capítulo 5- no puedes ser amigo de un omega

Livius continúa con su entrenamiento y eso le quita tiempo para ir al palacio, pero esta vez el Duque le ha pedido que lo acompañe porque el príncipe desea verlo, Livius muy a su pesar debe ir, no sabe como reaccionará su padre si se niega a ir sabiendo que el príncipe es quien lo ha mandado llamar.

Al llegar pasan a una sala, al entrar el Duque hace una reverencia ante el emperador que estaba ahí, Livius imita a su padre, el emperador le haces una seña para que pasen a sentarse.

- joven Stefan, escuche que había estado enfermo, espero que se sienta mejor.

- estoy bien majestad, gracias por su preocupación.

- Duque lamento que ese hijo mío, moleste de esta manera, pero parece que tiene mucho apreció por el joven Stefan.

- no se preocupe majestad, Livius esta mejor, solo que ha estado muy ocupado con su entrenamiento.

- ¿entrenamiento? ¿De que?

- esta aprendiendo el arte de la espada.

- perfecto, es bueno que aprenda, estoy seguro que será un gran alpha.

Livius aprieta los labios al escuchar esa palabra, por momentos olvida que en ese lugar el mayor orgullo de un hombre es ser alpha.

- es mi heredero, así que esta destinado a ser un alpha dominante.

《Lamento decepcionarte, pero soy un omega》

Livius tuvo ese breve pensamiento, aunque le hubiera gustado decirlo en voz alta. Mientras los dos hombres hablan de como Livius será el heredero de los Stefan y que servirá orgullosamente al próximo emperador, la puerta se abre un poco y es Maximiliam quien le hace una seña para que vaya con él, el emperador al verlo asiente a Livius para que vaya, hubiera preferido quedarse, pero no le queda de otra no puede actuar de manera grosera ante el emperador.

- hola Livi, creí que ya no te vería. No me gusta que seas tan distante.

- lo siento pero tengo que estudiar y entrenar lo doble para hacerme fuerte.

- pero lo serás sin necesidad de mucho. Lo escuché hace un momento, dicen que serás un alpha dominante como yo.

Livius se detiene al escucharlo.

- no me interesa, alpha, beta u omega, cualquiera puede ser fuerte si se lo propone. Menospreciar a otros solo por su genero, es de tontos.

- mamá me dijo que los omegas son lo más bajo de la sociedad.

- tú madre no sabe nada.

Livius camina un poco más rápido, vaya emperatriz, que menosprecia a sus súbditos.

- espera Livi ¿por qué te enojas?

Livius se detiene de golpe y el príncipe choca con él causando que ambos caigan.

- Livi...lo siento no quería...

- ten más cuidado...

Livius se queja porque tiene un raspón en la mano, ahora le dolerá cuando practique la espada. Maximiliam le sujeta la mano.

- oh no! Lo siento Livi, vamos te llevaré con el doctor.

- esta bien, es un raspón, solo hay que lavarlo.

Livius observa por todos lados y ve una fuente, ahí coloca su mano bajo el chorro de agua y la lava, pero el príncipe se muestra preocupado.

- mamá dice que aunque sea una herida pequeña hay que tratarla.

- lo haré en mi casa.

Ambos niños siguen caminando hasta el establo, que es donde Maximiliam lleva a Livius para mostrarle el pequeño potro que le ha regalado su papá, era uno blanco.

- papá dice que estará grande cuando yo tenga edad de aprender.

- supongo. Es bonito, ojalá yo pudiera tener uno...

- puedes pedirle a tu papá que te regale uno, así aprendemos juntos.

Livius acariciaba al pequeño potro, pero se detiene, lamentablemente para él no hay esa oportunidad, apenas y esta tratando de encontrar una solución al aislamiento que tendrá en su casa, pues aunque hora todos sean buenos con él, en un año, todos olvidarán ese cariño que dicen tenerle.

- si, lo haré.

Es mejor no decir nada porque si no, seguramente insiste en que le diga porque será imposible tener un caballo propio. Más tarde ambos niños se despiden, Livius sube al carruaje junto a su padre, mientras que Maximiliam se despide agitando la mano mientras la otra la sujeta el emperador.

- papá...Livi...creo que a Livi ya no le agrado.

- no es así, solo ha cambiado un poco, pero no hay manera que no le gustes. Eres un buen amigo.

- ¿de verdad? Papá cuando sea mayor ¿puedo casarme con Livi?

- su hermana es bonita, así él será como tu hermano.

- no, su hermana no me gusta.

- si es un alpha quizás se pueda, pero si resulta omega o Beta, olvídate de verlo de nuevo.

La emperatriz había llegado donde padre e hijo charlaban.

- emperatriz, no le digas esas cosas al niño.

- majestad solo digo la verdad, un alpha debe estar con un alpha. Ese niño es muy delgado y enfermizo, se me hace que es un beta o peor aún, un omega.

- no puedes decir eso y no digas más, el padre de ese niño es mi amigo, no quiero que los ofendas.

- Maximiliam, si ese niño es un omega, jamás lo verás de nuevo.

- pero madre...Livi es mi amigo.

- basta emperatriz. Hijo, ve a jugar.

- pero papá yo no quiero dejar de ver a Livi.

- lo se. Ve a jugar, no te preocupes.

El pequeño se marcha algo cabizbajo, mientras que el emperador reprende a su esposa por las palabras tan crueles que le ha dicho a su hijo.

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