lengua acariciar un punto en específico un escalofrío agradables se apodera de mi piel.

-umm que delicia, estás tan mojada- Susurra con su experta y deliciosa boca abarcando todo de mi.

Este hombre me atiende tan bien que la poca duda y vergüenza desaparece, mientras los segundos pasan me permito disfrutar con libertad y los gemidos se concentran en la habitación.

Sintiendo estas perfectas sensaciones que jamás pensé tener por Benedikt un segundo más mi vientre se siente rígido al dejarme llevar por esa sensación arqueó mi espalda sintiendo nuevamente el éxtasis de la calentura recorrer mi cuerpo, aprieto con fuerza la almohada y se escapa un fuerte gemido y así como si se tratara de una explosión, mis piernas se relajan y Benedikt cumple su delicioso propósito.

- Deliciosa - Dice saboreándome una última vez para sacar su cabeza de mi entrada, subiendo asta mi rostro, se aferra fuerte a mis labios mientras aún los suyos estaban extremadamente húmedos por mi.

Se acomoda entre mis piernas -Esto te dolerá un poco pero prometo ser lo más delicado posible.

Me miro directo a los ojos buscando respuesta, sin sentirme capaz de pronunciar palabra asentí con mi cabeza, vuelve a tomar mis labios en un beso lento y poco a poco la calidez de su soldado se posiciona y presiona con cuidado.

Siento un dolor terrible atravesando mi centro, sin saber como reaccionar clavo mis uñas en su espalda e intento no gritar.

Sin previo aviso mis lágrimas empapan mis mejillas Benedikt se detiene un momento me observa, me besa en las mejillas limpiando con sus labios mis lágrimas saladas.

Un segundo después continúa haciendo su trabajo aprieto mis labios con fuerza sintiendo como poco a poco me quitaba lo más valioso de mi ser, al sentir tenerlo todo dentro se detiene y con eso el dolor también.

Me vuelve a besar pero este beso fue cargado de sensaciones diferentes, me atrevo a pensar que Benedikt es delicado y pasional

-Ya eres mía Zoe Lozada- susurra con ternura sobre mi boca pero esa frase escondía su evidente orgullo.

Sus movimientos son lentos y con esa dedicación me deja entender que no desea lastimarme.

Comenzó a dar delicados besos en mi cuello, poco a poco sentí mi cuerpo cambiar de solo dolor, a una mezcla de sensación diferente y agradable

Mi piel se eriza comenzando a responder ante sus estocadas, mi corazón se acelera a un ritmo desconocido, el va y ven de sus caderas aumentaron con los segundos.

El dolor desaparece y empiezo a sentir solo placer.

Toma mi boca con desespero mis piernas se aferran a su cadera con evidentes temblores sintiéndome de gelatina en sus fuertes brazos; con una de mis manos aprieto su cabello aferrándome más a su boca sintiéndome atrevida con mucha más confianza y pasión, mi acto causa que Benedikt aumentara la velocidad.

Una corriente tras otra estremece todo mi cuerpo no tarde en sentir como mi vientre se contrae y mis pierdas se debilitan de una manera inimaginable por el mucho placer que Benedikt causo.

Seguido de mí, Benedikt suelta un excitante y fuerte gemido sobre mis labios y siento como se aferra y profundiza todos mis sentidos con una ultima y precisa estocada me llena por completo.

Con su respiración aun agitada se deja caer sobre mi pecho, el pesaba demasiado y me faltaba un poco de aire pero no digo nada solo deseaba disfrutar de su calor y cercanía.

Benedikt da un largo suspiro cerca de mi rostro, sentir su embriagador aliento mas el sudor de ambos mezclándose para mi no es nada incómodo, todo lo contrario disfrutaba de la poca cercanía que el me permite pues no sabía cuanto duraría; un segundo después se tumba a mi lado dejándome respirar aire puro, me doy la vuelta y lo abrazo, para mi sorpresa el me corresponde me deja un beso en la frente y así estuvimos en completo silencio por unos largos minutos.

No hacia falta palabra que arruine este leve suspiro de confianza que me atreví a darle.

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